Lo usamos en Nochevieja, pero no sabemos de dónde viene el cotillón: este es el origen de esta tradición
La imagen de la Nochevieja es la de copas de champán, de las doce uvas, pero también de las serpentinas, gorros o matasuegras en las mesas o decorando el cuerpo de alguien, un conjunto de accesorios y elementos que llamamos cotillón. Un imprescindible de la noche de Fin de Año, para adornar las fiestas y la diversión, con un origen de lo más curioso que es más desconocido de lo que podríamos pensar, así como sucede con otras tradiciones de la Navidad.
El llamativo origen del cotillón de Nochevieja
Actualmente el cotillón lo relacionamos con la noche del 31 de diciembre, la de Fin de Año, como un conjunto de accesorios que suele llevar serpentinas, gorros, antifaces, confeti o pelucas, que no solo nos acompaña el final, sino también la llegada del nuevo año, que en muchos casos llega con lanzamiento de confeti o haciendo sonar matasuegras.
Pero, el cotillón no siempre fue ese conjunto de accesorios para nuestras fiestas de Nochevieja, sino que en su día designó a un estilo de baile que practicaban los aristócratas europeos en sus fiestas en el siglo XVIII. De hecho, la palabra proviene del francés côtillon, que significa faldas o enaguas, y que hacía referencia al tipo de vestimenta que llevaban las mujeres en estas reuniones.
En estas fiestas aristocráticas del siglo XVIII eran habituales los disfraces y adornos para aportar un toque diferente, pero en el que el cotillón era también un baile con el que normalmente acababan estas reuniones sociales, en el que las parejas formaban un cuadrado e iban cambiando, lo que potenciaba la socialización y el coqueteo entre diferentes asistentes. Este, además, se considera el precursor del square dance americano o la cuadrilla.
Este baile era considerado el mejor cierre para estos bailes de la sociedad aristocrática, que se acompañaba además con música animada y que también han replicado en películas y series de época.
De dónde viene la tradición del cotillón en Nochevieja
No sería hasta el siglo XX cuando el cotillón pasó de ser un baile o un tipo de falda a un conjunto de accesorios para las fiestas de Nochevieja, en las que se despide el año, y esto tiene su sentido si vemos que en varios de ellos aparecen máscaras, colores y algunos elementos que nos pueden llevar a recordar esos bailes aristocráticos.
En España se comenzó a asociar el cotillón enseguida con fiestas fuera de casa, celebraciones organizadas para despedir el año, en hoteles y salones, para luego democratizarse cuando comenzaron a venderse estos packs en tiendas especializadas en fiestas y supermercados, siendo habitual no solo verlo en bares, discotecas o cualquier lugar donde se celebre este fin de año, sino también en reuniones de amigos y familia en casas.
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