La teoría que cambió la forma de ver las venus paleolíticas: ¿fueron los primeros autorretratos de mujeres de la historia?
Son muchas cosas las que se desconocen de la etapa llamada prehistoria, de la que intentamos sacar respuestas a través de las pocas huellas que nos han quedado, como son las pinturas rupestres o las Venus paleolíticas, un conjunto de estatuillas femeninas que se han datado haber sido talladas durante el Paleolítico superior.
Las Venus paleolíticas vistas como ideales de belleza
Esto es, tendrían una datación entre 40.000 y 10.000 años, y todas ellas tienen características similares como la exageración de atributos femeninos, cabeza poco detallada o sin rostro, así como ausencia de extremidades definidas y de tamaño que no supera los 25 centímetros.
La primera de ellas fue descubierta a finales del siglo XIX, en la cueva de Brassempouy, en el suroeste de Francia, y a la que se bautizó como Venus de Brassempouy en el honor al lugar donde se encontró por Édouard Piette y Joseph de Laporterie, y que tendría aproximadamente 25.000 años.
Desde entonces se les atribuyó el nombre de Venus en referencia a la diosa romana de la belleza por ser vistas como una representación del ideal de lo bello en la prehistoria, así como un culto a la fertilidad, donde la Venus de Willendorf es su icono, una escultura que se encontró en 1908 a orillas del Danubio en el valle de Wachau.
La teoría de McDermott y Hodge McCoide sobre las Venus que pudieron ser los primeros autorretratos
Precisamente la Venus de Willendorf se tomó como referencia para una teoría que revolucionó la manera de mirar este conjunto de estatuillas, la que expusieron Leroy McDermott y Catherine Hodge McCoide en 1996 y que cambió el foco.
La teoría de McDermott y McCoide da otro punto de vista, y expone que estas estatuillas pudieron ser obra de mujeres que se representaban a sí mismas, con lo que podrían considerarse los primeros autorretratos de los que tenemos constancia.
Leroy McDermott y Catherine Hodge McCoide llegaron a esta conclusión tras tomar fotos desde los ojos de una mujer embarazada caucásica y hacer lo mismo desde la Venus de Willendorf, obteniendo en ambas fotos similares, con lo que esa distursión del cuerpo femenino que vemos en las estatuillas podría deberse a “una mujer que se mira a sí misma”, según afirmaban los autores de esta teoría.
“Es posible que desde que se descubrieron estas figuras simplemente las hayamos mirado desde el ángulo incorrecto”, argumentaban McDermott y McCoide sobre una explicación, que, aunque ofrece un punto de vista diferente y pone el foco en la mujer como autora, ha sido cuestionada y no ha sido dada por valida.
Sin embargo, como recoge la divulgadora de historia del arte Helena Sotoca en su libro Ni musas ni sumisas: Una revisión ilustrada de la historia del arte occidental con perspectiva feminista esta teoría hizo “caso omiso del androcentrismo para dejar a las mujeres un espacio de autoconocimiento y de creación artística”.
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