LaLiga, la Premier y la Bundesliga no quieren la protección de su copyright que propone la UE
Algunas de las ligas de fútbol más importantes de Europa, LaLiga, la Premier League y la Bundesliga, se suman a las críticas contra el filtro para todos los contenidos subidos a Internet que se negocia en la UE. Esta medida, incluida en el polémico artículo 13 de la nueva directiva europea sobre copyright, busca, en teoría, proteger negocios audiovisuales (como el fútbol) y evitar de forma automática que los contenidos que los usuarios suben a la red violen los derechos de autor. Sin embargo, las grandes ligas de fútbol europeas avisan en una carta que el filtro “refuerza aún más” a las grandes plataformas digitales, como Youtube o Facebook (que ha comenzado a retransmitir fútbol en algunas zonas del planeta).
La carta está firmada por 18 organizaciones en total. Además de las competiciones española, inglesa y alemana, la rubrican empresas audiovisuales propietarias de derechos de emisión del fútbol, como Mediapro, varias productoras de cine y organizaciones antipiratería, como el VAP austriaco.
Aunque reconocen la voluntad europea de equilibrar las relaciones entre los propietarios de copyright y las multinacionales tecnológicas, estas 18 organizaciones avisan a la UE de que si aprueba el artículo 13 habrá errado el tiro. Creen que el filtro “ha mutado de tal manera que ahora refuerza aún más el papel de los proveedores de servicios digitales en detrimento directo de los titulares de derechos” y “mina erróneamente la ley actual”.
Las ligas y empresas audiovisuales comparten uno de los argumentos en contra del artículo 13 esgrimido por más de 70 importantes desarrolladores de las tecnologías que dieron forma a Internet. Estos alertaron de que la tecnología de filtrado aún no funciona para discernir detalles que no atentan contra los derechos de autor sino que entran dentro la libertad de expresión (como la parodia o las remezclas); así como que su precio la hace prohibitiva para las pequeñas plataformas, por lo que imponer su uso reforzaría la posición de dominio de las grandes plataformas.
Así, la carta de las ligas de fútbol califica el filtro de contenidos como “un nuevo privilegio para ciertas plataformas que han dado pasos específicos para evitar las violaciones de copyright en sus servicios (pero que no han conseguido hacerlo de manera efectiva)”.
Así afectará al fútbol el nuevo copyright
La directiva sobre copyright se encuentra en uno de los últimos pasos de su negociación. El Parlamento, la Comisión y el Consejo europeos están inmersos en los denominados trílogos, conversaciones a puerta cerrada de las que saldrá un texto final que deberá ser aprobado en última instancia por el Pleno de la Eurocámara.
De aprobarse, las nuevas normas afectarán directamente a los contenidos sobre fútbol de alta competición que se suben a las redes sociales o plataformas de vídeo como YouTube. La directiva equipara el fútbol a una obra intelectual y establece que “sólo el organizador del evento deportivo tendrá derecho a grabar, publicar, reproducir o compartir vídeos y fotos del evento en concreto”.
Sumado al artículo 13, que obliga a todas las plataformas digitales que permitan subir contenidos a sus usuarios a instaurar un filtro automático que censure sus posibles violaciones del copyright, el resultado es que los selfies o vídeos que suba el público asistente a los estadios podrían ser identificados por los algoritmos como contenido protegido y por tanto censurados. Como denuncian las ligas de fútbol en su carta y habían avisado antes numerosos expertos, la tecnología de filtrado provoca falsos positivos con frecuencia.
La directiva también recoge que las plataformas deberán establecer mecanismos de reclamación efectivos que permitan a sus usuarios impugnar una decisión determinada del filtro automático. No obstante, esta reclamación se produciría una vez que el contenido ha sido vetado, por lo que se altera el orden actual en el que solo se debe retirar un contenido tras una denuncia de violación de copyright por parte del propietario.
En la práctica, la aprobación de la directiva podría suponer que los selfies o vídeos desde las gradas de un evento deportivo como un partido de fútbol se publicarían horas o días después de haber sido subidos, una vez que el mecanismo de reclamación hubiera dictaminado que, efectivamente, no suponen una violación de copyright. Es la misma situación que enfrentan todos los contenidos subidos por los usuarios en espacios donde se llevan a cabo eventos protegidos, como los conciertos.
Todos contra el artículo 13
La crítica de las ligas se suma a una larga lista de posicionamientos en contra del artículo 13, que llegan desde casi todos los sectores.
Google (propietaria de YouTube) ha avisado que, con el texto que negocia Bruselas, habría tenido que censurar incluso el éxito mundial Despacito. “A menudo, ni siquiera los propietarios de los derechos de autor se ponen de acuerdo sobre quién posee qué derechos. Si los propietarios no pueden ponerse de acuerdo, es imposible esperar que las plataformas que alojan este contenido tomen las decisiones correctas”, expuso la directora general de la plataforma de vídeo, dejando caer que su empresa podría optar por la decisión fácil: capar por defecto el acceso a su plataforma desde la UE.
Desde la sociedad civil las protestas también han sido sonoras. En España, la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) ha lanzado esta semana una campaña para frenar la directiva: “Deja el control de los contenidos de Internet en manos de algoritmos y de empresas privadas, lo que causará una retirada masiva de contenidos lícitos que no vulneran los derechos de autor, pero que serán borrados de forma preventiva”, denuncian. Otras 30 organizaciones de defensa de los derechos digitales de todo el mundo, como el grupo hacktivista español Xnet, han vuelto a cargar contra las nuevas normas en otra carta enviada a Bruselas.
“Ya no se puede negar razonablemente: el artículo 13 estaba equivocado desde el principio”, ha expresado la eurodiputada Julia Reda, del grupo de los Verdes del Parlamento Europeo. “En lugar de resolver un problema específico y bien identificado, los legisladores intentaron usar la ley de derechos de autor para reequilibrar el poder entre varias grandes industrias, sin considerar el daño colateral que estaban causando”, evalúa Reda, miembro del Partido Pirata alemán y una de las caras más visibles contra la directiva desde que se incluyó el artículo 13 en 2017.
Al favor: los autores, los editores... y España
Solo las entidades de gestión de derechos de autor, como la SGAE, y algunas organizaciones representantes de los creadores defienden el texto actual de la directiva sobre copyright. A ellos se unen editores de medios de comunicación, puesto que la ley incluye una traslación a las normas comunitarias del canon AEDE español, y que les permite cobrar una tasa a los agregadores de noticias por enlazar a sus contenidos.
El Gobierno español, tanto con el PSOE como con el PP en la etapa anterior, se ha mostrado partidario del artículo 13. El ministro del Cultura José Guirao llegó a desplazarse a Bruselas para hacer campaña a favor del texto. En general, el Consejo Europeo (representante de los ejecutivos nacionales en las negociaciones) ha mostrado una posición dura a favor de endurecer la actual regulación de los derechos de autor.