Postbot, el robot amigo de los carteros en Alemania
“Tengo mucho trabajo”. El cartero berlinés no quiere hablar de sus condiciones laborales. Entra en cada portal después de aparcar su bicicleta. Parapetada con bolsas para transportar documentos en la parte trasera y provista de un maletero de tamaño considerable en la parte delantera, la bici parece bastante pesada. “No lo crea, al menos esta bicicleta es de las eléctricas”, comenta a eldiario.es este apresurado empleado de la Deutsche Post, la empresa de correos de Alemania. Esta cuenta en todo el país con 10.500 e-bikes.
En busca de soluciones para mantener a sus empleados más tiempo en forma, la Deutsche Post ha creado el Postbot. Se trata de un robot que parece un armario dotado de pequeñas ruedas, capaz de transportar hasta 150 kilos de peso en sobres y paquetes que protege en su interior. Un carro de los que habitualmente empujan los carteros en la última fase de la entrega puede llegar a pesar 70 kilos.
Estos robots se han dejado ver en las últimas semanas en Bad Hersfeld, una pequeña ciudad de unos 30.000 habitantes situada en el centro alemán, a orillas del río Fulda. La prueba de Deutsche Post con estos robots se ha desarrollado en los barrios donde la entrega del correo se hace a pie. Los “Postboten” son capaces de seguir el paso a los carteros para asistirles en el transporte de las entregas del día. La idea es que esos robots con forma de mueble lleven las pesadas cargas de paquetes y correo siguiendo al cartero durante el reparto. El empleado se ahorra, por tanto, asumir agotadores desplazamientos cargando con carritos o bicicletas que van hasta los topes de correo.
En Bad Hersfeld, los robots han estado de prueba seis semanas. Sus jornadas de trabajo en la calle duraban cuatro horas y por las noches, sus baterías eléctricas debían de ser recargadas. El Postbot “es un robot acompañante que reconoce las piernas del cartero y le sigue automáticamente”, dicen a eldiario.es desde la Deutsche Post. Está “desarrollado especialmente para nuestras necesidades” según la compañía, pero “a partir de los robots que produce la empresa francesa Effidence”.
Effidence es una empresa tecnológica con sede en Romagnat, una pequeña población situada en el oeste de la región gala de Auvernia-Ródano-Alpes. Allí se fabrica la base de los Postboten. A saber, la plataforma sobre la que reposa la estructura en forma de mueble de los robots carteros. En esa plataforma se sitúan los sensores que permiten el reconocimiento de la persona a la que sigue el vehículo.
Robots colaborativos al servicio de los carteros
“Son robots colaborativos, es decir, robots que siguen a personas en tareas de logística, en el exterior o en el interior”, explica a eldiario.es Cédric Tessier, co-fundador, presidente y director general de Effidence. La base que fabrica su empresa es capaz de transportar hasta 300 kilos de peso. Cuando se le añade una estructura, como ocurre en el caso del Postbot, pierde en capacidad de carga el equivalente al peso de dicha estructura añadida.
Fundamental en su funcionamiento son los sensores que hacen a este robot capaz de reconocer a la persona que acompaña. Cuando esta tiene que desplazarse en espacios abiertos, donde es posible que otros individuos se crucen entre el robot y el acompañado, existe el riesgo de que la máquina pierda su particular vínculo con “el amo”. Por eso Effidence ha desarrollado una solución a través de una etiqueta electrónica.
La lleva “la persona acompañada y asegura la conexión por radio entre el acompañado y el robot”, precisa Tassier. La máquina, además, está concebida de modo que puede “reaccionar ante innumerables objetos cercanos”, apuntan desde la Deutsche Post.
El robot de Effidence ha sido adaptado como solución por la empresa de Correos de Francia, La Poste. Entre los clientes de Effidence también figuran la Société Nationale des Chemins de Fer Français (SCNF), la compañía de ferrocarriles de Francia, y la compañía de ingeniería gala Bouyges. Su precio no supera los 30.000 euros.
El ritmo favorable de venta registrado hasta ahora constituye una de las claves para entender por qué este año Effidence tenía como objetivo escribir en sus cuentas una cifra de negocio por encima del millón de euros. En 2016 el volumen de negocio de la empresa fue de 600.000 euros.
“Una clara descarga” para los carteros
“El mercado está maduro. En el mundo industrial existe ahora un interés por las soluciones robóticas”, según explica Eric Ploujoux, el responsable comercial de Effidence. En este contexto, Deutsche Post -un grupo que emplea a más de medio millón de trabajadores- ha de ser un cliente de lo más interesante para la empresa de Ploujoux, Tessier y compañía.
La empresa alemana reconoce que la incorporación de la tecnología de Effidence al día a día de los carteros en Bad Hersfeld ha sido un éxito. Las pruebas se han desarrollado “sin problemas técnicos”, según la Deutsche Post. “Nuestra primera valoración de este primer test es positivo. Nos alegran especialmente las respuestas que nos han dado nuestros carteros, que han sentido una clara descarga corporal”, señalan desde la empresa germana. “Por esto el Postbot es de gran ayuda”, abundan en la firma.
En sus esfuerzos de comunicación, la Deutsche Post ha tenido a bien recordar que el robot no está diseñado para sustituir a futuros empleados. Frente al humano, el cartero robótico cuenta con una desventaja fundamental. Le faltan brazos y manos con las que introducir las cartas en el buzón. El Postbot tendrá que conformarse con ayudar.