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The Guardian en español

Mueren nueve ciervos por ingerir hasta cuatro kilos de plástico en una zona turística de Japón

Varios ciervos rodean a un vendedor de alimentos para los animales en Nara, Japón.

Justin McCurry

Tokio —

Las autoridades de la antigua capital japonesa, Nara, han advertido a los visitantes que no pueden alimentar a los ciervos salvajes, una importante atracción turística de la ciudad, tras registrar la muerte de varios de ellos por ingerir bolsas de plástico.

Se han encontrado grandes cantidades de desechos plásticos en el estómago de nueve de los 14 ciervos que han fallecido desde el mes de marzo, denuncia un grupo local de protección del medioambiente. Los turistas tiran las bolsas y los envoltorios, ignorando los carteles en inglés y chino que informan que solo se puede dar a los animales el alimento autorizado, conocido como senbei, y el cual se vende sin envoltorios plásticos en las tiendas locales.

Los miembros de la Fundación para la Preservación de los ciervos de Nara han descubierto bolsas y otros artículos de plástico en el estómago de los animales muertos, según ha informado la agencia de noticias Kyodo. Uno de los ciervos fallecidos había ingerido 4,3 kilos de plástico.

Los animales se sienten atraídos por el olor a comida que proviene de las bolsas desechadas por los turistas, que acuden a Nara para ver sus santuarios y templos e interactuar con aproximadamente 1.300 ciervos que merodean libremente en el parque principal de la ciudad.

Rie Maruko, veterinario y miembro del grupo de protección medioambiental, sostiene que las bestias murieron de inanición después de que el plástico y otros objetos extraños lesionaran su sistema digestivo complejo.

“Los ciervos que fallecieron estaban tan delgados que pude sentir sus huesos”, ha señalado Maruko a la agencia Kyodo. “Por favor, no los alimenten con algo que no sea las galletas senbei”.

Los ciervos de Nara tienen la reputación de atacar a los visitantes que juegan con su comida o que se intentan hacer selfies con ellos. Los animales se consideran mensajeros divinos y fueron designados tesoro natural en 1957.

Las autoridades locales han afirmado que, considerando el fuerte incremento del turismo en la ciudad, intensificarán sus advertencias sobre la alimentación a los ciervos con productos no autorizados. El número de visitantes internacionales a la región de Nara se ha multiplicado por diez desde 2012, resultando en 2.09 millones de turistas en 2017.

Traducido por Victoria Villavicencio

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