Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

Siria: once años bajo las bombas

La guerra de Siria llega a su undécimo año

Conforme el tiempo pasa, la guerra siria ha dejado de copar los titulares. En realidad, no es nada nuevo. Todos los conflictos, cuando se perpetúan, crean un efecto fatiga. Ello no nos debe hacer creer que la situación sobre el terreno se haya normalizado y que no se sigan produciendo víctimas o desplazamientos de población. La invasión de Ucrania la ha devuelto, en cierta medida, al primer plano, ya que ahora la población ucraniana está padeciendo en sus propias carnes la brutalidad de los bombardeos rusos sobre barrios civiles y el asedio de sus ciudades, cuya resistencia se pretende reducir por inanición. Como ya hiciera en Siria, Rusia demuestra un nulo respeto por las convenciones internacionales y perpetra crímenes de guerra y de la humanidad que, esperamos esta vez sí, sean perseguidos para no quedar impunes.

En el caso de Siria, la intervención militar rusa logró su principal objetivo que no era otro que apuntalar en el poder a su máximo aliado regional: Bashar al-Asad, que hoy tiene el triste privilegio de dirigir un país devastado e inmerso en la pobreza. Gracias a dicha ayuda, Rusia ha vuelto a Oriente Próximo por la puerta grande y ha intensificado sus relaciones con buena parte del mundo árabe a través del desarrollo de sus relaciones comerciales y la venta de armamento. No sólo ha conseguido estrechar lazos con sus socios naturales: los antiguos aliados de la Unión Soviética como eran Siria, Argelia o Irán, sino que además ha logrado algo mucho más importante: fortalecer su relación con países clave de la región que hasta entonces gravitaban en la órbita de EEUU como Turquía, Egipto, Israel o Arabia Saudí, con los que ha suscrito cuantiosos contratos armamentísticos.

Pero volvamos a Siria. Tras once años de guerra, no cabe duda de que Bashar al-Asad ha logrado imponerse a sus rivales. No obstante, el precio a pagar ha sido demasiado elevado, como demuestra el éxodo de más de más de la mitad de su población, que se han convertido en refugiados en los países del entorno o desplazados internos. Siria es, hoy en día, un país sin futuro con, al menos, un tercio de sus inmuebles e infraestructuras dañadas y con el 90% de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza. En cuanto al número de víctimas hace tiempo que dejaron de contabilizarse, pero, según diferentes estimaciones, superarían con creces las 600.000 personas. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ya ha identificado, con nombre y apellido, a 350.000 de ellas. El número de desaparecidos supera los 100.000, la inmensa mayoría en manos del régimen sirio y de sus aliados.

En este punto es necesario aportar algunas cifras para explicar la magnitud de la catástrofe. El Banco Mundial considera que la economía siria se ha contraído un 60% en esta década negra y que la inflación se ha disparado un 6.820%, lo que ha colocado a 12,4 millones de habitantes en situación de inseguridad alimentaria. La depreciación de la lira con respecto al dólar, por su parte, parece no tener fin. El cambio oficial pasó de las 50 liras por dólar de marzo de 2011 a las 3.500 en diciembre de 2021 lo que implica una pérdida de su valor del 98%. Los sectores que tradicionalmente representaban los motores de la economía como los servicios, la industria, la agricultura o el turismo han colapsado como consecuencia del conflicto y las inversiones extranjeras se han esfumado por completo.

A esta desesperada situación debe sumarse una nueva sequía que está azotando el país, la de mayor intensidad en los últimos 70 años. Las elevadas temperaturas y la ausencia de lluvias han provocado una pertinaz sequía que ha golpeado con especial intensidad al sector agrícola, uno de los pilares de la economía siria. En agosto de 2021, una coalición de ONG advirtió que cinco millones de personas se encontraban en una situación desesperada al tener dificultades para acceder al agua, la comida y la electricidad debido al descenso del cauce del río Éufrates que bañaba la Yazira, considerada el granero de Siria y en cuya cuenca erigió el Estado Islámico su califato yihadista. La guerra desatada por Rusia no hará más que agravar la situación, ya que Siria importa un 25% de su trigo de Ucrania y el veto a las exportaciones agravará, de forma irremediable, la situación de inseguridad alimentaria.

Sobre el autor:

Ignacio Álvarez-Ossorio es profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid y autor de “Siria. La década perdida” (Catarata, 2022)

Las personas refugiadas de Palestina que permanecen en Siria siguen siendo las más vulnerables en un conflicto que nunca acaba. Puedes ayudarlas en: www.refugiadospalestina.es

Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

Etiquetas
stats