Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
¿Cómo ha votado cada municipio de Catalunya desde 1980?
La acampada por Gaza culmina su segunda semana: “Seguiremos”
Opinión - Eurovisión y Europa, hundidas de la mano. Por Rosa María Artal

Viudas literarias

Jenn Díaz/DK

A veces la culpa de todo la tiene Yoko Ono; otras veces, no. Lo que quiero decir es que hoy en día hay un subgrupo literario que protagonizan las viudas de los escritores, y a veces nos vemos obligados a odiarlas pero otras lo único que hacen es seguir profundizando en la memoria, obra y personalidad de sus compañeros. Raramente es noticia que el viudo de una escritora sea relevante y dé escándalos. Sin embargo, las señoras que estuvieron al lado de José Saramago, Roberto Bolaño, Camilo José Cela, Jorge Luis Borges o Francisco Ayala están en primera línea, en el foco de interés de muchas noticias.

No, no todas son iguales. Hay buenas y malas, y hasta mártires. En el lado de las señoras, y digo señoras porque se comportan como tales, tendríamos a Pilar del Río y Carolyn Richmond, defendiendo a capa y espada el oficio de sus maridos, que fueron grandes hombres de las letras. En el lado de las brujas, y digo brujas porque se comportan como tales, tendríamos a Marina Castaño y quizá a Carolina López. Aunque esta última es la viuda oficial de Roberto Bolaño (que por lo visto también hay oficialidad en algo así), por lo visto llevaba tiempo separada del chileno y la mujer que lo acompañó en sus últimos días fue Carmen Pérez de Vega, a la que según se sabe Carolina ha intentado eliminar de la historia. Además de no publicar las obras en el orden y a la manera que quiso Bolaño, dio carpetazo a Anagrama. La Kodama está ahí, en medio, sin saber muy bien si es una señora o una bruja, porque a veces parece una cosa y otras veces otra, pero no queda duda de que pelea como una leona por la obra de Borges; en ocasiones hasta límites que rozan el ridículo.

En cuanto a las mártires, encabezan la lista las viudas de Tolstói y Larsson. La esposa de Tolstói, después de haber mecanografiado hasta tres veces Guerra y paz, que no es cualquier tontería, supo que los derechos habían sido cedidos al pueblo ruso. Y la viuda del exitoso Larsson, al no haber formalizado su relación, se quedó sin ningún tipo de derecho, derechos que fueron a parar al padre y el hermano del escritor, con los que hacía años que no tenía contacto.

¿Qué herencia dejan los escritores a sus mujeres y qué papel tienen después en la obra? Y sobre todo, ¿qué derechos tienen y cómo los usan? En el lado de las buenas, en el lado de las malas, las mártires…

Etiquetas
stats