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Ruta de 'foodies' por ocho restaurantes imprescindibles de Granada

Pastilla de jabón de leche de almendras en Arriaga, Granada.

Nacho S. Corbacho

La Fábula- Calle San Antón, 28

http://www.restaurantelafabula.com/

La Fábula nació en el año 2007 en el hotel Villa Oniria, un precioso cuatro estrellas cercano a la Acera del Darro. Hasta 2010, su chef fue Álvaro Arriaga. Por allí pasó luego Javier Cabrera y, finalmente, fue Ismael Delgado quien tomó las riendas en 2011. Se trata de un chef que ha trabajado en diferentes países y compartido cocina con cocineros como Óscar Velasco o Santi Santamaría. Precisamente, en el restaurante Tierra de Toledo del fallecido Santamaría, obtuvo una estrella Michelín como jefe de cocina. Ahora ha convertido a La Fábula en toda una referencia en la gastronomía granadina gracias a una materia prima excelente y un cuidado exquisito del producto, que manipula “lo justo”, como cuenta el propio Delgado.

A pesar de su experiencia, el madrileño es de esos chefs que hacen poco ruido, de los que hablan a través de unos platos donde no tienen hueco los artificios ni las manipulaciones sin sentido. Y donde dos de sus principales características son la cocina de mercado y el producto de calidad. Por todo ello, la visita a La Fábula se basa, más que nunca, en sabores de alta cocina alejados de cualquier otra idea preconcebida de lo que podemos encontrar en Granada.

Cuenta con una carta llena de propuestas únicas, destacando especialmente los pescados como la corvina o el San Pedro que Delgado domina a la perfección. También las carnes, como el delicioso Jarrete de ternera. Eso sí, merece la pena dejarse llevar por un menú degustación donde no siempre todo es lo que parece. Además, siempre hay hueco para productos locales exquisitos para formar platos como la Ensalada templada de trucha de Riofrío con cecina y apio o una Molleja con crema de castañas y borraja. Lástima que a Granada aún le cueste apostar por restaurantes como este, cuya clientela es en un 80 por ciento turistas extranjeros.

Café Botánico. Calle Málaga, 3

http://botanicocafe.es/

Decir Botánico en Granada es hablar de palabras mayores. Y lo es porque este restaurante nacido en el año 2000 se ha convertido en toda una institución en la ciudad. Ubicado cerca de facultades como las de Derecho o Sociología y a dos pasos de la Catedral, el Café Botánico es un clásico granaíno. Forma parte de la ruta turística Granada Ciudad del Rock y en sus paredes cuelga de manera periódica la obra de jóvenes artistas.

Botánico fue uno de los primeros establecimientos en lanzar una cocina mediterránea con toques de fusión, algo que puede parecer habitual hoy pero que en los inicios del siglo XXI no lo era tanto. Además, su carta también tiene gran influencia de la cocina asiática y del Magreb.

Los fogones los domina desde hace cuatro años el chef Sebastián Ramírez, que propone un menú diario de lunes a viernes a mediodía, mientras que las noches y fin de semana son más de pedir a la carta. Mención especial merecen las sugerencias del día, en las que el cocinero aporta toda su creatividad e investigación haciendo lo que le apetece, creando así un laboratorio cuyos éxitos aparecen poco a poco en la carta cada vez que se renueva.

Una de las más exquisitas propuestas del Café Botánico son los Nems vietnamitas, cuyo ha éxito les ha hecho llevar muchos años ya en la carta. También destacan el Brick de salmón o el Cramble de manzana y frambuesa para el postre.

Los Diamantes. Plaza Nueva, 12

http://www.barlosdiamantes.com/about.html

Los diamantes es uno de esos bares que parecen llevar ahí toda la vida. En realidad, es casi cierto: el establecimiento original abrió allá por 1942, cuando ni la ciudad de Granada ni el mundo de las tapas era lo mismo. Allí cuentan que el secreto para tal longevidad es el buen servicio y su gran calidad. Quizás por eso cambian dos veces al día el aceite en el que se fríe el pescado fresco, con la intención de obtener siempre los mejores sabores del mar.

La fritura de pescado es una de sus propuestas estrella, aunque también destacan las gambas fritas, los sesos, las mollejas, los boquerones o las berenjenas. Además, hay almejitas, navajas, chipirones, rape frito, chuletas de cordero y, por supuesto, tomate aliñao. El negocio, ubicado en el 28 de la mítica calle Navas, ha dado un estirón en el último lustro y ha abierto nuevos locales con el mismo nombre en la calle Rosario, en Plaza Nueva y en el Zaidín (todos en Granada capital), así como uno más en Huétor Vega. Para que tengas dónde elegir.

Picoteca 3Maneras. Calle Sta. Escolástica, 19

https://www.facebook.com/picoteca3maneras

La Picoteca 3Maneras debe su nombre a tres formas de comer: con las manos, cubiertos o palillos. Y supone toda una declaración de intenciones en este bonito bar del Realejo granadino. Allí se va a probar muchos sabores, los que surgen de los guisos de toda la vida o de técnicas innovadoras y fusión. Todos responden siempre a esa característica cocina sin ataduras que predica su máximo responsable y chef, Antonio Rojas.

Tras su formación académica, el cocinero pasó por distintos restaurantes de lugares como la Reserva del Higuerón (Málaga) o Palacio de Luces (Asturias) de la mano de Fernando Martín, Premio Nacional de Gastronomía. Hasta que un día decidió independizarse. “Siempre quise montar algo con mis propias ideas”, cuenta Rojas, que cumplió su sueño a finales de 2014. Desde entonces, deja correr su creatividad en los fogones de este restaurante.

Manos, cubiertos y palillos son los tres apartados de una exquisita carta donde cabe un Salmorejo con tomate dulce y anchoa, el Fish & Burguer de atún, pan de semillas, aguacate y algas, el Ceviche Inca Azteca o la Fritura japo-andaluza.

Sus clientes más habituales saben que siempre hay que echar un ojo a las sugerencias del día, donde Rojas juega con productos de temporada, añadiendo siempre un punto arriesgado de fusión. Por si fuera poco, los domingo son jornadas dedicadas al arroz, que allí cocinan de numerosas y diversas formas, mientras que algunas noches al año se realizan cenas temáticas. E incluso hace unos meses pusieron en marcha las I Jornadas de cocina asturiana. “Me levanto cocinero y me acuesto cocinero, la cabeza no para nunca”, cuenta el chef. Gracias a ello, Granada tiene la suerte de contar con este estupendo rincón gastronómico.

Restaurante Arriaga. Avenida de la Ciencia, 2 (Centro Cultural Memoria de Andalucía)

http://www.restaurantearriaga.com/

Un pasillo acristalado a 60 metros de altura puede suponer el terror para quienes sufren de vértigo, pero también un paraíso... para los amantes de la gastronomía. Es lo que ocurre en el Restaurante Arriaga, ubicado en el edificio del Centro Cultural CajaGranada Memoria de Andalucía, referencia hoy ya en el skyline de la capital granadino. Su chef es Álvaro Arriaga, que con este establecimiento llevó la fusión entre la cocina vasca y la mediterránea a un nuevo destino gracias a la magia que realiza en los fogones.

Akelarre, Ambría o Taberna El Alabardero son algunas de las cocinas por las que Arriaga pasó antes de poner en marcha el restaurante de Granada hace ya siete años. Cuenta con diversos menús degustación donde la sorpresa llega en forma de platos, maridados en muchas ocasiones con ricos vinos granadinos.

Dice el cocinero donostiarra que el aburrimiento no puede formar parte de la cocina y con sus propuestas lo cumple a rajatabla gracias a propuestas como Salchicha de txangurro, Cacahuetes de foie, Lubina con arena, Falso canelón de gamba roja con espuma de bechamel o Tortas de camarones sin harina. Ideas hechas plato que han llevado al establecimiento a lucir un Sol Repsol. Cocina de altura. Literalmente.

Caradura. Plaza de la Ilusión esquina con Calle Recoletos

www.caradurabistrot.com

En Granada buena parte de la cocina pasa por la clásica tapa. Y por los lugares habituales del tapeo como el entorno de la Plaza de Toros o de La Catedral y barrios como el Albaicín o el Realejo. Sin embargo, fuera de esas fronteras invisibles hay otros lugares donde la cocina ha tomado protagonismo con propuestas diferentes. Es lo ocurre en la Plaza de la Ilusión, muy cerca de la estación de tren y el barrio de Los Pajaritos. Allí nació hace no mucho Caradura, un bonito lugar con decoración industrial donde la cocina tradicional tiene toques cosmopolitas.

Su impulsor es también el chef donostiarra Álvaro Arriaga, que ha creado en este lugar un restaurante más informal y de barrio. De hecho, su propia clientela es una mezcla de vecinos y turistas que buscan sacar punta a la gastronomía granadina.

Un menú diario que cambia cada semana y exquisitos platos del día llevaron a Caradura a ser considerado el Mejor Restaurante de Granada Gourmet en 2016. Tartar de salmón, tortillas de camarón, rodaballo al horno o churritos de pollo comparten carta con propuestas como el denominado La chuleta de Obelix: un chuletón de vaca vieja para dos personas. ¡Buen provecho!

Chikito. Plaza del Campillo, 9

http://www.restaurantechikito.com/

Dicen sus responsables que en el establecimiento se practica el “arte de hacer amigos” y que, por ello, es todo un templo a la amistad. Aún así, Chikito es mucho más. Cuatro décadas dando de comer a los granadinos han hecho que el restaurante se haya ganado un hueco en el corazón de la ciudad de La Alhambra.

Fue Luis Oruezábal quien abrió el local el 16 de marzo de 1976 y, desde entonces, son muchos quienes pasan por allí a degustar rica gastronomía y hablar de literatura. Desde 2015 una escultura de Lorca preside el lugar, un proyecto del propio Oruezábal, nombrado hijo adoptivo de la ciudad en 2015 y con la que se pretendía rememorar el espíritu del Café Alameda, ubicado antiguamente en el mismo lugar que ahora Chikito, en la Plaza del Campillo.

De corte tradicional en todos sus sentidos, el restaurante es un lugar con encanto especial. Uno de esos espacios que recuerda a la tradición, a comer sin prisas y disfrutar de tertulias sin atenciones al reloj. Entre sus principales recomendaciones destacan platos como Remojón granadino, Foie con laminas de manzana al Pedro Ximénez, Bacalao con bresa de pimientos, Rabo de toro y un exquisito Solomillo nazarí. Todo ello maridado con vinos de una bien seleccionada y cuidada bodega, que han hecho de este lugar un referente de calidad, esmero y sensatez gastronómica.

Hicuri Art Vegan. Plaza Girones, 4

https://www.restaurantehicuriartvegan.com

Seitan oriental con verduras, arroz basmati y curry, Cous Cous integral con verdura, Burger de legumbres con patatas, Tofu Bio con arroz basmati integral eco, salsa tamari, setas shitake, cebolleta y espinacas o Pisto con salchichas vegetales, patatas a lo pobre, pimiento, cebolla, berenjena, calabacín y tomate. La carta de Hicuri Art Vegan es tan extensa como sabrosa pero no, no busques carne porque no la hay. El restaurante es vegano por tres razones fundamentales: respeto a los animales, salud y cuidado del planeta. “Así aportamos nuestro granito de arena e intentamos hacer de éste un mundo mejor para todos sus habitantes”, cuentan en su página web.

Ubicado en el barrio del Realejo, Hicuri destaca por su estética desenfadada, exótica y literaria, plasmada en buena parte gracias al trabajo de diferentes de artistas. Fundamentalmente de El Niño de las Pinturas, omnipresente en esta zona de Granada que es su hogar. Y, más allá de ser una casa de comidas, también lo es de encuentro con calma y tranquilidad gracias a las tostadas, cafés, zumos y batidos naturales que se sirven. Además, Hicuri es también tienda, por si decides hacer tu alimentación un poco más sana también cuando cocines.

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