Entre el 9 y el 15 de agosto se celebra la quinta edición del festival Camallera, Canción de Autor, bajo el lema República de las palabras de verano, con la particularidad de que antes de que algunos de los nombres más destacados de la canción catalana actual suban al escenario, habrá actividades paralelas para comprender y debatir cuestiones como el derecho a decidir, la banca ética, presentaciones de libros y proyecciones, un recital poético ... Todo para abrir debate, para plantear preguntas, para hacer propuestas. Para avanzar.
Esta fórmula es exactamente la que siguen, sobre el escenario, el cantautor catalán Cesk Freixas y el valenciano Pau Alabajos, “una especie de diálogo con canciones”, nos explica Alabajos. El cantautor valenciano intercalará canciones de su último disco, Una amable, una triste, una pequeña patria, y anteriores, con los temas del Cesk, una recopilación de temas suyos y versiones de otros de maestros como Ovidi Montllor, Silvio Rodríguez, Raimon, Bob Marley ... Todo con el acento radical, coherente, claro y catalán, abierto y cañero de estos dos cantautores que van más allá de la canción protesta para entrar en un estadio algo más constructivo: la canción propuesta.
No se acaba de convencer la etiqueta de canción protesta...
Creo que nos sentimos más representados en la etiqueta “canción propuesta”. Efectivamente, hay muchos motivos para protestar, muchas injusticias cotidianas que denunciar, pero también sería necesario abrir una ventana de esperanza en los tiempos grises que corren…
¿Cada vez hay más cosas por las que protestar?
Sí, La Crisis, con mayúsculas y letras de hormigón, ha permitido que se aprueben leyes injustas en nombre de las demandas de la Troika europea al gobierno español. Cada vez es más fácil despedir a un trabajador del trabajo, cada vez los recortes se perpetran contra aquellos derechos básicos que la ciudadanía debería tener garantizados sí o sí, la corrupción está llegando a límites insospechados y está en juego el estado del bienestar. Un sistema económico como el capitalismo aumenta y profundiza en la injusticia social y en el desequilibrio económico, y ahora estamos viendo la cara más oscura del sistema…
¿Estamos en el buen camino?
Sí, afortunadamente, se están creando contrapoderes a nivel de base. Proyectos cívicos y políticos transversales que luchan por conseguir más justicia social. La gente se muestra cada vez más solidaria y eso es un motor para el cambio y para la transformación.
Vivimos en “reino de la ambigüedad”, como cantas, cada vez más descaradamente?
Sí, en mi pueblo se llama “quien esté bien, que no se menege” y creo que hay mucha gente que se ha aferrado al poder político para sacar rédito económico y para hacer un modo de vida. La corrupción es tan flagrante, que por ejemplo en el País Valencià, prácticamente 11 diputados del PP en Les Corts están imputados y acusados por delitos de corrupción. Si queremos un país con fuertes convicciones democráticas, estas actitudes deberían ser erradicadas, porque hacen que la ciudadanía pierda la fe en la política. Es increíble que nadie dimita, “dimitir no es un nombre ruso” que decía una pintada muy conocida…
En Valencia el “zapping” (informativo, mediático ...) sigue siendo todavía peor que en otros lugares ...?
Canal9 es el gabinete de prensa del PP pagado con los impuestos de los valencianos y valencianas. Además, se han permitido el lujo de despedir casi un millar de trabajadores, mientras los directivos se han comportado de manera irresponsable durante todos estos años. Durante la época del PSOE de 1989 a 1995, con listas de palabras prohibidas y boicots a trabajadores de la cultura como el gran Ovidi Montllor, hasta la época del PP, que es capaz de informar sobre la dimisión de Francisco Camps sin utilizar la palabra “dimisión”. O clausurar los repetidores de TV3 para eliminar y censurar el contrapunto informativo que suponía a la mentira cotidiana del PP y de la indignidad y la manipulación periodística de Canal9.
Cantas: “Vivimos con la conciencia tranquila porque hemos hecho todo lo posible para cambiar el mundo”. ¿Esto no es algo pesimista?
Hablo de muchísima gente que invierte grandes esfuerzos diariamente para conseguir un poco de justicia social. Gente que se arremanga la camisa y trabaja cotidianamente por los demás, para solidarizarse con los vulnerables y débiles. Esta gente puede irse a dormir cada noche con la conciencia tranquila, porque está actuando y viviendo con una gran dosis de generosidad, son héroes anónimos!
Luego, en esta canción, dices: “Ya no queremos refugiarnos detrás de las palabras, ahora pasamos a la acción”. ¿Cómo se hace para pasar a la acción?
Hay muchos campos en los que podemos ejercer nuestro contrapoder. Formar parte de entidades y colaborar con plataformas que se esfuerzan por garantizar una justicia social, desde diversos ámbitos, trabajar en red, vivir informado y con una conciencia crítica, todas estas actitudes ayudan a hacer nuestra sociedad más comprometida y solidaria.
El amor también puede ser una herramienta de protesta?
Es, de hecho, la más poderosa y revolucionaria. El amor es el carburante que nos hace mantenernos ligados emocionalmente a la sociedad de la que formamos parte, el amor es la gasolina que nos hace levantarnos cada mañana con ganas de cambiar las cosas y hacer de nuestro país un lugar más habitable y más digno.
¿Qué aportáis cada uno, tú y Cesk, al concierto?
Hemos tocado muchísimas veces juntos. Se trata de un concierto un tanto especial, como una especie de diálogo con canciones. Estaremos los dos sobre el escenario todo el tiempo y vamos haciendo una canción cada uno. Yo quizás hablo más concretamente de la realidad social y política del País Valenciano, por una cuestión de proximidad, y Cesk habla sobre el Principado y creo que es una manera interesante y complementaria de explicar lo que queremos y lo que nos parece injusto de nuestro País.
El festival de Camallera empieza a ser un clásico...
Ya es la quinta edición y la verdad es que cada vez está más consolidado. Se nota muchísimo el amor que se invierte en este festival. El director Pere Camps y toda la gente que hace posible estos conciertos quieren muchísimo la música de autor y esto se ve reflejado en cómo cuidan hasta el último detalle... ¡Estamos de enhorabuena, es un festival que dará mucho que hablar!
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