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Hasta el propio Echániz no se sabe ni el nombre de “sus” hospitales

Foto: EFE

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El acto central del 50 aniversario del hospital 'Virgen de la Luz' de Cuenca acabó siendo un evento deslucido, con poco público y donde, como indicaba desde hace varias semanas la Plataforma por la Sanidad Pública de Cuenca, “no había nada que celebrar”, y así parecía reflejarlo el aula magna de la facultad de Bellas Artes que estaba a media capacidad, en un acto al que no acudió ni el propio alcalde conquense, Juan Ávila, ni otros altos cargos que no fueran del Partido Popular.

La intervención principal del acto corría a cargo de José Ignacio Echániz, consejero de Sanidad, quien con su discurso pareció no tener claro donde estaba. En numerosas ocasiones al hablar del hospital conquense lo llamó 'Virgen de la Salud' (como el hospital de Toledo), ante las caras de sorpresa de sus compañeros de partido que no le corrigieron ninguna de las veces. Es evidente que los nombres son parecidos pero son un tipo de errores que no debe cometer la persona a la que pagan por ello y que debería conocer al momento el nombre de los centros que gestiona.

El alcalde pidió tener la palabra en el acto al ser la máxima autoridad municipal, algo que los organizadores del mismo le negaron, por lo que ya anunció que no iría al evento. Finalmente solo intervinieron responsables del Partido Popular, sin preguntas de la prensa.

Por tanto finalmente el acto contó con las presencias del portavoz del PP en el Ayuntamiento, Pedro García Hidalgo, el delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, el coordinador provincial de Servicios Sociales, Carlos Navarro, y durante diez minutos la del presidente de la Diputación de Cuenca y del PP en la provincia, Benjamín Prieto, que llegó tarde y pocos minutos después, antes del discurso de Echániz, ya estaba saliendo por la puerta.

El discurso del consejero hizo un repaso triunfalista de los 50 años de vida del centro. Destacando por ejemplo que el centro tiene hoy más camas que en 1964, cuando se abrió, pero sin recalcar que tiene menos que en 2011 (y es lógico que un hospital 50 años después tenga más servicios y mejores). A ese respecto previamente el gerente del centro, Francisco Javier Godoy, señaló que el número de camas disponibles no es relevante para prestar un servicio de calidad como el de Cuenca, así como que las actuales innovaciones sanitarias permiten que se pueda tratar a pacientes “fuera del hospital”.

El consejero también se refirió a la apertura del centro de salud Cuenca IV como uno de los logros en sanidad, sin referirse a que la apertura de este centro ha conllevado el cierre del centro de salud Cuenca III, que además estaba más cerca del centro de la ciudad y era más accesible. “El hospital es la gran empresa colectiva de Cuenca, un recurso de enorme importancia, querido y respetado, garante de la calidad de vida del paciente, con mucho futuro por delante”.

60.000 niños han nacido en el centro desde su construcción hace 50 años, que el año pasado atendió más de 2 millones de consultas externas, 8.000 operaciones y casi 13.000 ingresos hospitalarios con 900 partos. A pesar de su alta actividad en el gobierno de Cospedal más de 200 efectivos del hospital han perdido sus puestos de trabajo y se han cerrado cerca de la mitad de las camas, por lo que el acto tampoco contó con el apoyo de muchos de los 1.500 sanitarios que aún quedan trabajando en el 'Virgen de la Luz'.

Desde la Plataforma por la Sanidad se preguntan cuánto ha costado todo el evento y el ágape para los invitados, un dinero que bien podrían haberlo destinado en contratar personal para usar los equipamientos del centro y reducir así un poco las listas de espera de más de un año en algunas de las disciplinas, por lo que tanto para la Plataforma como para diversos colectivos ciudadanos y partidos políticos, “no había nada que celebrar”, en el desmantelamiento del 'Virgen de la Luz'.

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