València prevé ganar espacio peatonal a costa del tráfico privado y crear aparcamientos disuasorios
Una ciudad en la que la que se prioricen los desplazamientos a pie y en la que todos los barrios tengan una red de dotaciones equilibrada.
Estas son las premisas que establece la ordenación pormenorizada del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València, un documento que marca las necesidades futuras de cada zona de la ciudad y que se someterá a un poceso participativo.
El concejal de Urbanismo, Vicent Sarriá, ha presentado este martes el documento compañado del equipo de arquitectos encargado de eleborarlo. Sarrià ha explicado que entre los criterios que se han tenido en cuenta para elaborarlo, destacan el respeto a la huerta y el crecimiento dentro de la ciudad consolidada.
En materia de movilidad, la ordenación sienta las bases para conseguir una estructura de ciudad a la escala del peatón, mediante la jerarquización del tráfico rodado, ordenando cada área funcional a partir de la accesibilidad del peatón a los equipamientos y espacios libres.
Para ello, se establece la creación de “reservas de aparcamiento para reducir el espacio de ocupación en la vía pública y la conexión del barrio con redes de carril bici y transporte público”, según reza textualmente el documento.
Al respecto, Sarrià ha explicado que la idea es ir quitando poco a poco espacio al vehículo privado para el uso y disfrute de los viandantes: “Lógicamente, hay que dar una alternativa y en ese sentido se establece la creación de aparcamientos disuasorios en los accesos a la ciudad conectados a diferentes modos de transporte público, y la construcción de aparcamientos subterráneos o en altura en los barrios con más déficit de estacionamiento”, ha comentado el edil.
El nuevo PGOU prevé una ciudad de un millón de habitantes para los próximos 20 ó 25 años con 40.000 viviendas nuevas construidas sobre sectores ya aprobados, por lo que no crecerá a costa de nuevas recalificaciones de huerta.
