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La luz subirá un 3,2% en agosto con la reforma del Gobierno

El ministro de Industria

Belén Carreño

Pocas dudas quedaban que la factura de la luz reflejaría la anunciada reforma energética del Gobierno. Las medidas tomadas por Industria para “redistribuir” el coste del déficit de tarifa (la deuda histórica que el Estado tiene acumulada con las compañías eléctricas), trasladan parte de esta financiación al bolsillo de los consumidores y empresas.

El responsable del ramo, José Manuel Soria aclaró en rueda de prensa que la luz subirá tras la aplicación de la reforma aprobada hoy un 3,2%. Según la explicación repartida a la prensa que acompaña la reforma del sector, el recibo de la luz se quedará tras la aplicación de la reforma “similar al que tenía el año pasado por estas fechas”.

Según fuentes de Industria, esta subida será extraordinaria y tendrá lugar ya en el mes de agosto, mediante la aplicación de una orden ministerial. En septiembre se hará la subasta trimestral prevista para determinar de nuevo el precio de la luz, que es independiente de la decisión tomada hoy.

En el reparto de los costes, Industria ha repartido 900 millones de euros para una subida de peajes, el concepto que se traslada rápidamente a la factura de la luz. Otros 900 millones de euros irán a cargo de Presupuestos Generales y 2.700 a la reducción de los costes regulados, que asumirán las empresas con una merma de ingresos.

El recargo que asumirían las cuentas públicas ha sido el auténtico quebradero de cabeza de esta reforma, ya que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se negaba a aceptar un recargo en las cuentas públicas que se trasladara a déficit. A priori, el coste que deberían haber asumido las cuentas públicas era de 1.800 millones de euros, una cifra que Hacienda, tras una fuerte pelea con Industria, ha logrado reducir a la mitad.

Según ha afirmado el responsable del ramo, José Manuel Soria, al presentar su reforma estrella, si el Gobierno no tomara medidas para cambiar el sector, “iríamos a la quiebra del sistema o a una subida del 40% de la luz”.

Pese al alumbramiento de esta “pedazo de reforma”, en palabras de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el déficit de tarifa aún engordará este año entre 2.5000 y 3.000 millones de euros. Según fuentes de Industria, esta nueva deuda se ha generado durante estos primeros siete meses del año, hasta la entrada en vigor, mañana mismo, del paquete de reformas.

A diferencia de lo que sucedía hasta ahora, las eléctricas no podrán titulizar esta deuda que tendrá que “asumir” a un plazo de quince años vista hasta que lo vuelvan a repercutir paulatinamente en la factura. Esta es una de las cuestiones que más ha penalizado al sector hoy en bolsa, ya que la deuda es uno de los elementos que más lastra a las compañías del sector.

Además, la reforma cambia también radicalmente el escenario regulatorio para las energías renovables. Hasta ahora, la prima a este sector remuneraba la generación de energía (renovable) y ahora pasa a premiar un fijo por la inversión de la instalación que variará según el tipo de tecnología utilizada. Además, su rentabilidad pasará a ser del 7,5% en 25 años vista. Desde el sector advierten de que este es un atentado a la seguridad jurídica y se avecina una avalancha de denuncias.

El sector, que es un hervidero de protestas en twitter, asegura que esta no es una reforma que afronte la raíz del problema. Los expertos creen que en cuanto la demanda repunte y vuelvan a aumentar los costes de producción, el déficit de tarifa volverá a crecer. Además, no se afrontan retos como el de la dependencia energética de España.

Entre las medidas anunciadas hoy destaca además el cambio de nombre de la conocida, hasta ahora, como Tarifa de Último Recurso (TUR), que se renombra como “Precio Voluntario al Pequeño Consumidor”.

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