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Tres millones de casas hechas durante la burbuja incumplen la norma de eficiencia energética

La firma de hipotecas cae el 34 por ciento hasta marzo y suma 35 meses de descensos

Antonio Ruiz del Árbol

“España perdió la oportunidad de subirse a un tren de alta velocidad durante la llamada burbuja inmobiliaria que nos podía haber puesto a la cabeza de la sostenibilidad mundial en edificaciones. Pero no solo se construyeron demasiadas casas (casi cuatro millones entre 2001 y 2008 según el Ministerio de la Vivienda), sino que además son de muy mala calidad y no atienden los requerimientos mínimos en eficiencia energética”.

Esta opinión contundente fue expresada el 30 de mayo por el director general de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid, Carlos López Jimeno, durante un encuentro sobre “eficiencia energética en la construcción, infraestructuras y obra pública” organizado en un hotel madrileño por la multinacional ABB. El directivo señaló que “si bien el tren de alta velocidad ya ha pasado, ahora tenemos la oportunidad de subirnos a uno de cercanías”, en virtud de la norma (real decreto de certificación de la eficiencia energética de los edificios de 5 de abril) que obliga desde el día 1 de junio de 2013 a introducir las reformas de sostenibilidad y demostrarlo con un certificado, siempre que se vaya a vender o alquilar una vivienda.

López Jimeno fue extremadamente severo al calificar la actitud de “los promotores inmobiliarios”, de “los supervisores políticos” y “también de los compradores” durante ese período de vacas gordas. “No me cabe en la cabeza cómo cuando alguien va a comprar un coche que vale 20.000 euros, lo exige con elevalunas eléctrico, climatización o motor de bajo consumo, y después si se enfrenta a la compra más importante de su vida que es la vivienda, en la que va a gastarse 15 o 20 veces más, permite que se lo entreguen ”con ventanas mal terminadas, cerramientos ineficaces o fuentes de climatización contaminantes y caras“.

El director general fue implacable al describir la calidad de “tres de cada cuatro viviendas hechas durante la burbuja”. No solo los materiales fueron malos, sino que “los tambores de las persianas son un coladero de frío”, “para acceder al contador de electricidad, que es el que te permite conocer tu consumo, tienes que salir de tu vivienda y llegar a un cuarto que siempre está cerrado”, y “en los ascensores, cuyo consumo de electricidad en un 70% se lo lleva la luz del habitáculo, a nadie se le ha ocurrido poner un sensor que detecte presencia y que solo vale 20 euros”.

Certificado obligatorio

Certificado obligatorioCarlos López Jimeno cree que es un error pensar que la nueva exigencia de presentar un certificado de eficiencia energética en todas las viviendas que se alquilen o vendan en España “es una estratagema más de las administraciones para sacar dinero”. Por el contrario, entiende que es una oportunidad para mejorar la calidad de las casas “ahorrando energía y reduciendo emisiones”. “No se entiende que los electrodomésticos tengan una calificación y también un precio en función de su eficiencia y las viviendas, no”.

El directivo recordó que los nuevos certificados obligatorios tendrán un coste de entre 100 y 150 euros. También señaló la incongruencia de que en un país como España, con una actividad inmobiliaria tan importante, “no existan apenas especialistas que puedan analizar edificaciones construidas o proyectos de viviendas desde un punto de vista de su eficiencia energética”.

El alto cargo del Gobierno de Ignacio González fue igualmente severo en sus comentarios sobre la estrategia energética de Gobierno de Mariano Rajoy. Recordó que la dependencia exterior en este concepto de España es 23 puntos superior a la media de los países de la UE. Con este escenario “solo ahora, dentro de unas semanas el Ministerio de Industria y Energía nos va a reunir a los responsables de energía de las Comunidades Autónomas para presentarnos el modelo energético que propone”. En su opinión, ni este Gobierno ni los anteriores “han tenido una estrategia energética coherente”. Y como demostración de esta afirmación señaló que “en España tenemos el precio del kilovatio hora más alto de Europa, y a la vez arrastramos un multimillonario déficit de tarifa. ¡Si alguien lo entiende que me lo explique!”.

Política pueblerina

Política pueblerinaLos políticos de las comunidades autónomas mantienen una “actitud pueblerina” en materia energética, y parece que solo les interesa lo que ocurre en su territorio, según López Jimeno. En un momento en el que hay ajustes presupuestarios severos, cree que es imprescindible no frenar los proyectos de eficiencia energética. “En un primer momento requieren una cierta inversión, pero su amortización suele cubrirse en un plazo de tres años, y posteriormente los ahorros favorecen para el futuro a las cuentas públicas”.

En la Comunidad de Madrid hay mucho trabajo por hacer. López Jimeno puso como ejemplo la existencia de más de dos millones de viviendas energéticamente ineficientes o que “de 2.000 edificios que son propiedad del Ejecutivo regional, unos 600 todavía tienen calefacción de gasóleo, que es un 40% más caro que el gas natural y contamina el doble”.

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