La Central Nuclear de Almaraz trabaja en renovar su licencia tras el récord absoluto de producción en 2015
La Central Nuclear de Almaraz trabaja ya en su petición de renovación de la licencia de explotación más allá de 2020, cuando finaliza la actual, tras el “récord absoluto” de producción eléctrica registrado en 2015, con 16.705 millones de kilowatios hora generados por las dos unidades de la planta.
La producción de energía eléctrica bruta durante el pasado año correspondiente a la Unidad I fue de 8.777 millones de kWh, mientras que la Unidad II alcanzó los 7.928 millones de kWh, lo que suma una producción bruta total de 16.705 millones de kWh.
Con estas cifras, la central nuclear de Almaraz tiene una producción de energía eléctrica bruta acumulada desde mayo de 1981 -fecha de la puesta en marcha de la Unidad I- de casi 480.000 millones de kWh, según ha explicado el director de la planta, José María Bernaldo de Quirós, durante la presentación del informe de actividad correspondiente a 2015.
La central de Almaraz, que ha presentado un proyectado para la construcción de un Almacén Temporal Individualizado (ATI) para combustible gastado, dispone de una piscinas de combustible gastado en cada una de sus dos unidades, cuya saturación, según las previsiones, se alcanzará en 2018 y 2021.
A 31 de diciembre de 2015, el grado de ocupación de las citadas piscinas era del 84,52 y del 83,79%, respectivamente.
Durante el pasado año se registraron dos incidencias técnicas de carácter menor que fueron notificadas al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y que escasamente duraron 24 horas, según refleja el citado informe.
En el primer semestre de 2015 se llevó a cabo la vigésimo segunda recarga de combustible y mantenimiento general de la Unidad II, en la que se realizaron cerca de 9.000 actividades diferentes, lo que precisó de la incorporación de más de 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla habitual.
Por lo que respecta a la Unidad I, ésta mantuvo una operación estable durante todo el año, si bien hubo dos bajadas de carga para realizar trabajos de reparación en dos turbobombas de agua de alimentación.
Asimismo, se llevó a cabo en octubre un parada programada de cinco días para sustitución de la válvula de seguridad del presionador, mientras que en noviembre se efectuó una reducción de potencia hasta el 10 % para la reparación de una pérdida de vapor a través de un recalentador.
La Unidad II, que no tuvo ninguna parada automática del reactor, estuvo operando al 100% de potencia, a excepción de los 39 días que duró la citada recarga de combustible y otra de tres días con motivo de una prueba de operabilidad del generador diesel.
Nuevas medidas tras lo de Japón
En relación a los requerimientos y condiciones del Organismo Regulador Europeo de Energía Nuclear que se derivaron tras la catástrofe de Fukushima (Japón), Bernaldo de Quirós ha anunciado que antes del verano la central de Almaraz contará con un Centro de Apoyo y Gestión en Emergencia (CAGE), en el que se han invertido según la empresa 10 millones de euros.
Este centro, “una especie de búnker” ubicado en el perímetro interior las instalaciones, servirá para gestionar la planta ante la imposibilidad de hacerlo desde el centro del control principal como consecuencia de una hipotética emergencia.
El CAGE podrá albergar a 120 personas, desde donde gestionarán la hipotética emergencia que pueda producirse en alguna de las dos unidades de la CNA. Además, este personal podrá dormir y dispondrá de alimentos en el interior del mismo.
En relación con los otros requerimientos a las centrales nucleares europeas tras el accidente de Fukushima, De Quirós ha anunciado que en 2017 estará instalado el Sistema de Venteo Filtrado de Contención, con una inversión de entre 8 y 10 millones de euros y cuya finalidad es aliviar la presión del interior del reactor en el caso de que ésta aumente por una hipotética incidencia.
