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Qué e-moción, moción de censura virtual en Badajoz

Francisco Javier Fragoso, alcalde de Badajoz

José L. Aroca

Esto de entretenernos todos en algo que en realidad no existe tiene bastante de estéril. La últimas semanas algunos las han gastado en hablar y escribir sobre una presunta moción de censura en Badajoz que nadie se ha planteado en serio salvo, visto lo visto y así siguen sin cansancio, quienes la usan no para relacionarla con un posible problema de gestión en el ayuntamiento y la necesidad de buscar salidas, sino para tratar de evidenciar el desconcierto de una oposición a tres que pese a tener mayoría y según ellos argumentos, no llega a concretar.

Es uno de los ejemplos en que los medios de comunicación y los políticos gastamos nuestro tiempo, y el de los ciudadanos, no en la política aplicada a la solución de los problemas ciudadanos, sino en la esgrima vana de conseguir y conservar el poder, dando pábulo a dimes y diretes, y diálogos y entrevistas de besugo, donde el absurdo alcanza niveles que amenazan con volvernos a todos estúpidos.

Curiosamente esto de la no moción cogió fuerza en el momento que un ciudadano, que acude a la Fiscalía y reserva su nombre ante los medios de comunicación pero luego la propia Fiscalía lo revela, plantea ante la misma un montón de documentos relativos a 800 accidentes de tráfico en los que se dan coincidencias según él dignas de analizar por la Justicia.

Venía precedida además la queja por un montón de acusaciones o dudas planteadas por ciudadanos en redes sociales, que motivaron la denuncia desde el propio Ayuntamiento por presuntas calumnias contra el alcalde Fragoso.

A alguien se le ocurre la idea de sacar la moción de censura como señuelo, y todos al trapo.

Por si el espectáculo, en el buen sentido de entretenimiento, en torno al alcalde, otros concejales, ciudadanos críticos y demandas ante la Justicia fueran pocos, nos desayunamos con que mientras son públicas y notorias las diferencias entre los tres líderes de la oposición en Badajoz, se nos presentaron amigablemente sentados en un desayuno por amor y compaña, lo que refuerza aún más la tontería de la moción de censura.

No se dan las condiciones de ninguna manera. Entre los tres líderes de oposición, PSOE, Recuperar Badajoz y Ciudadanos, hay unas diferencias de criterio político abismales que en algún caso llegan a lo personal, y de esto en Badajoz se sabe así como en muchos círculos fuera de esa ciudad.

Por tanto, si Ricardo Cabezas quisiera liderar antes de las próximas elecciones municipales una alternativa, con simulaciones de unidad como esa no se va muy lejos; en realidad no creo que a los votantes de ninguna de esas tres fuerzas les haya entusiasmado ese café compartido, forzado y artificioso, y quien tenga más seguidores es el que más perderá seguramente.

No se dan las condiciones, no hay coherencia ni política ni programática, por tanto no habrá moción de censura, ni próxima, ni lejana. Pero algunos ya han conseguido que no se hable de otra cosa. Toda una e-moción, electrónica y virtual, fabricada al gusto.

Aquellos muertos y estos otros

Esa Extremadura oficial, de opinión publicada que se quiere convertir en pública, se perdió sin embargo el espectáculo formidable y enriquecedor que el Parlamento regional regaló días atrás al retransmitir la entrada del sol durante el solsticio de verano en la cámara mortuoria de Huerta Montero, Almendralejo, de la Edad del Cobre.

Aquellos extremeños de hace 4.600 años, que en esta tierra tachada de atrasada ya realizaban cálculos para alinear edificios con el sol en un día concreto, honraban a sus muertos dándoles un privilegiado lugar alumbrado de esta forma mágica una vez al año. Poco que ver con esos nuestros muertos recientes, aún desperdigados anónimamente por cunetas y campos de mala manera tras un levantamiento golpista al que todavía honran sin desparpajo altos cargos extremeños del partido que gobierna España.

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