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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Albert Rivera busca recuperar la iniciativa con su pacto a tres con PP y PSOE

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y el del PP, Mariano Rajoy, en octubre en Moncloa.

Andrés Gil

“No apoyaremos a Rajoy ni a Sánchez”, decía Albert Rivera en campaña; “el bipartidismo ha lanzado la operación 'salvar al soldado Sánchez' para blindarse”; “el cambio sólo se puede producir sin PP y ni PSOE”. Pero ahora el discurso es otro. Rivera argumenta que tanto los resultados electorales como el preacuerdo entre la CUP y Junts pel Sí dibujan un escenario político “excepcional”.

Ciudadanos arrancó el año con un 3% en las encuestas, y desde febrero hasta noviembre ha ido jalonando el año con propuestas programáticas a la vez que los sondeos les aupaban a los primeros puestos. Pero, como reconocen sus dirigentes, llegó a la campaña sin sorpresas. Y también a la defensiva, sin brillar en los debates y, sobre todo, por la polémica creada por su idea de suprimir las penas específicas para los crímenes machistas, agudizada por su ya diputado por Cantabria, Carlos Pracht, quien dijo: “Hay cárceles de mujeres y violencia de mujeres, como las yihadistas”, al ser preguntado por La Sexta. Y, a continuación, sin ni siquiera ser preguntado por la interrupción voluntaria del embarazo, sentenció: “El aborto es violencia”.

Con esos mimbres llegó Rivera al último día de campaña, en el que dio un giro a su estrategia y anunció que se abstendría en la sesión de investidura si no ganaba las elecciones, cosa que ha ocurrido tal y como anunciaban todas las encuestas publicadas en los últimos meses.

Rivera cuenta con 3,5 millones de votos, casi un 14%, y 40 escaños “de hombres y mujeres libres”, como le gusta decir. Pero no son decisivos: ni su abstención ni su voto afirmativo serviría para investir a Rajoy ni a Sánchez. Sólo puede haber Gobierno y legislatura con el concurso de tres de los primeros cuatro grandes partidos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.

Y en ese escenario es donde Rivera está buscando recuperar una iniciativa que le ha costado tener en las últimas semanas. Su último giro, este miércoles, ha sido proponer a PP y PSOE una mesa de negociación para garantizar “que arranque la legislatura sobre tres ejes: la unidad de los españoles, la regeneración democrática y la estabilidad económica”.

“España se encuentra ante dos grandes desafíos: el secesionista con el pacto entre las CUP y Artur Mas; el de los populismos. Dos grandes desafíos que se pueden aprovechar de la situación de inestabilidad y debilidad de un Gobierno en funciones y un Parlamento inestable. Nosotros creemos que podemos ser útiles para que se sienten PP y PSOE y se desatasque la situación”, ha afirmado Rivera.

El presidente de Ciudadanos ya ha hablado de ello con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Y el líder del PSOE, según fuentes socialistas, se ha mostrado reacio al pacto a tres. Sánchez, afirman en el PSOE, “ha informado a Rivera del voto negativo de los socialistas a Rajoy y al PP y han intercambiado opiniones sobre los resultados de las elecciones. Pedro Sánchez ve necesaria la pluralidad en la formación de la Mesa del Congreso y agotar todas las posibilidades antes de la convocatoria de elecciones”.

La negocación, según Rivera, “no ha de ser bilateral, ni por teléfono ni por SMS, sino que ha de involucrar a los equipos y las direcciones de los partidos, por encima de las disputas internas, porque España es más importante que los partidos. Me parece secundario qué miembros de la mesa de Congreso puedan configurarse después de un acuerdo de mínimos, lo primero es saber si habrá legislatura y no podemos repartir cargos. No se trata de comprar votos a cambio de cargos, me importan más que las sillas los cambios de España. Hay que mojarse primero si queremos legislatura, unión y hoja de ruta de regeneración”.

Así, Rivera, no ha descartado la hipótesis de entrar en el Gobierno: “No estoy hablando de tripartitos, sino de ponernos a trabajar. No estoy repartiendo sillones ni ministerios ni sercretarios en la mesa del Congreso. Primero es sentarnos, llegar a acuerdos y luego ya veremos”. ¿Entonces? “Yo dije que no pediría entrar en un Gobierno si no era el más votado”. Pero, ¿y si se lo piden? “Yo no estoy pidiendo un tripartito. Ahora la situación es diferente, el acuerdo entre Mas, ERC y las CUP de anoche merece una respuesta de los partidos constitucionalistas. Si los secesionistas se ponen de acuerdo, ¿por qué no nos ponemos nosotros? Veremos. Ahora no estamos hablando de nombres, sino de estabilidad y reformas. Si se llega a un acuerdo en eso, y pido a PSOE y PP que lo hagamos, ya se verá lo demás. Tenemos la oportunidad de abordar que la unidad de los españoles no está en juego. Para que empiece la legislatura, hace falta que el PSOE permita que empiece la legislatura. Si hay bloqueo, no habrá reformas ni cambios”.

Rivera se verá este lunes con Rajoy en Monloca después de que éste se haya visto con Pablo Iglesias. Ni Rajoy, ni Sánchez ni Rivera quieren repetir las elecciones. La incógnita está en saber si el plan del presidente de Ciudadanos será la salida que los tres necesitan o no. De momento, Rivera busca recuperar una iniciativa que hace tiempo parecía haber perdido.

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