España pide a la UE un decálogo para “los mil primeros días” ante la obesidad

La ministra española de Sanidad, Dolors Montserrat, pidió hoy a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) que se sumen a un decálogo de hábitos saludables para los “1.000 primeros días”, un periodo que consideró “fundamental para la prevención de la obesidad”.

“España propone a los Estados miembros la creación de un decálogo de los '1.000 primeros días', desde la gestación y embarazo hasta los dos años de vida del menor”, dijo Montserrat durante un debate en el Consejo de ministros de Sanidad comunitarios celebrado hoy en Luxemburgo.

Según Montserrat, “el auge del sobrepeso y la obesidad en la infancia” es “un problema relevante de salud publica que nos afecta a todos los Estados miembros”.

En este sentido, destacó los esfuerzos de España para reducir la prevalencia de casos de obesidad y sobrepeso en niños y adolescentes, aunque recordó que las cifras aún son elevadas.

El 4,7 % de los adolescentes españoles de entre 11 y 15 años es obeso, una enfermedad que afecta a más de 1,4 millones de menores en Europa, de acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en mayo.

El exceso de peso infantil en España se ha reducido en 3,2 puntos porcentuales en cuatro años, al pasar del 44,5 por ciento registrado en 2011 al 41,3 por ciento en 2015, según el Estudio Aladino de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España, de noviembre de 2016.

“Esto nos preocupa”, admitió Montserrat y resaltó que el Gobierno desarrolla un plan nacional de colaboración para la mejora de la composición de alimentos y bebidas.

El decálogo propuesto “permitiría sintetizar de manera sencilla de recordar, pero con conceptos sólidos, los hábitos saludables, hacerlos comunes en todos los Estados”.

“Aumentar la ingesta de alimentos y bebidas con menos sal, grasas saturadas y azúcares añadidos, facilitando al consumidor que la opción más fácil sea la más saludable, es un reto ineludible para hacer frente al sobrepeso y la obesidad en la infancia”, afirmó y subrayó la importancia de “la cooperación pública y privada”.

En la reunión, los ministros publicaron un texto en el que piden desarrollar medidas coordinadas a nivel local, nacional y comunitario contra la obesidad infantil, con acciones orientadas a reducir la exposición a la promoción comercial en las redes sociales y la divulgación de hábitos saludables.

El comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, afirmó que “los ministros solos no pueden luchar contra la obesidad” y apostó por “un enfoque global” que implique también a los titulares de Educación, Agricultura y Finanzas, la industria y las organizaciones.

Hizo hincapié en la necesidad de “garantizar una alimentación saludable y asequible” para todas las familias y “premiar a las empresas” que apuesten por alimentos con menos grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal.

En un texto aprobado hoy en el Consejo, los ministros afirman que en Europa “la obesidad infantil está estrechamente relacionada con el estatus socioeconómico de los padres”, por lo que insisten en que los alimentos saludables deben ser asequibles para todas las familias.

También inciden en la necesidad de actuar en el ámbito de la información nutricional, “para hacer frente al desequilibrio existente entre el marketing de las empresas privadas frente a las agencias públicas, para que los niños tengan una opinión informada de los valores nutricionales”, afirmó el ministro de Sanidad de Malta, Chris Fearne, en una rueda de prensa posterior al encuentro.

“El marketing modifica la percepción de los niños respecto de los alimentos. Es urgente actuar a nivel de la publicidad y las redes sociales para reducir esa exposición de los niños a alimentos que no cumplan con las obligaciones nutricionales”, añadió.

Durante la reunión, la ministra española mantuvo varias reuniones bilaterales con sus homólogos de Estonia, Francia y Portugal en las que habló de la candidatura de Barcelona para albergar la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que deberá desplazarse de Londres tras el “brexit”, la salida del Reino Unido de la UE.

Está previsto que los países aprueben el procedimiento para la reubicación de las agencias con base en el Reino Unido al margen de la cumbre de líderes comunitarios que se celebrará el jueves y el viernes próximos en Bruselas y que la decisión final se tome en otoño.