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Reino Unido rechaza a un apátrida y le dice que vuelva a su país

Mohamed Al Mustafa. The Guardian.

Kate Lyons

Reino Unido ha negado protección a un hombre que ha sido apátrida durante 31 años después de la negativa de Interior a aceptar que era originalmente de Palestina, a pesar de haberle recomendado volver allí en dos ocasiones.

Mohammed Al Mustafa tenía cinco años cuando mataron a su hermano y sus padres decidieron salir de Palestina. No tenían documentos de identidad y ha vivido sin estatus legal en Siria, Irak, Egipto, Libia, Italia y Francia antes de llegar en 2010 a Reino Unido. Sus padres han fallecido.

Al Mustafa, de 36 años, pidió asilo en Reino Unido en 2010. El Ministerio de Interior denegó la solicitud subrayando como su nacionalidad “Autoridad Palestina” y señalando que no estaría en peligro si volvía.

Ha intentado volver a Palestina dos veces, pero no ha podido porque no tiene papeles. Entonces, en junio de 2016, declaró que era apátrida. Pero el año pasado Interior denegó su solicitud porque esta vez no se creía que fuese palestino.

“Normalmente, si se acepta que alguien es de Palestina y no se le ha concedido el estatus de refugiado en ningún otro lado, se le debería reconocer como apátrida en Reino Unido, porque Reino Unido no reconoce Palestina como Estado”, Cynthia Orchard, experta en política legal de Asylum Aid.

La carta de rechazo sostiene que algunas de las respuestas de Al Mustafa a las preguntas de Interior arrojan “serias dudas sobre su supuesto origen étnico palestino”, entre ellas que no podía dibujar correctamente la bandera palestina.

Entre las preguntas que dice Interior que no respondió adecuadamente fue una sobre el himno palestino, que se adoptó en Palestina en 1996, nueve años después de salir del país con sus padres.

“Sé que el nombre del himno es al Fida'i, pero no memoricé la letra. Les dije que esto no iba de palabras. No son las palabras las que nos impiden recuperar nuestro país”, señala Al Mustafa.

Interior también preguntó a Al Mustafa sobre si Palestina tiene un plato o comida típica. Al Mustafa contestó: “No he vivido en Palestina como para saber esas cosas. Hay un par, mutabbal, kibbeh y muchos otros”. La carta de rechazo afirma: “El Ministerio de Interior ha llevado a cabo una investigación sobre la comida típica en la zona de la Franja de Gaza. No has logrado decir ninguna”.

El abogado de Al Mustafa, Michael Ferguson, de la organización benéfica Passage, califica la decisión de Interior de “brutal y absurda”.

“Durante todo el proceso de asilo, que empezó en 2010, en ningún momento cuestionaron que fuese de Palestina. Incluso han intentado devolverle allí”, denuncia Ferguson. “Pensando solo en estos pequeños detalles es realmente vergonzoso”, añade.

Al Mustafa ha intentado volver a Palestina dos veces –en 2010 y 2015– después de que Interior le recomendase solicitar la admisión al Programa de Retornos Asistidos Voluntarios.

Un regreso imposible

En 2010 se le dijo que sin un pasaporte palestino y un carné de identidad, el regreso no era posible. La Oficina General de Delegados Palestinos en Londres ha confirmado desde entonces que no puede emitir estos documentos para Al Mustafa.

En 2015, la organización que dirigía el programa de retornos voluntarios informó a Al Mustafa de que eran “incapaces de asistir a Palestina con la logística del problema” y de que no podía ofrecerle más información o recomendaciones.

Sin estatus legal en Reino Unido y sin la posibilidad de volver a Palestina, Al Mustafa lleva tres años durmiendo en las calles, en la comisaría y en un cementerio.

Interior introdujo en 2013 un proceso para resolver los casos de apátridas y dar protección a la gente a la que no se reconoce como ciudadanos de ningún país. Solo se admiten el 5% de los casos, cuando en procesos de solicitud de asilo regular este porcentaje está entre el 30% y 40%.

“La carga de la prueba se refleja en el balance de probabilidades”, señala Ferguson. “Para un niño que salió de allí con cinco años, seleccionar cosas como no saberse el himno nacional y la comida típica no es suficiente para rechazar a alguien”.

En la carta de rechazo, Interior cree que Al Mustafa usó “el engaño para intentar obtener un permiso”, una acusación que sorprende a Ferguson.

“Si es una mentira, es enorme”, señala Ferguson. “Que haya engañado durante todo el proceso, que haya hecho solicitudes falsas para volver a Gaza ¿Por qué querría él ir y vivir en Gaza si no fuese de allí?

El caso de Al Mustafa está actualmente considerándose bajo el proceso de revisión administrativa. Un portavoz de Interior explica: “No solemos hacer comentarios sobre casos individuales”.

Al Mustafa vive actualmente en Londres con Joanne MacInnes, activista y actriz, y con sus hijas. La ONG Room for Refugees le reubicó allí cuando estaba durmiendo en la calle tras el rechazo de su solicitud de asilo y la eliminación de la ayuda correspondiente.

“Cuando conocí a Jo encontré un buen lugar y algo de amabilidad y empecé a sentir que había algo de esperanza”, afirma Al Mustafa. “Y cuando Jo me dio la noticia... perdí toda esperanza. Algo dentro de mí, no lo puedo describir. Es algo terrible perder la esperanza”, añade.

“Mohamed nunca ha sido legal en ningún país desde que salió de Gaza”, señala MacInnes. “Siempre ha estado en esta terrible posición en la que ha estado esperando a que empiece su vida atrapado por esta idea de que un ser humano es ilegal”, añade.

“Siento que Interior nos trata peor que a los animales”, se lamenta Al Mustafa. “A veces me siento a solas y lloro. La vida es muy dura. Es inimaginable. ¿Qué puedo hacer? Emocionado, vuelve al inglés: ”Denme un país. Denme un país“, repite.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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