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El “agravio” con Cataluña centra el choque político por unos Presupuestos del Estado al alza para Andalucía

Juan Manuel Moreno y Pedro Sánchez hablan en un foro celebrado en Sevilla a principios de octubre.

Antonio Morente

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Siempre pueden encontrarse mil maneras de analizar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), con lo que los números acaban por ofrecer un resquicio que validan casi cualquier punto de vista. El Gobierno central ha presentado sus cuentas para 2022, que sobre el papel ofrecen poco margen para el reproche en Andalucía más allá de las clásicas críticas en cada provincia por el olvido de proyectos que se consideran vitales, lo que ha hecho que buena parte de la batalla política se haya desviado al agravio con Cataluña. Las inversiones crecen en Andalucía, sí, pero sumando conceptos al final Cataluña recibirá más, y ahí es donde ha puesto el foco sobre todo el Ejecutivo andaluz.

Los PGE en Andalucía prevén un crecimiento del 5,7%, la devolución de los más de 500 millones de euros pendientes del IVA de 2017, la condonación de la liquidación negativa de las entregas a cuenta de 2020 con el consiguiente ahorro de más de mil millones para la Junta andaluza… Andalucía es además formalmente la comunidad en la que más se invierte (2.267 millones, el 17,4% del total nacional), la cuantía más importante de la última década y además ajustada a la población como históricamente se ha reclamado, por delante de Cataluña, que recibirá 2.230 millones (el 17,2% nacional). 

Pero esta cifra tiene su truco: hay que engordarla con 200 millones de euros (que no van como inversiones, sino dentro de las cuentas del Ministerio de Transportes) en aplicación de una sentencia del Tribunal Supremo de 2017, un importe por cierto que ya se incluyó en las cuentas para 2021 pero que no se ha satisfecho. Así que la cifra para Cataluña crece hasta los 2.430 millones para situarse en el 18,7% del total frente al 17,4% andaluz, y ahí es donde están metiendo el dedo el Gobierno andaluz y los dos partidos que lo sustentan, PP y Cs. 

La población frente al PIB

Lo irónico es que el Ejecutivo central ha cumplido con lo que estipula el Estatuto de invertir en función de la población andaluza, y eso que esa obligación dejó ya de serlo porque se marcaba para siete años que ya se cumplieron. Pero resulta que el Estatut catalán tiene una disposición similar pero referida en este caso a la aportación de Cataluña al PIB nacional, que ronda el 19%.

Pese a que formalmente (y en lo que hace a los números generales) el Estado ha cumplido con Andalucía, la bandera del agravio es la que ahora ondea en la discusión política. Y eso se traduce en la cascada de adjetivos utilizados por PP y Cs para definir unos PGE que, a su juicio, suponen para Andalucía decepción, maltrato, desprecio, discriminación, injusticia, castigo…

Más fondos al margen de las inversiones

Desde la Delegación del Gobierno en Andalucía se esmeraban este jueves en incidir en que la inversión no se va a quedar ahí, que va a llegar más dinero al margen de las cuentas: 185 millones para el Fomento del Empleo Agrario, 161 millones del Fondo de Compensación Interterritorial, 50 millones de un Plan Integral de Empleo y 25,41 millones de transferencias de capital. Todo eso, además, sin incluir unos fondos europeos que no tienen su reflejo presupuestario porque todavía tienen que llegar para seguir inflando las cifras.

En este escenario, el PSOE saca pecho agarrándose a los macrodatos, porque luego en cada provincia (y esto es un clásico anual) hay más reproches que satisfacción. En Almería, Córdoba o Granada caen las inversiones, y en todos lados se critica el olvido de algún gran proyecto, como el tren del litoral en Málaga, el AVE en Huelva o la SE-40 y el Metro en Sevilla. ¿La lectura política para PP y Cs? Al margen de la caravana de epítetos ya apuntada, que todo es un andamiaje para sostener a Pedro Sánchez en La Moncloa y que ni el PSOE andaluz ni su secretario general, Juan Espadas, alzan la voz y se imponen.

Madrid se queja… de lo que recibe Andalucía

A la hora del agravio, el acento se pone en que Cataluña recibe más que Andalucía, aunque en Madrid lo que están criticando es que sus inversiones son la mitad que en estas dos comunidades. Y en el País Vasco, y también en otras regiones, que se han reducido con respecto a 2021. El Gobierno central, por su parte, hace hincapié en las políticas de las que se van a beneficiar sobre todo jóvenes y mayores andaluces, y en el capítulo de inversiones incide en la gran apuesta por el ferrocarril con 1.135 millones: 246 para la línea de alta velocidad Almería-Murcia, 227 para la línea Algeciras-Bobadilla, 190 para cercanías y regionales…

Pero a propósito de trenes, el propio Espadas hablaba como alcalde de Sevilla para reclamar un plan de impulso a la red de cercanías. Aunque como se denunciaba desde la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería, de nada sirve presentar cifras aparatosas si al final no se gastan en la ejecución de las obras, al entender que no se han invertido alrededor de 500 millones de euros presupuestados para el AVE.

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