La prisa

“Llego tarde, llego tarde”, decía el conejo de Alicia. Esa sensación de carrera, de agobio, de prisa, parece haberse apoderado de Susana Díaz. La presidenta de la Junta necesita lucir gestión y, a ser posible, políticas de izquierdas visibles y opuestas a lo que Rajoy nos tiene acostumbrados para recuperar su músculo político en Andalucía tras la derrota interna. Por eso llevamos una semana de anuncios. De hecho, la presidenta ha comunicado a sus consejerías la necesidad de agenda potente en todos los campos.

Pero las prisas no siempre son buenas. En este contexto se enmarca la presentación de una medida como la gratuidad (o “casi gratuidad”) de los créditos universitarios para todos los estudiantes que aprueben. Recuerda al cheque bebé de Zapatero. Recuerda también a la medida ya implantada de los libros de texto gratis en la región.

Entre tener o no estas medidas, siempre preferiré que existan. Mejor que estén a que no estén. Sin embargo, este tipo de decisiones y bonificaciones lineales me generan muchas preguntas:

¿Por qué premiamos a todos los estudiantes por igual? ¿Por qué no se ha metido la variable del nivel de renta? ¿Por qué no ambos, excelencia y fondos de las familias? ¿Por qué una familia que puede permitirse pagar la matrícula universitaria tiene que ser bonificada si el estudiante aprueba? ¿Estamos lanzando el mensaje a los universitarios de que se les premia por aprobar? ¿Entonces, es lo mismo un aprobado que una matrícula de honor? ¿Qué medidas se plantean para los que se esfuerzan más y logran la excelencia? Esta medida permite que un estudiante que haya aprobado el curso no tenga que abandonar por falta de fondos, y eso está bien, pero ¿para respaldar a este estudiante hay que bonificar a todos por igual?

En estos tiempos de crisis, tiempos en los que se critican los fondos que llegan a Andalucía, en los que el dinero falta, quizás la clase política, en este caso el Gobierno de Andalucía, debería proponer medidas que corrijan las desigualdades y ayuden a los que de verdad lo necesitan. Las medidas lineales nunca lo han hecho. “Es que es muy barata”, dicen en el Gobierno. Y lucida, diría yo. Titulares ofrece. Aunque el titular también sería importante con una bonificación escalonada. Y una decisión como esta debería venir con un paquete de medidas en las que se garantice la financiación universitaria, o que cuente con los 30.000 estudiantes que se quedaron fuera de un curso de Formación Profesional, por poner un ejemplo.

Es cierto que se le está reclamando a Susana Díaz un cambio de rumbo, señales de diferencia, tanto por parte de los suyos como por la oposición. Pero el efectismo o la prisa son consejeros regulares, si no malos. Si las próximas decisiones y medidas tienen este aire de fuegos artificiales, lucirán, eso es seguro, pero el brillo de los fuegos no suele durar mucho. Quizás compense llegar algo más tarde y no correr de forma tan evidente detrás del conejo de Alicia.