Susana la firme

Susana Díaz ha cumplido su promesa. La promesa de que no se sepa ningún nombre de su nuevo Gobierno hasta este lunes. Ha decidido marcar los tiempos y está cumpliendo. El gremio periodístico ya había hecho apuestas sobre si las primeras filtraciones se sabrían el domingo, como ha sido habitual hasta ahora. Pero nada. Ni una sola. Hermetismo en las filas del PSOE.

Es un elemento menor este de saber los nombres de los consejeros y consejeras que, antes o después, son dados a conocer a todos. El ciudadano de a pie no está atento a estas cosas. Que se sepa y que se pongan a trabajar. Sin embargo, sí es un primer gesto del tipo de presidencia que podría iniciarse con Susana Díaz. “Es que va a ser una presidenta muy distinta”, apuntan fuentes del partido. Los tiempos los marca Susana Díaz. Y nadie quiere sacar los pies del plato. Nadie quiere ser el “chivato”. Nadie quiere convertirse en el responsable de que Susana Díaz pueda incumplir su palabra. Todos cuadrados con la presidenta y su decisión. ¿Unidad o ganas de no señalarse? Está claro que la consigna es “todos a una”. Antes de empezar, esto ya ha quedado claro.

Ha sido esta una primera promesa pequeña. Una decisión relacionada con la comunicación, con la información, con la transparencia. Será buen síntoma su pone el mismo empeño en el resto de sus compromisos, que son muchos los que ha adquirido. Será buen síntoma si sus filas le siguen de la misma manera.

No obstante, confío en que la unidad de su partido no sea también unidad de pensamiento. La ausencia de crítica siempre me ha parecido peligrosa. La opinión uniforme, ciega. Espero que la firmeza de la presidenta y su “todos a una” sea para la toma de decisiones y no en el debate. Durante sus discursos ha insistido en la necesidad de consulta a todos los agentes sociales, en las bondades del diálogo con la oposición. Asumir la responsabilidad es difícil. Tomar decisiones y resolver problemas, también. Pero puede que lo más complicado sea encajar las críticas y los errores.