En busca del lince ibérico ... en los montes de Jaén

En un mundo en el que cada minuto cuenta y en el que el estrés llena los días de la mayor parte de la población, poder desconectar es un lujo casi aspiracional. La provincia de Jaén ofrece multitud de opciones en este sentido gracias al turismo activo. Empresas vinculadas con la conservación y la gestión responsable del medio natural que, de paso, abren un abanico de posibilidades a quienes pretenden acercarse a él.

Uno de los mejores ejemplos es Birds & lynx ecotourism, una entidad de ecoturismo que, desde el respeto a la naturaleza, ofrece rutas personalizadas para conocer al lince ibérico. Francisco Martín, uno de sus gerentes, explica que la idea que tratan de desarrollar busca huir de la imagen de que este tipo de turismo solo esté relacionado con actividades de alta intensidad como pueden ser el senderismo o el rafting. “En realidad puede ser algo más pausado”.

“El eje conductor de la mayoría de nuestras actividades suele ser el lince ibérico a través de experiencias a la carta. Al final es el turista el que demanda poder conocer al animal y vienen específicamente para ello”. Así, la empresa la conforman especialistas en diferentes áreas: desde biólogos hasta técnicos de medio ambiente. Personas que tienen como objetivo la conservación y el conocimiento del entorno natural que nos rodea.

Con sede en La Carolina, desarrollan sus actividades a demanda por cualquier punto de la provincia de Jaén, focalizándose sobre todo en Sierra Morena, Sierra de Andújar y Cazorla. “No nos importa el lugar porque nosotros nos desplazamos a donde haga falta”. De hecho, Francisco Martín afirma que el origen de la empresa, fundada hace diez años, está muy relacionado con su propia forma de entender el medio ambiente. Hasta que crearon Birds & lynx ecotourism, su tiempo libre lo empleaban precisamente en acercarse al campo y observar a los pájaros y a los linces.

Turismo personalizado

“Nos dimos cuenta de que era una actividad que podíamos compartir con los demás y que ya hacíamos por nuestra cuenta”. De esta manera, el crecimiento que han experimentado en la última década los ha llevado incluso a tener una presencia internacional que les asegura visitantes de todo tipo de países. “El perfil de nuestros clientes es muy variado: desde parejas a profesionales de la fotografía y por supuesto, familias”.

Para disfrutar de una de sus rutas personalizadas basta con ponerse en contacto con ellos a través de su página web. Además, ahora es la época en la que el lince ibérico está en celo, por lo que su avistamiento entre diciembre y enero es mucho más sencillo. “Después de tantos años trabajando en el campo, nos damos cuenta de que en realidad sabemos menos de lo que creemos. Nos ha sorprendido mucho ver cómo el lince puede ser un animal muy confiado y que se acerque a las personas en determinados lugares”.

Cerca de los animales

Pese a haber estado en peligro de extinción, el lince ibérico ha logrado escalar en el medio natural hasta convertirse en el mayor depredador. “Eso le ha hecho perder el miedo y ser más cercano a las personas”. Por ello, las actividades que realizan interesan mucho a todo tipo de perfiles y las familias que las disfrutan pueden vivir experiencias que están al alcance de pocas personas. “Nuestra idea es bastante innovadora, sobre todo porque este tipo de rutas no se han hecho nunca en Sierra Morena ya que en esta zona lo habitual es que todo esté centrado en la caza”.

Pero la provincia de Jaén ofrece más. Sin ir más lejos, en pleno corazón de Cazorla, el Parque Cinegético Collado del Almendral permite ver la naturaleza de otro modo. Un tren turístico, pensado para todos los públicos, hace un recorrido de 5 kilómetros en los que se pueden ver ciervos, muflones o gamos. Especies que se encuentran en un régimen de semilibertad y que gracias a esta experiencia están mucho más cerca que nunca de los visitantes.

También es posible disfrutar de un paseo botánico con el que conocer la vegetación singular de las sierras jiennenses. Un sendero de encinas, plantas aromáticas o arces que son un elixir para los sentidos. No obstante, para los más osados, existen otras opciones de turismo activo que están enfocadas al senderismo o a actividades acuáticas.

Opciones singulares

El Centro de Ocio El Tranco, ubicado en el mismo embalse del que recibe el nombre, permite a los visitantes la posibilidad de navegar con un barco solar. Una forma singular de conocer el paisaje y hacer avistamiento de aves a través de un medio de transporte totalmente sostenible. De hecho, es el único vehículo a motor que puede navegar en ese entorno por hacer uso de energía renovable. Además, sin tener que salirnos del agua, Aktivjaen es otra empresa de turismo activo con la que se pueden practicar deportes de aventura. Barranquismo, rafting o kayaks son algunas de las muchas posibilidades que ofrece esta sociedad de ecoturismo.

Otra opción para conocer la naturaleza de Jaén de otro modo es el ecuestre. Avatur programa experiencias para montar a caballo tanto si se es principiante, con cursos de iniciación, como si ya se trata de un cliente experto. La idea es sencilla: disfrutar del entorno natural con rutas guiadas por monitores que no solo acercan a las personas a la naturaleza, sino que se la explican y logran crear una atmósfera imposible de atesorar en la vida ajetreada que vivimos.

Y si se trata de aprender, una de las mejores opciones es sin duda acudir a Aldeaquemada. Se trata de visitas personalizadas y explicativas sobre los yacimientos prehistóricos de la zona. El arte rupestre que lleva siglos dibujado en las paredes ha hecho que la UNESCO los haya declarado Patrimonio de la Humanidad. Todo un viaje en el tiempo a través del medio natural y pudiendo imaginar nuestros orígenes como especie. Una actividad ideal para disfrutar en familia y que los más pequeños dejen volar su imaginación hacia el pasado mientras no dejan de aprender.

Porque Jaén es un paraíso interior que alberga opciones de turismo activo para todo tipo de gustos. Desde apreciar la belleza del lince ibérico y su recuperación en las últimas dos décadas hasta viajar a la prehistoria gracias al arte rupestre de nuestros antepasados. Todo cabe en una provincia que tiene mucho que ofrecer y que vive de cara al medio natural.