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Almería, el feudo del PP en Andalucía, amenazado con perder su hegemonía

Iñigo Mas

Almería —

La provincia de Almería está teñida de gaviotas azules, pero tras las recientes elecciones autonómicas el mapa electoral empezó a teñirse de rojo socialista, hasta el punto que el secretario provincial del PSOE, José Luis Sánchez Teruel, vaticinaba que en las inminentes municipales todo el mapa sería colorado. No está muy de acuerdo el presidente provincial del Partido Popular, Gabriel Amat, quien se manifiesta muy tranquilo por el próximo resultado en las urnas y apuesta por mantener su mayoría absoluta en la institución supramunicipal. En Almería hay 102 municipios y dos Entidades Locales Autónomas. Una de ellas, Balanegra, puede conseguir más pronto que tarde su independencia de Berja.

En Almería, hasta que no se abran las urnas y se recuenten los votos, no se sabrá si gobiernan los de siempre, los mismos que lo han hecho no solo durante lustros, sino incluso durante varias décadas y quinquenios, o si por el contrario los partidos políticos surgidos por el asqueo del electorado ante la corrupción generalizada van a posibilitar el relevo en los sillones de las alcaldías. Almería capital, Berja, Níjar, El Ejido o Roquetas de Mar son trascendentales en el voto cara a la configuración de la Diputación Provincial. Todos estos municipios son ahora gobernados por el Partido Popular y todos con mayorías absolutas. El PP gobierna en 59 ayuntamientos, pero viene de las elecciones autonómicas de marzo en las que los socialistas ganaron en 72 municipios.

Según varias encuestas publicadas, en la mayoría de los municipios se repetiría la victoria de los partidos gobernantes, tanto del Partido Popular como el PSOE, que no se descarta gobiernen en casi medio centenar de poblaciones cada uno, pero con menor número de votos, siendo ahora la pregunta clave con quién tendrán que pactar para formar gobierno en caso de no alcanzar la mayoría absoluta. Las encuestas de la capital serían extrapolables en muchos casos a los pueblos de la provincia. En la capital, la última encuesta recién publicada, otorga 13-14 concejales al Partido Popular, estando la mayoría absoluta en 14, lo que le obligaría a pactar con Ciudadanos, que irrumpiría con fuerza, estancándose el PSOE con los mismos concejales que ahora o uno más y el resto de formaciones de izquierda junto a los nuevos partidos surgidos de los movimientos sociales con una horquilla entre 0-1 concejal cada uno.

Situaciones similares se producirían en Níjar, donde se ubica el paraíso turístico del parque natural de Cabo de Gata, todo un bastión del PP, que en los últimos comicios andaluces logró con Antonio Jesús Rodríguez casi el 45% de los votos, con 11 puntos más que el PSOE. Tiene unos 30.000 vecinos y más de 600 kilómetros cuadrados de extensión, siendo uno de los municipios más grandes de España. El PSOE presenta allí a Esperanza Pérez, auténtico látigo socialista contra el Partido Popular en la Diputación Provincial y el equipo de gobierno de Amat. Tras dos mandatos de mayoría absoluta del PP, estas elecciones son clave, porque tan solo un concejal mantiene la supremacía del PP. El PSOE quiere recuperar la alcaldía, por lo que serán claves los resultados de Partido Andalucista, Izquierda Unida o Ciudadanos

Adra, al igual que Níjar, fue feudo socialista hasta que llegó la corrupción de los gobiernos de Felipe González, tomando el relevo las mayorías absolutas del Partido Popular en la persona de Carmen Crespo, tres veces refrendada en las urnas. Ahora, se presenta el PSOE, muy dividido en los últimos años, una plataforma ciudadana con miembros de Izquierda Unida y Equo, así como Ciudadanos o un grupo independiente que aspira a ser Ganemos. Hay seis partidos para 21 concejales. En las elecciones locales de 2011 el PP logró más del 61% de los votos y el PSOE poco más del 30%.

En Roquetas de Mar, la perla del Partido Popular ya que allí tiene el líder el cuartel general, Gabriel Amat quiere continuar con su política y revalidar de nuevo la mayoría absoluta. Frente a él un PSOE que tiene que refrendar en las urnas la renovación que ha hecho tras varias crisis internas y heridas que no acaban de cerrarse; Izquierda Unida, que irrumpió con fuerza con tres concejales en la pasada corporación y aspira ahora a gobernar, declarándolo sin tapujos, tras un trabajo diario de exhaustiva oposición tanto en el municipio como en la Diputación, corporación provincial que tiene en un combativo edil roquetero, Yakubiuk, su único representante en la institución supramunicipal; Tu Decides Roquetas, única formación de la provincia que ha sido avalada oficialmente por Podemos de Pablo Iglesias, y que se presenta en coalición con Equo, así como Ciudadanos, UPyD o los independientes de Indapa.

En El Ejido, bastión del PP tras la crisis de Juan Enciso y la Operación Poniente, todos quieren echar al alcalde Francisco Góngora. Incluso Ciudadanos afirma que “va a por todas”. Los socialistas sueñan con recuperar la ciudad e Izquierda Unida lograr el reconocimiento ciudadano que no tuvieron engfrentándose a Enciso y su partido, el Partido de Almería PAL, creado tras una escisión del Partido Popular. UPyD ha venido desarrollando allí una activa oposición.

UPyD se presenta tan solo en la capital, Roquetas de Mar, El Ejido y Berja. Ciudadanos tiene lista en varios municipios y las encuestas le dan ser llave de gobierno en algunos de ellos, como en la capital. En otros municipios hay además todo un rosario de candidaturas que aspiran a hacerse con los votos de Ganemos o Podemos, sin ser franquicia oficial de ellos. Este frente de nuevas siglas podría ponerle muy complicado al Partido Popular renovar sus mayorías absolutas lo que frente a la oposición tradicional de Izquierda Unida y PSOE hacen las próximas elecciones de difícil vaticinio en cuanto a pactos y resultados si no se dan mayorías absolutas.

En Vera el Partido Popular quiere renovar su mandato, pero tiene enfrente a los andalucistas, con quien fuera alcalde durante más de una década, Félix López, toda una institución del PA en la provincia y que durante años se ha salvado de la quema andalucista en una Almería muchas veces poco sevillana, así como una plataforma ciudadana que integra a Izquierda Unida e independientes, o la novedad de Ciudadanos.

Hay cuatro juntas electorales en la provincia: Almería, Berja, Huércal Overa y Vera. Se eligen 996 concejales entre los más de 4.600 candidatos que se repartirán el voto de un censo de casi medio millón de personas. Se espera que PSOE y PP gobiernen cada uno en aproximadamente medio centenar de poblaciones. En la Diputación Provincial hay 27 escaños, que se repartieron hace cuatro años con 18 para el Partido Popular, 8 el PSOE y 1 de Izquierda Unida. Una veintena de años tiene el candidato más joven y casi 90 el mayor. En la provincia hay 747 mesas electorales, de las cuales 210 en la capital y 537 en los pueblos. 3365 interventores y apoderados vigilarán los comicios.

La capital, una ciudad de servicios a medio camino entre el Levante y el Poniente, aúna turismo y agricultura. El interior y el norte de la provincia, está muy despoblado, en una provincia con mucho futuro económico y todavía por desarrollar, en la que la inmigración de las últimas décadas ha llegado tras la emigración obligada por la miseria de la postguerra civil.

Hay alcaldes casi eternos, como el más veterano de la Democracia en la provincia, el socialista José Berruezo, primer edil de la pequeña Armuña de Almanzora desde hace 32 años. En Almería hay 17 personas que son alcaldes desde hace más de quince años. Desde 1987 gobiernan los socialistas Francisco Martínez en Albanchez; José Segura en Bacares y José Antonio Gonzálvez en Lúcar. Eugenio Gonzálvez, del Partido Popular, lo hace desde entonces en Gádor. Desde 1995 Gabriel Amat, presidente de la Diputación Provincial y del Partido Popular, es presidente de la corporación municipal de Roquetas de Mar. El presidente provincial del PSOE, Antonio Bonilla, es alcalde de Vícar desde 1998, fecha en la que ganó la moción de censura contra el PP. Ya había gobernado entre 1994 y 1995.

El votante almeriense, siempre que tenga garantizado el básico dicho romano del ‘pan y circo’, suele ser muy fiel a sus líderes, que básicamente siempre son los mismos año tras año, hasta que se cansa de ellos, por lo que todas las posibilidades están abiertas en un 2015 que parece clave económicamente para abrir esperanzas a tantos años de miseria. ¿A siete años de vacas flacas seguirán siete años de vacas gordas? En el que estamos tocaría según esta bíblica leyenda el inicio del cambio y las urnas deberán decidir si el Partido Popular, que relevó en la mayoría de los municipios al PSOE a mediados de la década de 1990, cuando el tsunami de la corrupción se llevó por delante a los gobiernos de Felipe González, es capaz de resistir a los descontentos que surgieron tras el 15M y las nuevas siglas políticas.

La provincia, que no se debe olvidar que es milenaria no solamente porque arribaron a sus costas fenicios, árabes o romanos, sino que mundialmente se le conoce por el conjunto arqueológico de Los Millares, considerado como el más importante de los yacimientos europeos de la Edad de Cobre, o por El Argar, un poblado prehistórico de la Edad del Bronce del sudeste ibérico que da nombre a la cultura argárica, es también muy joven, porque su desarrollismo económico actual se gestó en la década a finales de las década de 1950, se desarrolló en los años 60 y empezó a dar frutos y sentar las bases en los 70. Hasta la llegada del emporio económico que hoy en día suponen los invernaderos, el turismo y el mármol, poco más que áridos territorios llenos de esparto, mucho sol, playas vírgenes, escasa pesca, minas y uvas, había por aquí. Por algo el vasco Juan María Bandrés fue desterrado a Almería.

Actualmente la población ronda los 700.000 habitantes, pero se concentra básicamente en su extenso litoral, con grandes zonas muy deshabitadas en su inmenso interior. La mayoría de los municipios tienen un puñado de habitantes, cientos o pocos miles. La capital unos 180.000, seguida de Roquetas de Mar, con unos cien mil, que en verano pueden superar los 200 mil, o El Ejido, compitiendo en censo con la anterior, son las tres principales poblaciones. Muy por detrás lugares como Mojácar, Pulpí, Vera, Carboneras, Adra, Berja, Cuevas de Almanzora, Huércal Overa, Fiñana, Vícar, Gádor o Níjar, por citar algunos.

Económicamente hablando el mayor potencial se concentra en la conocida como ‘comarca del Poniente’, enclave del centro de la industria auxiliar agraria y la agricultura intensiva bajo invernadero, con El Ejido como cetro de la corona junto a Roquetas de Mar, Berja, Adra, Vícar o La Mojonera. También hay invernaderos y agricultura en el Levante almeriense, como en Níjar al sur o Pulpí al norte, pero el Levante es zona más turística que la agrícola Poniente. Las ciudades del Poniente son hoy gobernadas en su mayoría por el PP, como anteriormente lo fueron en su mayoría por el PSOE. Solamente Vícar, con su publicitario lema 'corazón del poniente' entre Roquetas de Mar y El Ejido, sigue siendo socialista. Los votos de la poblada Poniente tienen mucho peso en la Diputación, por lo que habrá que ver si el equipo de Gabriel Amat mantiene Roquetas de Mar, Adra, La Mojonera y El Ejido y es capaz de hacerse con Vícar. Amat dice sentirse “muy tranquilo” en cuanto a mantener su mayoría absoluta en la Diputación Provincial, pero el socialista Sánchez Teruel ha prometido que “el mapa se volverá rojo”. En las pasadas autonómicas el PP mantuvo su hegemonía en la capital y provincia pero con un deterioro evidente y un castigo del electorado que le hizo perder miles de votos. Concejales de Amat han reconocido que “esta campaña es muy difícil, hay muchos partidos”. Su jefe es más optimista: “no es más difícil, es diferente”.

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