Entra en prisión el joven que estafó 80 euros con una tarjeta falsa
Las más de 200.000 firmas recogidas, la presión social y mediática y las razones esgrimidas tanto por Alejandro Fernández como por su letrado no han frenado lo inevitable: su ingreso en prisión. El joven de Granada, acusado de haber estafado al comprar por valor de 79,20 euros en un establecimiento de Málaga con una tarjeta de crédito falsa, cumple desde este martes en la prisión de Albolote con la sentencia de la Audiencia Nacional que le condena a cinco años.
Éste ha sido el último episodio de una historia que arrancó en 2010 cuando Alejandro Fernández cometió un error del que asegura sentirse arrepentido. En declaraciones a eldiario.es/andalucia explicó que confió en la persona equivocada y que por eso le toca ahora cumplir con una pena que considera injusta por sentirse totalmente rehabilitado de aquel delito.
Fue en primera instancia el Tribunal Supremo el que le impuso 12 años que tras varios recursos ante la Audiencia Nacional quedaron reducidos a cinco. De los cuales uno es por el delito de estafa mientras que los otros cuatro son por haber pertenecido a una banda organizada. Un extremo que tanto Alejandro Fernández como su propio abogado han negado en todo momento. El granadino sostiene que él nunca cooperó con ningún entramado y que simplemente se dejó guiar por alguien que era su amigo.
Un amigo, 20 años mayor que él, que se encuentra actualmente en busca y captura por la policía y que en el momento en que tuvieron lugar los acontecimientos llegó a ser arrestado. Y aunque llegaron a solicitar el indulto por entender que había sido engañado por esta persona, el mismo ha sido rechazado total y parcialmente según confirma el letrado del joven. Una situación de la que, según explica la defensa, tuvieron conocimiento a última hora de este mismo lunes, un día antes de que tuviese que entrar en prisión, pese a que en realidad el indulto fue rechazado en marzo.
El tercer grado como última esperanza
Tras quedar aparcada la opción del indulto, por haber sido rechazado, a Alejandro Fernández sólo le queda esperar a que se pueda solicitar el tercer grado penitenciario, algo que podría lograr en un plazo aún por determinar pero que podría ser posible al tratarse de ser una persona que se encuentra integrada en la sociedad con pareja, trabajo y vivienda estables.
El joven, que dice sentirse desolado, espera que más pronto que tarde se resuelva este asunto y pueda disfrutar de libertad. De hecho se muestra dispuesto a poder cumplir con su condena con trabajos comunitarios tal y como proponen distintos expertos juristas. El hecho es que duerme desde este martes en prisión y que ni él ni su abogado dicen saber aún las razones por las que debe estar en la cárcel ni de por qué el indulto ha sido rechazado.
