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Los dos grandes sindicatos han perdido más de 80.000 afiliados en Andalucía desde la crisis

Carmen Castilla y Francisco Carbonero, secretarios generales de UGT-A y CCOO-A

Olga Granado

Se habla mucho de la desafección hacia los políticos, pero ¿padecen también este problema los sindicatos? Lo cierto es que éstos viven también su particular crisis en el número de afiliados, que se ha reducido los últimos años en más del 20% en las dos principales organizaciones en Andalucía: UGT-A y CCOO-A. Los sindicatos insisten en que tiene que ver más con la caída de afiliados a la Seguridad Social que con el hecho de que la gente se haya desencantado con ellos.

Las cifras son las siguientes: en 2008, que es el que se suele fijar como primer año de la crisis, CCOO-A tenía un total de 194.497 afiliados, y en 2015 son 145.823 según los últimos datos publicados por el sindicato en su portal de transparencia, o sea, 48.674 menos. UGT-A, por su parte, tenía en 2007, justo antes de la crisis, 192.883, en el que se había convertido, además, en su año récord de afiliaciones, pero a diciembre de 2015 son 158.228. O sea, desde el inicio de la crisis ha perdido 34.655. La pérdida no ha sido progresiva, sino que en 2010, también a nivel nacional, las dos organizaciones habían experimentado un repunte, para volver a caer de nuevo desde entonces y hasta hoy. De hecho, UGT y CCOO calculan que si se compara con 2008, han perdido unos 400 afiliados en España, prácticamente la quinta parte en Andalucía, que es donde más implantación tienen.

El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, matiza que “no hay una crisis de afiliación, sino que responde a la caída del empleo”. En este sentido, los parados, “si no hay un fuerte compromiso ideológico” es habitual que renuncien a pagar la cuota, por muy reducida que sea para este colectivo, dado que las organizaciones suelen tener en cuenta esto con tarifas especiales.

Desde UGT-A, por su parte, destacan que pese a la caída, las cifras en 2015 no son peores si se exceptúa ese 2007 que fue su mejor año. De hecho, hace 10 años, en 2005, tenían en Andalucía 159.147 afiliados, cifra muy parecida a la de estos momentos, pese a la “campaña de desprestigio” a la que el sindicato se considera sometido especialmente desde que hace un par de años estallara en Andalucía el caso de las supuestas facturas falsas.

Cabe recordar que las cuotas aportadas por los afiliados son la segunda gran fuentes de financiación de los sindicatos, después de las subvenciones, y su pago, además, desgrava en la declaración de la renta. En 2015, las cuotas en el caso de UGT-A han oscilado, según los sectores, entre una básica de 11,10 a 11,85 euros y una especial de 3,30, para jubilados y pensionistas cuyos ingresos sean inferiores a 1,5 veces el salario mínimo interprofesional (SMI), y para parados. O sea, una obligación mínima de casi 40 euros al año.

En el caso de CCOO-A, las tarifas que han regido este año han oscilado entre los 11,20 euros mensuales de la cuota general, de aplicación para personas con ingresos superiores a los 9.034,20 euros por ejercicio, y los 2,0 de la superreducida, para los que no tengan ningún tipo de remuneración o prestación, desempleados de larga duración y que sólo perciban la renta activa de inserción, así como las personas en activo que reciban una remuneración igual o inferior a la misma. En este caso, una obligación mínima que no llega a 25 euros por año. “Pero cuando se está en crisis y se trata de recortar, se ajusta hasta el último euro”, explican para entender por qué han ido bajando en afiliados.

Por otra parte, según la información que ofrecen los propios sindicatos, CCOO-A viene a ingresar como un millón de euros más en cuotas que UGT-A. De este modo, en  el último balance de cuentas publicado por UGT-A y CCOO-A en virtud de la Ley de Transparencia y correspondiente a 2014, los dos sindicatos han declarado haber ingresado en torno 3,8 y 4,8 millones de euros respectivamente por cuotas de afiliados. Estas cantidades les dan apenas para cuadrar el pago a su personal y a los sindicalistas a sueldo de cada organización.

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