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Andalucía recorta puntos a cientos de enfermeros en la bolsa de empleo al destaparse la “compra de méritos”

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Néstor Cenizo

  • Eldiario.es Andalucía informó en mayo de la existencia de un mercado de títulos de dudoso valor científico que se aportaban como méritos, y que había sido denunciado al Defensor del Pueblo

La decisión del SAS de rebajar sustancialmente la puntuación de miles de candidatos en la bolsa de empleo de Enfermería está provocando un enfrentamiento entre los candidatos entre sí y entre sindicatos. Algunos de los participantes en la bolsa habían aportado trabajos de dudoso o nulo rigor científico como méritos para obtener puntuación. La decisión del SAS ha sido drástica: un recorte muy amplio de las puntuaciones, que está generando decenas de alegaciones, críticas sindicales y reproches entre interinos veteranos y candidatos noveles.

Algunos de estos aspirantes, que tenían la máxima puntuación en el apartado “Otros méritos” (donde se incluyen los trabajos presentados a congresos –los llamados pósters-) acusan a interinos veteranos de no reciclarse, mientras que estos denuncian que existe un mercadeo de trabajos sin rigor, en detrimento de la experiencia y la calidad. El baremo de méritos en la bolsa de empleo del SAS suma 120 puntos en total: hasta 55 puntos por experiencia profesional; hasta 45 por formación académica y 20 puntos en el apartado bajo sospecha de “Otros méritos”.

La existencia de títulos de muy dudoso valor científico que se aportaban como mérito en las bolsas de trabajo fue desvelada por eldiario.es/Andalucía el pasado mes de mayo. En ese reportaje, portavoces sindicales admitieron que había candidatos presentando este tipo de trabajos. “¿Se pueden hacer doscientos pósters con rigor en un año? Es imposible. ¿Ha habido empresas que se han lucrado con esto y han realizado pósters a mansalva aprovechando el filón, con poca o ninguna calidad científica? Pues sí, está pasando”, decían en SATSE. “Como en todo, la gente busca la trampa para ganar puntos”, confirmaban desde SAE. El Defensor del Pueblo investiga desde esta primavera una denuncia formulada por interinos.

Ante esta situación, la Dirección General de Profesionales del SAS dio instrucciones a las comisiones de valoración para que extremaran el celo al revisar la puntuación de los “Otros Méritos” en la bolsa de empleo, por los que se pueden acumular hasta 20 puntos, recordando que las ponencias y comunicaciones en congresos debían “guardar relación directa” con la “categoría o área de trabajo” y que no debían valorarse las meras reproducciones de normativa.

Llegado el momento de valorar los méritos, el SAS publicó el 17 de julio una lista con casi 39.000 candidatos a la bolsa de empleo, en la que se rebajaban sustancialmente los méritos de muchos de ellos. El SAS reconoce 0 puntos a aspirantes que acumulaban hasta 20 puntos en el autobaremo, el máximo posible, obtenidos en apenas un año, lo que implica haber presentado 200 trabajos en congresos. Pero la criba ha sido mucho más amplia, y muchos candidatos están presentando alegaciones a su puntuación.

Un vistazo al listado de candidatos permite comprobar que el recorte es generalizado. Según el SAS, no hay ninguna situación anómala, aunque matiza: “Lo que sí se ha detectado es un incremento de los méritos relativos a Comunicaciones presentados por algunas personas candidatas”. El SAS no aclara si ha habido un incremento de las alegaciones ni si va a adoptar alguna medida para evitar que esta situación se repita.

CSIF: “Es la jornada la que tiene que tener reconocido dicho interés científico”

CSIF: “Es la jornada la que tiene que tener reconocido dicho interés científico”El propio CSIF ha elaborado un modelo de alegaciones, en el que se resalta que “acreditar el carácter científico” no figura como exigencia en las bases de la bolsa y se pide que se detallen los criterios de la Comisión de Valoración. CSIF, que emitió una nota el pasado 2 de agosto, interpreta que la normativa no obliga a que el trabajo tenga interés científico, sino que basta con que lo tenga el congreso, que debería tener sus propios filtros. “Es la jornada la que tiene que tener reconocido dicho interés científico y no la comunicación en sí”, asegura el sindicato en un comunicado, en el que se acusa a la administración de “intentar cambiar la normativa”.

Según esta interpretación, cualquier trabajo presentado en un congreso validado debería tener reconocido per se el carácter científico, y por tanto debería reconocerse con 0,1 o 0,2 puntos, según se trate de congresos nacionales o internacionales. Una resolución de la Dirección General de Profesionales del SAS de 22 de septiembre de 2017 prevé que las comisiones valoren “la veracidad de los datos alegados, a la vista de la documentación presentada”. Según el SAS, las comisiones de valoración se basan en el Pacto de bolsa única, las instrucciones de la Dirección General de Profesionales y “los criterios establecidos, en base a los dos anteriores y el procedimiento administrativo”, por cada comisión.

CSIF cree que el SAS habría dado instrucciones para que las comisiones rechacen “todas las comunicaciones, sin valorar siquiera su autenticidad”. Según el sindicato, las comisiones de valoración “no tienen herramientas” para validar el carácter científico de una publicación. Los pósters y comunicaciones presentados como “Otros Méritos” son decenas de miles. La puntuación definitiva se ha publicado en 2018 en pleno mes de julio, unos dos meses más tarde que en años anteriores. El SAS asegura que el retraso se debe a la puesta en marcha de un sistema de “aportación telemática” de la documentación.

SATSE pide una reunión urgente de la mesa

SATSE pide una reunión urgente de la mesaPor su parte, SATSE presentó un escrito ante la Dirección General de Profesionales del SAS el pasado 31 de julio, en el que pide que se clarifiquen los criterios de evaluación y una reunión urgente de la mesa sectorial ante las “irregularidades detectadas”, “en las que un elevado número de candidatos han aumentado sospechosamente la puntuación en menos de un año”. El sindicato cree que es “muy improbable” que un investigador genere tantos trabajos científicos “de rigor y calidad contrastada” en tan poco tiempo.

SATSE señala que las comisiones sí tienen la obligación de “valorar los méritos conforme a los documentos presentados”, además de cotejar su autenticidad, su calidad, su rigor científico y quiénes son las entidades que los emiten, pero pide un “criterio homogéneo sobre el rigor científico” para evitar discriminaciones, y una modificación de los baremos para valorar “adecuadamente” todo el tiempo trabajado. La experiencia laboral tiene un tope de 55 puntos, mientras que por estos pósters se pueden lograr hasta 20.

La aportación de algunos trabajos, validados en congresos internacionales, de escaso o nulo rigor científico y firmados por varias personas, indigna a muchos profesionales que, sin tener plaza fija, acumulan décadas de experiencia en la sanidad pública. Estos veteranos del SAS vieron cómo bajaban muchos puestos en la lista provisional (confeccionada a partir del autobaremo) como consecuencia, según ellos, de un mercado de trabajos de “copia y pega”. Sin embargo, el recorte en la puntuación ha acabado afectando también a trabajos con rigor científico, por lo que los sindicatos han pedido a la Junta que aclare con qué criterios ha desestimado los méritos de muchos aspirantes.

Interinos veteranos contra noveles

Interinos veteranos contra novelesLa situación ha provocado un enfrentamiento entre interinos con experiencia y jóvenes aspirantes. Los primeros acusan a los segundos de “inflar” el currículum acumulando méritos “fraudulentos”, mientras que los segundos creen que los primeros no reciclan sus conocimientos.

De fondo subyacen dos problemas: de una parte, un mercado de titulaciones y méritos que ha crecido de forma exponencial en los últimos años, especialmente el de títulos no presenciales otorgados por universidades o empresas privadas con respaldo de alguna universidad; de otra, la falta de convocatorias de empleo público, que ha generado una tasa de temporalidad en la enfermería que, según SATSE, asciende al 50% del personal.

Muchos acumulan décadas de servicio pero no tienen plaza, y compiten con jóvenes sin apenas experiencia pero con altas puntuaciones por investigación, muchos de los cuales han tenido que salir de España para encontrar sus primeros trabajos.

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