Hacienda obliga a los emigrantes españoles retornados a tributar por sus pensiones extranjeras
A los emigrantes retornados no les llega la camisa al cuello. Hacienda obliga a que se tribute por cada pensión, venga del país que sea. Todo “normal”, según la Agencia Tributaria. Sin embargo, el colectivo percibe “afán recaudatorio” en una medida que afecta, dicen, a cerca de 800.000 personas en España y unas 180.000 en Andalucía. La deuda reclamada –se aplica con carácter retroactivo desde el año 2008–, unida a intereses y sanciones, llega en algunos casos hasta 20.000 euros.
En el Día Internacional del Migrante que se conmemoraba este miércoles, la Federación Española de Asociaciones de Emigrantes Retornados (FEAER) se ha movilizado en cada delegación provincial de Hacienda. Nunca se requirió la declaración de pensiones extranjeras y ahora se aplica, denuncian, “una sanción de un 20% del monto total más un 5% por intereses de demora”. Una “campaña de acoso”, dicen.
¿Por qué no se reclamó en el pasado?
¿Por qué no se reclamó en el pasado?La Ley del IRPF, no obstante, establece que todo aquel “residente fiscal en España debe declarar las rentas que obtenga en cualquier parte del mundo”. Incluidas las pensiones. ¿Y por qué no se reclamó en el pasado? “Antes no había una información del extranjero de la que ahora sí disponemos y por eso se procede a la regularización”, informan a eldiario.es/andalucia fuentes de la Agencia Tributaria (AEAT). “Si esa información se hubiera conocido antes, la AEAT hubiera actuado antes”, sentencian.
Esta mejora en los procedimientos de intercambio de información con otros países y administraciones públicas permite a la AEAT “tener información de la que antes no disponía”. Así, desde el Ministerio de Hacienda se detectaron contribuyentes que habían declarado “correctamente las pensiones obtenidas en el extranjero”. Y otros que no. En estos casos, los órganos de gestión de la Agencia Tributaria han iniciado procedimientos de comprobación.
La presidenta de FEAER, Eva Fontcubierta, no ve el asunto del mismo modo. “El mundo de los emigrantes retornados” se ve abocado, cuenta, “a una situación económica insostenible, tan precaria que roza la indigencia”. Los expedientes sancionadores provocan esta “consecuencia inmediata” y muchos, expone, se preguntan “por qué el Estado español les trata así después de lo que han sufrido por este país”.
“Antes se manifestaba que no había que declarar”
“Antes se manifestaba que no había que declarar”“No podemos entender cómo antes se manifestaba en las diferentes delegaciones que no había que declarar –las pensiones extranjeras– en España y ahora sí”, manifiesta. El colectivo, prosigue, es “consciente” de que se trata de un procedimiento legal aunque es “de forma atemperada y causando los menores perjuicios posibles”.
En este sentido, la Agencia Tributaria comunica que, a la hora de hacer la liquidación y regularizar estas situaciones, valora las “circunstancias personales y familiares” de cada caso. Existe la posibilidad, incluso, de aplazamiento de pagos sin necesidad de garantía para deudas inferiores a 18.000 euros, “en especial cuando la pensión de jubilación sea la base de la renta de familias sin otros recursos”, informa la AEAT.
Sobre el posible desconocimiento de esta obligación de declarar, la agencia destaca que antes del año 2008 –primer ejercicio fiscal sometido a comprobación– ya figuraba en la página web de la AEAT. Si alguien prueba una respuesta negativa en este sentido, “dicha circunstancia será tenida en cuenta como eximente a efectos sancionadores”.
Las primeras notificaciones, “con premeditación y alevosía”
Las primeras notificaciones, “con premeditación y alevosía”Cuando algunos de los “cientos de miles de retornados comparecieron ante la administración para declarar sus ingresos, la respuesta siempre fue: las pensiones del extranjero no hace falta declararlas”. El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de Emigrantes Retornados (FAER), Mario Alonso, no está de acuerdo con las razones esgrimidas por la Agencia Tributaria.
“Cualquier persona puede pensar que todos somos iguales ante Hacienda y que los emigrantes han cometido un fraude o delito fiscal, pero nada más lejos de la realidad”, mantiene Alonso. Incluso, insiste, existen “casos en los que se han declarado y más tarde se han devuelto las cuantías retenidas por considerarse un error”. Esta regulación sí cambió, admite, “con la firma de los diferentes convenios internacionales de doble imposición entre estados que hace posible el intercambio de información fiscal”.
Las primeras notificaciones llegaron al colectivo de retornados “con premeditación y alevosía, sin previo aviso”. Correspondían al ejercicio fiscal de 2008 y el futuro depara más requerimientos: “del 2009 empezarán a llegar ahora y ahí sí esperamos una avalancha, va a ser una sangría”. Esperan, por esto, que cambie la ley tributaria, que ahora tiene “un afán recaudatorio”, y se permita la “normalización fiscal razonable y no traumática”.
