Crece la aceptación de la diversidad sexual en los centros educativos andaluces, según un informe
En los centros educativos andaluces ha mejorado la aceptación de la diversidad sexual, la visibilidad de la bisexualidad, el conocimiento de los términos intersexual y pansexual y el apoyo a los menores transexuales. Es una de las principales conclusiones del informe 'Educación y Diversidad Sexual en Andalucía: el camino del miedo al Amor', cuyos datos ha hecho públicos la federación andaluza Arco Iris con motivo de la efeméride del 17 de mayo, 27 años después de que la Organización Mundial de la Salud eliminara la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
El informe 2017 ha tenido en cuenta talleres grupales, cuestionarios anónimos y entrevistas personales realizadas en más de 100 institutos y colegios de las cho provincias andaluzas con la participación de más de 10.000 estudiantes de Primaria y Secundaria de la comunidad autónoma andaluza. El estudio, según informa la federación en un comunicado, incluye datos estadísticos sobre los niveles de aceptación y confianza hacia la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género.
El informe muestra “una significativa mejora de las actitudes y conocimientos del alumnado” en comparación con el anterior hecho público por esta federación en 2015. Para Arco Iris estos datos revelan el “salto sin precedentes” que ha dado la sociedad andaluza. “En el año 2017 más del 90% del alumnado acepta con naturalidad la diversidad sexual. Sin duda para ello han influido cambios legales, cambios generacionales, la visibilidad en las redes sociales y en los medios de comunicación, la implicación del profesorado y las familias y la acción activista de organizaciones pro-lgbt como Arco Iris”, comenta Gonzalo Serrano, presidente de la federación.
A pesar de las mejoras evidentes el estudio muestra que “maricón” sigue siendo el insulto más utilizando en el patio de los institutos andaluces, indica la federación, que propone al profesorado exposiciones, carteles y talleres para continuar sensibilizando, fomentar el uso de lenguaje incluyente y mejorar aún más los niveles de aceptación.
Aceptación de más del 90% del alumnado
Ante la pregunta de si mantendrían la relación de amistad con su mejor amigo o amiga si les dijera que es lesbiana, gay, bisexual o transexual, “por primera vez en la historia de Andalucía el porcentaje de aceptación supera el 90% entre el alumnado de secundaria. En el informe de 2015 tan sólo rozaba el 75%”, señala el comunicado.
Para Gonzalo Serrano, “este avance tan significativo tiene que ver con el cambio generacional vivido en los institutos y con la aprobación del matrimonio igualitario hace ya 12 años, en junio de 2005”. “En 2017, la primera generación nacida en el siglo XXI ya copa como alumnado todos los niveles de la educación secundaria en Andalucía. Se trata de una generación cuya infancia se ha desarrollado en la normalidad de la existencia de familias homoparentales en muchos colegios, pero sobre todo, en la visibilidad de personas LGBTI en redes sociales y medios de comunicación”. Para Serrano, “la revolución arco iris va 'de serie' en las mentes de la primera generación nacida en el siglo XXI”.
En relación a la bisexualidad, hasta hace bien poco un tema tabú también en los centros educativos, desde la federación señalan que por primera vez este curso se han encontrado con alumnado abiertamente bisexual en la práctica totalidad de los institutos que han participado en este estudio. “Se trata sobre todo de chicas bisexuales”, apostillan desde la federación.
En cuanto al conocimiento de la diversidad sexual por parte del alumnado desde la federación comentan como señal de avance el hecho de que en todos los centros visitados hayan encontrado alumnado que conocía previamente el término intersexual.
En relación a las orientaciones sexuales la mayoría del alumnado conoce ya los términos asexual y pansexual, si bien no reconocen la palabra demisexual. En cuanto a las identidades de género, tampoco se conocen aún los términos no-binario y a-género, referidos a las personas que no encajan en la dualidad hombre o mujer, aunque empiezan también a visibilizarse en los centros.
En relación al alumnado, este curso hemos asistido a la creación de grupos Arco Iris en más de 50 centros educativos de Andalucía. Se trata de grupos autogestionados por alumnado que continúan la sensibilización en sus centros tras recibir un taller por parte de activistas docentes de la federación andaluza Arco Iris. Gracias al apoyo de estos grupos un gran número de chicos y chicas han encontrado este curso la fuerza para salir del armario en su entorno y continuar con la cadena visibilidad-respeto-igualdad, que es la estrategia de Arco Iris para arrinconar a la homofobia, añaden en el comunicado.
La función de los profesores
Desde Arco Iris creen que estos avances también están relacionados con la aprobación el curso pasado del II Plan de Igualdad de Género de la educación en Andalucía que por fin incluye la diversidad sexual y familiar entre sus contenidos y que es de obligado cumplimiento en los centros públicos.
Por primera vez hace un año, y en el marco de este plan, una gran cantidad de centros de formación del profesorado han organizado cursos y jornadas formativas sobre transexualidad y diversidad sexual en colaboración con entidades pro-lgbti. “Ahora la mayoría del profesorado andaluz siente que fomentar el respeto a la diversidad sexual forma parte de su labor como docentes, y eso está haciendo que aumente el nivel de información, sensibilización y confianza del alumnado”
Revolución trans en las aulas
Además el informe señala la otra gran revolución de estos dos últimos años: aquella emprendida por las familias con menores transexuales e iniciada de forma mediáica con el caso del Colegio San Patricio de Málaga. Estas familias han hecho avanzar las mentalidades de profesorado y alumnado al apoyar a sus hijos e hijas para que vivan sin miedo en consonancia con su identidad: su sexo sentido. Según Arco Iris, una de cada 1.000 personas es transexual.
Para este cambio, Serrano señala como factor clave un avance legal importante en la educación andaluza de hace ya dos años, la aprobación del protocolo de identidad de género, una herramienta que ha posibilitado incluso el tránsito de profesorado transexual en Andalucía, que en algunos casos se han hecho públicos a través de los medios de comunicación.
Por último, en relación a las familias, el informe aporta un dato estadístico que también ha mejorado en relación a los datos de 2015: el 67 % del alumnado cree que su familia reaccionaría bien al decirles que son LGBTI. En el informe hecho público hace dos años por Arco Iris, menos de la mitad mostraban esta confianza en sus familias. Para Serrano, este dato muestra que “en las generaciones del siglo pasado, entre las que estamos tanto el profesorado como los padres y las madres de ahora, también estamos avanzando y eliminando de nuestras mentes ideas antiguas impregnadas de homofobia”.