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Coste, causas y posibles soluciones a las inundaciones periódicas en Andalucía

La ciudad de Écija continua en alerta amarilla por lluvias. Foto: EUROPA PRESS.

Ana Carretero

Los vecinos de Écija han vuelto a tener que achicar agua. En los últimos días se han visto imágenes muy parecidas a las que se produjeron en 2010, cuando la localidad sevillana sufrió hasta siete inundaciones consecutivas del arroyo Argamasilla y fue declarada Zona Catastrófica. Este año, según el delegado de Seguridad del Consistorio, Carlos Onetty, “parece que no se llegará a ese extremo”.

Según los Servicios de Emergencia del 112, desde el inicio del último temporal se han atendido más de 3.000 llamadas (casi la mitad de ellas provenían de las provincias de Jaén y Sevilla) y se realizaron unos 300 desalojos preventivos, 245 de ellos sólo en la aldea jiennese de Mogón. Han sido 39 las carreteras cortadas, siete de las cuales siguen sin poder ser transitadas. En la provincia de Cádiz continúa activo el Plan de Emergencia y Écija vuelve a estar en alerta amarilla por lluvias esta semana. ¿Por qué sufren inundaciones periódicas estos municipios andaluces? ¿Cuánto hay de fenómeno natural? Y, sobre todo, ¿pueden evitarse?

Más de 300.000 viviendas irregulares

Más de 300.000 viviendas irregularesLa Junta de Andalucía estableció en 2002, como primera medida para la puesta en marcha de un Plan de Prevención de Avenidas e Inundaciones, la realización de un diagnóstico de todo el territorio andaluz para localizar los puntos más vulnerables. Según el plan, Andalucía contaba en ese momento con 428 puntos de riesgo, lo que supone que el 56% de los municipios y un 60% de los municipios podía tener problemas con las inundaciones. La Junta reconoce que hasta la fecha se ha ejecutado un 58% de las actuaciones de defensa e infraestructuras previstas en el Plan, que ahora deben adaptarse además a la normativa europea. Las que sí se han completado han sido las de restauración y conservación de cauces.

Tras las fuertes lluvias de este invierno, el PP-A ha exigido a la Junta la actualización de este mapa y ha puesto el acento en el problema “de las más de 300.000 viviendas irregulares que existen la comunidad”. Más allá del temporal político que ha acompañado al meteorológico, la Oficina del Defensor del Pueblo andaluz ha emitido varias quejas por las inundaciones. El departamento de José Chamizo ha denunciado tanto la falta de ejecución de las obras de prevención como la falta de planificación urbanística. El Gobierno, por su parte, aprobó el pasado año un Decreto Ley para regular las parcelas ilegales, una norma que abre la puerta al “reconocimiento” de las mismas permitiéndoles acceder legalmente, por ejemplo, al suministro de agua y luz. El Decreto estipula los tipos de parcelas ilegales y cuáles de ellas podrían regularizarse. Un 10% de esas 300.000 viviendas, por sus características y ubicación, son ilegalizables.

“No son segundas residencias, son los hogares de familias”

“No son segundas residencias, son los hogares de familias”La mejor de las soluciones técnicas no es siempre la más pacífica desde el punto de vista social ni la más popular políticamente. “No son segundas residencias, son los hogares de las familias”, cuenta Francisco León de la Plataforma de Afectados de las Inundaciones del Guadalquivir. “Hemos pedido reunirnos con el consejero andaluz, Luis Planas, en repetidas ocasiones, y hemos redactado un Plan de Restauración de las zonas afectadas en Córdoba”, añade. Sólo en esta provincia hay un total de 4.334 viviendas en situación irregular, según el último inventario. “Yo vivo en Alcolea, a escasos 5 kilómetros de un embalse y no se me consultó si quiera la construcción”, cuenta León.

Una decena de familias de Écija continúa en pleno litigio judicial con las administraciones tras las inundaciones de 2010 y ya piensan en el nuevo proceso: “Los seguros privados no cubren los daños por catástrofe natural y las cantidades del Consorcio de Compensación son ínfimas y no tiene en cuenta ni daños morales, ni la depreciación de la vivienda de cara a la venta”, cuenta Fernando Osuna, abogado de estas familias. “El caso se ha elevado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y los afectados siguen esperando sus indemnizaciones que pueden estar entre los 35.000 y los 240.000 euros”, sostiene.

150 millones de pérdidas al año

150 millones de pérdidas al añoComo se explica en el Plan de Prevención de Avenidas e Inundaciones, vigente hasta 2015, las pérdidas económicas generadas por las riadas de “los últimos 30 años ascienden como media a 150 millones de euros anuales”, incluyendo medidas de mantenimiento, mejora de cauces, y puesta a punto de los daños ocasionados tanto en viviendas, como en cultivos y carreteras.

Un ejemplo del impacto económico del temporal es el de las recientes riadas de Écija costarán 1,5 millones de euros, según su alcalde Ricardo Gil-Toresano (PP). Las obras del encaucamiento del arroyo Argamasilla están en los planes de la Junta desde el año 2002 y se paralizaron el pasado mes de abril. Gil-Toresano insiste en que, de no haberse parado estas obras, la ciudad hubiera estado protegida ante las lluvias. La Junta se ha comprometido a reanudar unas obras recogidas en el presupuesto de 2013 y que “están ejecutadas en un 60%”.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se muestra satisfecha por el resultado de su gestión de las últimas lluvias. Su presidente, Manuel Romero, calificó el pasado lunes de “muy positiva” la gestión de los desembalses durante la primera quincena de marzo. La CHG inició desembalses preventivos a mediados del mes de febrero. Romero destacó el papel de los embalses “laminando avenidas y evitando situaciones más graves” y anunció la inversión de 6,5 millones de euros para mejorar el Dominio Público Hidráulico (llanuras inundables según las estadísticas de los últimos 500 años).

y anunció la inversión de 6,5 millones de euros para mejorar el Dominio Público Hidráulico (llanuras inundables según las estadísticas de los últimos 500 años).

“No podemos robar las escrituras de los ríos”

“No podemos robar las escrituras de los ríos”“Las inundaciones siempre han estado ahí, pero es evidente que la acción del hombre las agudiza. Alguien lo está haciendo mal”, asegura Pedro Brufao, coordinador de la asociación Ríos con Vida. El clima mediterráneo con sus ciclos de sequía y lluvia “fomenta esa falsa sensación de seguridad, de que en determinada zona inundable ya no pasa el cauce del río”, afirma. “Las llanuras inundables de los ríos siempre lo son y no se debe construir en ellas no sólo por el impacto ambiental, sino por una cuestión de seguridad. Esas zonas son propiedad del río y no podemos robarles sus escrituras”, sostiene Brufao.

Los embalses andaluces están en torno al 90% de su capacidad, frente al 76% que registraban en 2012 en la misma fechaestán en torno al 90% de su capacidad. Andalucía cuenta con 84 embalses, por lo que es una de las regiones europeas con mayor regulación de sus ríos. Un porcentaje se dedica al abastecimiento humano, pero la mayoría del agua que se embalsa se destina al riego de la agricultura intensiva y el regadío. De ahí que la Plataforma de Afectados por las Inundaciones del Guadalquivir denuncie “el uso económico de los embalses, que se llenan en exceso para la explotación agraria y la generación de electricidad”. Por su parte, Antonio Figueroa, de Ecologistas en Acción cree que “los ríos han perdido capacidad para desaguar porque se explotan como canales de riego”.

Tanto Brufao como Figueroa coinciden en que la cantidad de lluvias de las últimas semanas no ha sido anormal, pese que desde la CHG se afirma que sólo en cinco meses se ha superado los niveles de lluvia que se recogen de media cada año completo en la cuenca del Guadalquivir. “Hace dos años llovió más y en zonas más localizadas”, afirma Figueroa. Brufao denuncia que el peligro está en la alteración brusca de los niveles de agua de los ríos por la gestión de las presas y embalses cuya construcción, además, supone un estrechamiento de los cauces originarios. El representante de Ríos con Vida considera inútil la limpieza de cauces “ya que volveran a estar sucios con las próximas avenidas”.

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