Hi Corea!, música y psicodelia como evasión “de la mierda que nos rodea”
La música como paraíso. Como evasión, common people. Y como resistencia. Los sevillanos Hi Corea! plantean con su trabajo una válvula de escape de la realidad. Desde una mezcla de desesperanza y surrealismo, con temas salpicados de una suerte de indie psicodelia, añorante de otras épocas. Todo, dicen, “para que la gente se olvide del Telediario” como objetivo. Más claro: “para evadirte de la mierda que nos rodea”.
Hi Corea! es una apuesta de cinco caras: Clarisa Guerra, Bernardo Ruiz, Carlos Moreno, Isidro Lucuix y Pepe Benítez. Dicen que iluminados por luces parecidas a las que trazaban el camino de Syd Barret y The Free Design en los años 60. O del colectivo Elephant 6 tres décadas más tarde y The Beta Band en el cambio de siglo. Y a las derivaciones recientes como Animal Colective, Deerhunter, Temples… Comparaciones que superan imaginativas bases sintéticas aliñadas con elaboradas líneas de bajo. “Y pasión sincera”.
El debut de este poliedro musical con Odd Nature fue premiado como mejor EP por la edición sur de la revista especializada Mondosonoro. Y la continuación del proyecto, con Even Nature (WeAreWolves Records), confirma las sospechas de una banda que llega para quedarse con cuatro pistas en formato vinilo. Lo cuenta Clarisa Guerra, también periodista, en una entrevista para eldiario.es Andalucía.
¿Vuestras canciones son una vía de escape con toque surrealista?
Has dado en el clavo. Tienen ese punto onírico para intentar evadirte de la mierda que nos rodea. A todos los niveles: político, profesional, crisis, guerras… mierdas, por todos lados. También es verdad que echo de menos ese punto reivindicativo en la música, que también me parece muy necesario y nosotros no lo tenemos realmente. Es más un rollo de escape.
Y con eso también retratáis la sociedad.
Puede ser, es nuestra manera de intentar que la gente se olvide del Telediario o de su jefe durante un rato.
¿Qué os parece el mundo al que ponéis música?
Qué te voy a contar que no sepas… con nada que estés un poco informado, ves que la situación es un poco triste, por decirlo de manera suave. Suena a topicazo, pero a veces entran ganas de irse a tomar viento fresco y no saber nada. Parece un discurso pesimista, pero bastante alegres estamos aquí para lo que está pasando en España y el mundo. El ser humano es caótico, tiende al desastre. Hay cosas magníficas, pero si ves el Telediario te pones a llorar… ¡Por eso veo El Intermedio! Así al menos me río.
Parece una estrategia para amansar fieras.
A nosotros nos sirve. Cuando entramos en ese bucle creativo, o la puesta en escena, es una catarsis. Es difícil de explicar pero aunque dure lo que sea estás en otro planeta. Quizás es la manera, ya que no podemos irnos a Hawai o a una isla perdida en el Pacífico. Y esperamos que el público también, tanto si se pone los cascos como si viene a un concierto. La música es una necesidad vital.
¿Y cómo definís vuestra música?
Siempre nos etiquetan como indie psicodelia. No somos muy de etiquetas pero esa nos gusta y la hemos adoptado como propia. Sin problema ninguno. Hay muchos grupos que están haciendo esta tendencia y nos sentimos identificados.
Sonidos de otras épocas pero sin añoranza, dicen.
Claro, el origen de la psicodelia está en los años 60 y ahora hay grupos que siguen esa misma línea más purista, digamos, pero también la psicodelia es experimental. Es lo que hacemos, una línea no tan clásica. Sobre todo en este último disco damos una vuelta de tuerca.
¿Cómo está funcionando Even Nature?
Bien para estar en Sevilla. Todo se mueve en Madrid y Barcelona, y es muy complicado. Aquí, haciendo lo mismo, te cuesta el triple. Y más si como en nuestro caso tenemos otra vida aparte de la música que no te permite poner toda la carne en el asador, digamos. Tenemos familia, trabajo, alquileres que pagar… es muy difícil. Pero está funcionando, estamos contentos con el resultado y creemos que hemos hecho un buen trabajo. Es verdad que hemos tardado más de lo que nos gustaría pero el resultado está a la altura de cualquier grupo que lo esté petando (ríe).
Odd Nature fue mejor EP para la edición sur de Mondosonoro y el nuevo proyecto tuvo su estreno en la web de RTVE. Estáis aquí para quedaros.
Estamos aquí hasta que el cuerpo aguante. Ideas tenemos, y ganas. Nunca se sabe.
Pero llegan reconocimientos…
Sí, sí, están ahí. Recibimos buenas críticas y bueno, de hecho en septiembre queremos hacer una gira. Con el primer EP no la hicimos, sí algunos conciertos, sobre todo por Andalucía y fuimos a Barcelona, pero no hemos tocado en Madrid todavía, por ejemplo, y es fundamental, ¿no?
Dicen que ya no sois tan sorpresa, que se os ve venir. Una muestra de la creatividad andaluza.
Que digáis eso me alegra mucho. Estamos contentos con lo que hacemos. Y hay bastante nivel artístico en Andalucía, lo que pasa que en círculos más reducidos que los que hay en otras ciudades. También da coraje cuando te dicen ‘te tienes que ir a Madrid a vivir para intentarlo’, y dices, ‘por qué, si quiero hacerlo desde aquí’.
Cada componente llegáis a Hi Corea! de un lugar diferente, aportáis cosas distintas… un conjunto tan poliédrico, ¿cómo rompe en directo?
Eso es una buena pregunta. Al principio, cuando éramos tres, nos dimos cuenta que era imposible plasmar en directo lo que habíamos construido en el disco, donde planteas capas y capas de sonido. Nos gustan muchos los detalles, las figuritas, las cositas… y claro, eso con seis manos es imposible. Por esto también surgió la opción de pasar a ser cinco oficialmente.
¿Publicar en vinilo es también una forma de resistir?
Sí, de recuperar la esencia y de resistencia. De que permanezca. Ya que has hecho algo, que quede como legado físico más allá de ceros y unos colgados en internet. Que es muy útil y nos encanta, pero para que el que le guste realmente pueda tener ese legado para siempre. Que le traiga un buen recuerdo, que coja polvo en la estantería…
Como publicar en papel, casi, en periodismo.
Uff… puede ser (ríe). Casi una especie de fetichismo para unos pocos. Puede ser paranoia, pero cuando te pones a escuchar un vinilo, te paras. Ya el gesto de pincharlo necesita esa quietud que hace que descubras otros detalles y te lleve a otros sitios.
Lleva a Hi Corea! y explicar el nombre podía ser un comienzo. Será el final.
Nos lo han preguntado alguna vez (ríe). Tiene varias acepciones. Corea como un sitio que realmente no existe, están Corea del Norte y del Sur, pero éste sería un lugar imaginario. Y luego también que una de nuestras características más definitorias son las armonías vocales, todos cantamos y por ahí va, por el tema de corear. Y que esta gente (el resto del grupo, refiere Clarisa) tiene conmigo la coña de que con los ojos parezco coreana… estas tonterías.