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Proposiciones de ley de la oposición quedan en suspenso por un tenso empate de la Mesa de la Cámara

Junta de Portavoces del Parlamento de Andalucía.

Olga Granado

Tensión y palabras gruesas este miércoles en el Parlamento de Andalucía. Dos proposiciones de ley presentadas por el PP-A y Podemos y vistas por la Mesa de la Cámara para su inclusión o no en el orden del día del próximo pleno, han quedado en suspenso después de que se produjera un empate. Han votado en contra los tres miembros del PSOE-A, por un lado, y a favor los tres que suman el PP-A, Podemos e IU, mientras que el único de C's se ha abstenido. O sea, 3 a 3, y como no hay voto de calidad del presidente del Parlamento de Andalucía, Juan Pablo Durán, no han entrado en el orden del día y se han quedado en el limbo.

Ha sido después de una sesión muy tensa que ha prolongado la reunión de la Mesa de la Cámara cuatro horas, cuando suele durar en torno a una, y esa misma polémica se ha trasladado luego a la Junta de Portavoces, que debía ver el orden del día para el pleno de los días 23 y 24 de septiembre elevado por el presidente, quien finalmente ha hablado de la posibilidad de que puedan considerarse en otra reunión. De hecho, el mismo 23 podría reunirse de nuevo la Mesa de la Cámara para retomar la cuestión.

¿Qué se pretendía?

Las proposiciones de ley son para hacer públicos todos los movimientos de las cuentas de la Junta de Andalucía (Podemos) y eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones (PP-A). El PSOE-A ha votado en contra remitiéndose a que su tramitación ya fue rechazada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía el pasado mes de mayo porque “exigiría un aumento de créditos presupuestarios” mientras que la del PP-A implicaría “una disminución de los ingresos”.

Cabe recordar que el Reglamento del Parlamento de Andalucía establece que el Consejo de Gobierno -en un informe que es preceptivo pero no vinculante- debe manifestar su criterio respecto a la toma en consideración de las proposiciones de ley, así como su conformidad o no con la tramitación, “si implica aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios”. El Estatuto de Autonomía, norma de mayor rango y que por tanto se impone, recoge que “corresponde al Consejo de Gobierno la elaboración y ejecución del presupuesto de la comunidad autónoma y al Parlamento de Andalucía su examen, enmienda, aprobación y control. Toda proposición o enmienda que suponga un aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Consejo de Gobierno para su tramitación”.

Sin embargo, en estos dos casos, los proponentes han manifestado que incluían la “coletilla” de que se considerara para el ejercicio 2016, o sea, unos presupuestos autonómicos que todavía no existen y que no se trataba de modificar los vigentes. De hecho, la postura del Consejo de Gobierno no ha impedido que en otras ocasiones se hayan debatido en pleno cuestiones similares, básicamente porque cualquier propuesta que haga un grupo cuesta dinero por poco que sea. En concreto, la idea del PP-A, que reza “proposición de ley relativa a medidas tributarias en el impuesto sobre sucesiones y donaciones en Andalucía”, se debatió calcada hasta en tres ocasiones en plenos de 2003, 2007 y 2008.

Es un tema recurrente, igual que la reforma de la Cámara de Cuentas, que IU ya presentó como proposición de ley el pasado mes de mayo y no se tramitó, no por un bloqueo como el de este miércoles, sino porque entonces votó en contra el PP-A. Igual le había ocurrido a Podemos el pasado mes de mayo, cuando los votos en contra del PSOE-A, C's y entonces también del PP-A (más la abstención de IU) impidieron, también en la Mesa de la Cámara, tramitar por lectura única su proposición de ley para hacer públicas las cuentas de la Junta de Andalucía. Es más, IU la ha vuelto a presentar, pero ni siquiera se ha sometido a votación. Sin embargo, cree que tendrá el mismo destino que las otras dos: o sea un empate y por tanto un bloqueo dado que el dictamen del Consejo de Gobierno es idéntico que para las otras dos.

¿Qué ha cambiado?

Esta vez la mañana había comenzado con los tres proponentes en bloque y convencidos de que el PSOE-A (que gobierna) y C's (que permitió la investidura) les iban a tumbar la posibilidad de que se tramitaran sus proposiciones de ley. El caso es que C’s finalmente ha optado por la abstención. No en vano el PP-A está proponiendo con la rebaja fiscal lo que ellos también defienden y permitir que fuera a pleno hubiera supuesto a C's retratarse o con un voto negativo o dejar que los populares les tomaran la delantera. Eso incluso cuando todavía no se conocen los presupuestos autonómicos de 2016 y C's ha puesto como condición para respaldarlos que haya rebaja fiscal. Para el PSOE-A parece imprescindible este voto de C's porque no cuenta con mayoría absoluta y tiene a los otros tres grupos de la oposición con las espadas en alto. Porque si se le recrimina a C's y PSOE-A que tiene un pacto más allá de la investidura, también el PP-A, Podemos e IU han decidido unir fuerzas en la oposición.

La polémica -ya con los medios de comunicación presentes- se ha trasladado luego a la Junta de Portavoces, donde el presidente presentaba el orden del día y esperaba el habitual asentimiento de acuerdo de todos. La portavoz parlamentaria de Podemos, Teresa Rodríguez, quien ha tenido que oír en varias ocasiones comentarios sobre su “falta de experiencia” en la vida parlamentaria, ha roto el fuego al decir que no estaba de acuerdo. La han secundado el PP-A e IU. Desde el PSOE-A, Mario Jiménez, les ha replicado que incluirlas o no en el orden del día se verá “cuando la Mesa de la Cámara las califique, cosa que no ha ocurrido”. Sólo sería posible si C's también vota a favor, porque ha recordado que el PSOE-A continuará oponiéndose “porque la potestad del presupuesto es del Gobierno de Andalucía”.

“Nuestro posicionamiento no es ni a favor ni en contra, sino que entendemos que hay una laguna jurídica que queremos resolver. Se ha pedido un informe jurídico”, ha remarcado, por su parte, el portavoz parlamentario de C's, Juan Marín. El resto de la oposición ha intentado ponerlo en evidencia, pero él ha negado las acusaciones de que mantiene un “pacto oculto” con el PSOE-A. “Cada uno tenemos un criterio y a C’s no se lo va a marcar nadie”, ha insistido.

El portavoz del PP-A, Carlos Rojas, ha criticado duramente que se haya llegado a esta situación, que “no ha ocurrido nunca”. En su opinión, “se trata de hurtar el debate” en la institución donde reside la soberanía popular. “Es el ejercicio esencial de la democracia: que se debata y que cada uno vote luego lo que quiera”, ha subrayado. Ha exigido que se reconsidere la situación, y que tanto el PSOE-A cambien de actitud. “Que cada uno se retrate luego con su voto, pero que se produzca el debate que llevamos ejercitando desde hace años”, ha proseguido. “Si no se rectifica, C’s y el PSOE-A estarían haciendo un pacto mordaza para impedir que se debata en el Parlamento de Andalucía”, ha concluido.

¿Qué va a pasar?

Tras recordar a Teresa Rodríguez que “las deliberaciones de la Mesa de la Cámara no son objeto de debate en la Junta de Portavoces”, Juan Pablo Durán no ha descartado que en futuros órdenes del día haya cambios y se incorporen otras proposiciones de ley. Ha recalcado que “no es una cuestión de obstrucción”. Se ha votado sobre la tramitación de estas propuestas “en función del informe del Gobierno de Andalucía y no ha habido acuerdo ni para rechazarlas ni para que siguieran adelante”. Ha recordado que hace 15 días pidió dejarlas en suspenso para buscar posicionamientos objetivos porque “hay lagunas entre el Estatuto de Autonomía de 2007 y el reglamento”, ha puntualizado en relación sobre cómo debe ser tratado el informe del Consejo de Gobierno.

Como una reforma del reglamento exige una mayoría cualificada que se antoja “complicada” con este panorama, va a enviar a los grupos una propuesta para “consensuar unos criterios objetivos” a la hora de la calificación de las iniciativas, “fuera cual fuera el pronunciamiento del Gobierno de Andalucía” sobre las mismas, y para exigir también que dicho dictamen esté “más motivado y fundado”. En su opinión, lo suyo es establecer “un marco estable de garantías para todos, para que las decisiones tengan un carácter más objetivo”.

No obstante, ninguno de estos problemas se han detectado en las legislaturas previas, y en la última se modificó el reglamento. Pero lo que más ha cambiado es la composición del arco parlamentario donde nadie tiene mayoría absoluta y donde entran en juego nuevos factores. Es más, este miércoles había quien se lamentaba no haber peleado más por la composición de la Mesa de la Cámara, que no les había parecido tan importante, pero lo han visto cuando pasan este tipo de cosas.

Ha durado tanto la reunión de la Mesa de la Cámara que la Junta de Portavoces posterior no ha empezado hasta prácticamente las tres menos cuarto cuando era a la una y media, por lo que el presidente ha dicho que “para ahorrar molestias” ya no se fijará hora, sino que será de manera genérica “cuando acabe la reunión de la Mesa de la Cámara”. Detalle que da idea de lo complicado que se augura este segundo periodo de sesiones y también de las contradicciones en las que pueden entrar uno y otro partido en función de sus intereses en cada momento.

Basta con recordar cómo en octubre de 2014 el pleno debatió una propuesta instando a que el Gobierno de Andalucía emprendiera la reforma de la Cámara de Cuentas, elevada entonces por el PP-A y tramitada esa vez como proposición no de ley. Entonces, la parlamentaria del PSOE-A Antonia Moro les recriminó a los populares que era “incoherente e hipócrita” desde el punto de vista político “mandatar” que lo hiciera el Gobierno de Andalucía cuando la Cámara de Cuentas es “un órgano de extracción parlamentaria”. Y les contestó a los populares: “¿Por qué no han presentado mejor una proposición de ley para que veamos blanco sobre negro qué es lo que plantean?”. Llega como proposición de ley, esta vez de la mano de IU, y el Gobierno de Andalucía le da el no a su tramitación.

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