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De cena sin ruidos

'El ático' en Gaucín (Málaga) es uno de los restaurantes donde 'Comer sin ruido'. (Foto.El Ático)

Carmen Reina

¿Cuántas veces ha salido de una taberna o restaurante y ha encontrado la paz del silencio al salir a la calle? ¿Ha sufrido los decibelios de las voces, la vajilla o la cafetera que le hacen imposible mantener una conversación sin gritar para entenderse con el camarero o su acompañante de mesa? Cuando un sentido realiza doble esfuerzo los otros se resienten y, en estos casos, cuando el oído tiene que combatir el ruido excesivo, no hay lugar para disfrutar convenientemente con la vista ni el gusto del plato ni del lugar donde se va a comer.

Con esta experiencia como perspectiva nace la iniciativa ‘Comer sin ruido’, una manera de concienciar a empresarios de hostelería y restauración de los beneficios de ofrecer locales “acústicamente agradables”, donde escucharse sea un placer tanto como degustar un buen plato.

La asociación CLAVE –‘Oír es clave’, entidad que trabaja contra el ruido- ha desarrollado esta iniciativa a través de la cual recopilan las cafeterías y restaurantes de todo el país que son acústicamente amables para aquellos clientes que busquen disfrutar de la gastronomía huyendo de los decibelios excesivos. En Andalucía, de momento, sólo hay tres locales que estén incluidos en este listado.

Así, estos restaurantes han trabajado sobre la importancia de eliminar el ruido para ofrecer el mejor servicio. Ruido que va desde la falta de aislamiento del exterior en una calle muy transitada, al impacto al colocar la vajilla, vasos y otros utensilios, el arrastre de sillas y mesas, el elevado volumen de la televisión o la música ambiental, o las propias conversaciones que elevan el tono una tras otra como un efecto dominó al no encontrar espacio ni materiales absorbentes del ruido. Éstos son los tres restaurantes andaluces incluidos en el listado para ‘Comer sin ruido’:

Restaurante Juan Moreno (Vera, Almería)

Restaurante Juan MorenoRestaurante familiar donde el mar, sus pescados y mariscos protagonizan la carta. Aquí, el diseño del local juega la principal baza en favor de la desaparición de ruidos molestos. “Está insonorizado, con huecos en la pared y el techo que hacen que el sonido sea absorbido y no rebote”, cuenta José Antonio Moreno. Las distancias entre las mesas es mayor de la habitual para que el cliente no oiga las conversaciones de otras mesas y al no utilizar la barra para tapeo, se evita que se genere el típico ruido de clientes en ella. Para mayor silencio, el restaurante cuenta con una serie de reservados, habitaciones particulares y cerradas donde el cliente se aísla completamente del resto del local.

Restaurante El ático (Gaucín, Málaga)

Restaurante El áticoRichard y Lisa Gouveia son los anfitriones angloparlantes de este restaurante con una maravillosa vista hacia el pueblo de Gaucín y el Valle del Genal. Ellos aseguran que dan “gran importancia en proporcionar un espacio de comedor de calma y tranquilidad”. “Nos encanta la animación y la tradición de los bares locales, pero los televisores, los azulejos de las paredes y el ruido no siempre es agradable para la hora de comer”, aseguran. Como alternativa, su restaurante cuenta con un diseño que incorpora una gran cantidad de madera y saca provecho del buen aislamiento acústico que proporciona este material. Además, cuentan con una puerta interna en la entrada para alejar doblemente el ruido de la calle y eligieron una pequeña y silenciosa máquina de café. Sin televisión en el local, mantienen una música tranquila de ambiente a volumen bajo y un espacio amplio entre las mesas de los comensales.

Restaurante Noor (Córdoba)

Restaurante NoorRecién abiertas sus puertas esta primavera, el restaurante del chef Paco Morales que cuenta con una ‘Estrella Michelín’ ha incluido la ausencia de ruido entre cada detalle estudiado para poner en marcha este local que bucea en la cocina andalusí.

El principal ingrediente a favor de mantener una acústica agradable en Noor es que el aforo de su comedor es de 20 plazas, un número pequeño de comensales que evita los ruidos de una aglomeración de personas. A partir de ahí, los materiales del restaurante y de los útiles como manteles, mesas y sillas de telas, madera y piel, absorben mucho mejor el ruido que pueda generarse.

En la web de ‘Comer sin ruido’, además de poder acceder a los restaurantes de cada zona geográfica que son acústicamente agradables, los propios empresarios tienen en esta página un espacio donde encontrar consejos para acondicionar sus locales, aumentar así el bienestar sensorial de sus clientes y poder incluirse en el listado de esta iniciativa. Soluciones prácticas como instalar un adecuado aislamiento en el local, dejar espacios de separación suficientes entre las mesas, utilizar protectores en patas en el mobiliario y en superficies para colocar el material o controlar el volumen de la música o la televisión, son algunos de esos consejos que los más adelantados en esta iniciativa ya han llevado a cabo.

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