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14 comarcas agrarias andaluzas entran en sequía severa durante el último año

Embalse de Canales, en Granada, a finales de octubre.

José Miguel Muñoz

A pesar de la lluvia de los últimos días, y con la Cumbre del Clima celebrándose en Madrid, la situación hídrica de Andalucía no es nada halagüeña. La comunidad dispone ahora de un 31% menos de agua embalsada que hace un año. Los pantanos de la región acumulan 4.242 hectómetros cúbicos de agua, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica publicados este 12 de noviembre, mientras que hace doce meses tenían 6.187 hm³, sobre una capacidad total de 11.167 hm³. Y si lo comparamos con la media de los últimos diez años, una referencia con más perspectiva, la caída es de un 37% de agua disponible.

En solo un año los embalses andaluces han pasado de estar a una media del 54% de su capacidad al 38% actual. En España la reserva hídrica media es algo mayor, del 41%, aunque tampoco como para tirar cohetes.

La falta de lluvia suficiente en invierno y primavera, junto a un verano que cada vez es más largo y se extiende ya prácticamente de mayo a octubre -junio marcó el mínimo de precipitaciones de la serie histórica-, ha hecho que el fantasma de la sequía esté cada vez más presente.

Así lo muestra el último informe de Análisis de Sequía de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, publicado el 21 de octubre. Hace un año, de las 55 comarcas agrarias en que se divide Andalucía, tan solo había una en estado de sequía moderada. Ahora hay nada menos que 14 comarcas en situación de sequía severa y otras 29 en sequía moderada. Únicamente 12 comarcas se libran, por el momento, de la escasez de agua.

La zona oriental de Andalucía, en peor situación

La situación más grave afecta a la zona occidental de la comunidad, especialmente el litoral atlántico. De las 14 comarcas en sequía severa, cuatro están en Huelva (Andévalo Oriental, Condado Campiña, Condado Litoral y Costa), otras cuatro en Sevilla (Aljarafe, Sierra Norte, Marismas y La Vega) y tres en Cádiz (Campiña, Costa Noroeste y La Janda).

Las otras tres comarcas en sequía severa son Campo de Dalías en Almería, las Alpujarras de Granada y la Sierra de Segura de Jaén, la única comarca que hace un año estaba en sequía moderada.

La Consejería alerta de que, dado el nivel habitual de precipitaciones en los próximos meses, según las series históricas existentes, “las perspectivas de mejora son mayores en Andalucía Oriental”, mientras que “la situación en las comarcas de Andaucía Occidental es mucho menos favorable, especialmente en la provincia de Cádiz.

El informe de sequía de noviembre de la Confederación Hidrógráfica del Guadalquivir (CHG), cuyo ámbito cubre la mayor parte de la comunidad -gestiona 8.115 hm³ del agua embalsada, el 72% del total disponible en Andalucía- tampoco es muy alentador.

De las 27 unidades territoriales en que se divide la cuenca, 19 están en situación de sequía prolongada, según el nivel de precipitaciones que presentan respecto a la media histórica. Todas ellas en la parte occidental de la cuenca. Y solo hay ocho zonas con ausencia de sequía. A nivel global, el informe sitúa la demarcación hidrográfica del Guadalquivir en un estado de sequía prolongada.

Los embalses de la cuenca están a una media global del 34%, cuando hace un año superaban el 51% de su capacidad.

Un área en emergencia y ocho en alerta

Desde el punto de vista del abastecimiento, la situación empieza a ser preocupante. En el informe de sequía de noviembre de la CHG aparece ya una de las unidades territoriales en situación de emergencia, la de Guadiamar, en Sevilla. Otras ocho zonas están el alerta, que cubren la gran mayoría de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir, y diez más en prealerta de sequía. Únicamente seis áreas disfrutan de un estado de normalidad.

La situación es mucho peor que hace un año, cuando solo había tres zonas en alerta (ninguna en emergencia) y cuatro en prealerta.

El estado de emergencia se establece cuando el agua disponible no puede cubrir el 100% de la demanda de abastecimiento de consumo durante un año y el 60% de las necesidades de riego.

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