Más de 21.000 parados no cobra prestación contributiva ni subsidio asistencial en Aragón
El mercado laboral aragonés cerró el tercer trimestre con los registros menos sangrantes de desempleo tras estimar la EPA (Encuesta de Población Activa) que ‘solo’ el 8,79% de quienes pretenden trabajar en su territorio no pudieron hacerlo entre julio y septiembre, periodo en el que este año la actividad turística ha vuelto a sumarse a la agrícola como refuerzo de temporada.
Ese registro, señaló la consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, “nos marca con rotundidad el muy buen comportamiento del mercado laboral en el tercer trimestre” y “nos sitúa como la comunidad autónoma con menor tasa de paro”.
El análisis de Gastón resulta inapelable, aunque ese registro, que apunta a un mercado laboral menos convulso que el de territorios como Andalucía o Canarias, que superan el 20%, y que presenta un margen de casi seis puntos con una media estatal del 14,57%, que sigue lastrada por el desplome de la ocupación en las turísticas comunidades costeras y también por la caída en algunas del interior como Castilla-La Mancha y Extremadura, sí tiene más matices, como que más de 21.000 de esos desempleados no estén recibiendo ningún tipo de prestación contributiva ni de subsidio asistencial.
Entre ellos destacan, por sus consecuencias sociales, dos como son el incremento del paro de larga duración, que refleja una expulsión del mercado laboral de algunas franjas de trabajadores de mayor edad, y, de manera simultánea, el fallido sistema de protección que deja fuera de su paraguas a dos de cada tres desempleados.
El paro de larga duración se enquista en Aragón
La EPA cataloga como “desempleados” a 56.800 personas en Aragón, una cifra que no se registraba desde el otoño de 2008, cuando, los registros se dispararon desde 43.300 a 66.000 en los tres últimos meses de ese año, en los que iba dando comienzo a lo que se dio en llamar la postExpo.
La mejora es de 18.200 desde junio del año pasado, tras el trimestre de mayor dureza de la pandemia y de las restricciones a la actividad adoptadas para frenarla, en una recuperación, que supone haber reducido en quince meses prácticamente la cuarta parte del desempleo que generó el ‘gran encierro’. Y supera el 30%, con un descenso de 24.300, si la referencia es interanual y se sitúa en el pico de 81.100 de septiembre de 2020.
Sin embargo, la evolución no ha sido pareja para todos los grupos de desempleados: los que llevan menos de seis meses buscando empleo han pasado de 34.500 a 22.100 en los últimos quince meses, mientras los que llevan entre medio y un año han bajado de 12.000 a 5.400, con sendos recortes del 36% y el 45% que suman una reducción conjunta de 19.000.
¿Dónde está el resto? En el paro de larga duración, que es el que sufren quienes llevan más de un año sin empleo, buscando uno y con disposición para incorporarse a uno de manera inmediata, que en esos quince meses han pasado de 21.300 a 23.800.
Más paro entre quienes más tiempo llevan sufriéndolo
Ese aumento, del 11,7% (+2.500), apunta a una cronificación del desempleo entre quienes llevan más tiempo sufriéndolo. Así, entre junio de 2020 y septiembre de 2021, quienes llevaban entre uno y dos años pasaron de 8.300 a 9.300, mientras que quienes superaban esos plazos crecían de 13.000 a 14.500, con avances del 12% y el 11% que, pese a la mejora de la temporada veraniega, suponen una brecha en relación con el resto de los estratos del paro.
La tasa del 42% de parados de larga duración sobre el total que sufre Aragón es, como ocurría con la de desempleados sobre el conjunto de la población activa, la más baja de España, aunque con un volumen más que inquietante en todos los casos.
Los dos años de desempleo suponen, como muy tarde, el final del derecho a la prestación contributiva, un ingreso que en la mayoría de los casos se termina antes como consecuencia de las cortas y escasas carreras de cotización que provoca la precarización del mercado laboral. Las alternativas son los subsidios asistenciales si se reúnen las condiciones.
Más de 21.000 parados sin prestación ni subsidio
En Aragón, según los registros del Ministerio de Trabajo, al cierre del mes de septiembre estaban recibiendo una prestación contributiva solo 19.188 de los 56.800 parados registrados en la comunidad, mientras que otros 14.409 cobraban un subsidio asistencial y 2.088 más habían accedido a una renta de inserción.
Esos 35.685 desempleados suponen el 62,8% del total, lo que equivale a que prácticamente dos de cada cinco (21.115) no recibían ningún tipo de ingreso procedente de los sistemas de protección oficial frente a la pérdida del trabajo.
La tasa de cobertura ha mejorado en relación con la que se daba el año pasado, cuando se quedaba en el 53% al alcanzar los 43.156 beneficiarios entre un volumen de 82.365 desempleados. Entonces eran 39.209 los que no recibían prestaciones ni subsidios.
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