Nervios zen

Que no pase el tiempo, que dure agosto, que no maten más gente ni torturen, que se produzca El milagro secreto (el del cuento de Borges u otro similar) de parar el tiempo, que lo raro sea normal. Hay que abrir el calendario y ver qué ofrece, el chat de IA. 

Prompt: ¿Me puedes hacer una semana vacía feliz?

Pero cuando el calendario está demasiado vacío a la fuerza… ay. ¡Ni siquiera tiene números! El calendario se ha quedado en cajas, marcos, ah, qué alivio, son containers, contenedores. 

Todo son nervios y calma chicha. Nervios zen.

La foto del río y sus dos catedrales es de la semana pasada, cuando aun se pudo pasear por orillas del Ebro, Pronto se privatizarán las orillas. Para pisos de luxe. O sea, pisos. Un poco de skyline al atardecer. Los siluros no han vuelto a asomar en manada, nadie les echa de merendar. Sí que están los pescadores y el curso de ramo en canoa. El río está perfecto.

Como si el tiempo no pasara, que no pasa hasta que te llaman a filas: pronto habrá que alistarse, por las buenas y por las malas, etc. Es algo lejano –al menos en el pasado– pero está a cinco minutos de misil, según el jefe de la otan, que vive de eso. De decir eso. 

Esto convierte a los misiles en un tema local, regional, de manera que es más inmediato hablar de eso que del adorado añorado canfranero, éxito de viajes de placer. Bonita expresión en desuso: viajar por placer.

Un epifenómeno (de Epi y Blas): los trenes turísticos, de ocio, sustituyen a los trenes para ir a alguna parte… y a los autobuses de línea que ya no paran en tantos pueblos (155). Centros de datos sí, paradas de buses no, etc. Los datos van rápido las personas lento… o nada. Nervios zen. Latencia cero para humanos.

Agendas, prisas, cosas… y lo peor es si no hay nada de eso. La inutilidad absoluta, que nadie se acuerde de ti, ni siquiera el Estado y sus innumerables multas y sus microEstados derivados… hasta llegar a la intimidad, que antes la gestionaba Google y ahora es la IA, otras marcas, reventa de yoes a granel, vidas repes. 

Muchas sandías y pocos melones, ahora salen las judietas segunda edición, el pedrisco replay destrozó más coches, lunas, chapas, cultivos, cristales, casas, corrales… El verano más caliente según aemet bla bla. 

El pedrisco tiene al campo en vilo, si no te ha pillado todavía quedan almendras por coger, aceite, nueces, olivas, uva… El pedrisco es cada vez más gordo, las bolas de hielo para selfies si te cogen te matan.

No hay mucho interés en los datos buenos, cuestan demasiado y siempre están un poquillo o mucho bailados a favor de quien los extirpa y los expone. Los datos buenos no los pilla ni la IA. Quizá no existen. O están tan escondidos.

Hay tantas cosas que no salen, proyectos sin respuesta, envíos que rebotan, que no se abren, que nadie tiene tiempo de escuchar nada y menos a sí misma/o, lo más doloroso de septiembre es el autocheck system. Si es que hay algo más… aparte del misil a cinco minutos.