El pleno de Jaca respalda la suspensión temporal del polémico Oroel Park y abre la puerta a una consulta ciudadana

El pleno del Ayuntamiento de Jaca ha aprobado la suspensión temporal del proyecto Oroel Park, la zona recreativa prevista en el entorno del Parador de Oroel. La decisión se ha tomado después de semanas de polémica, con voces críticas de asociaciones vecinales y colectivos ecologistas, que advertían del impacto que tendría en un espacio protegido y reclamaban que se frenara la actuación. La inciativa para frenarlo ha sido de CHA y ha recibido el apoyo de PSOE, +Jaca, Vox y PAR. En contra han votado el PP y Aragoneses.

En su propuesta, CHA ha defendido la paralización del Oroel Park al considerar que suponía “urbanizar un espacio natural protegido con dinero público”. La formación ha advertido de que el proyecto transformaba el monte Oroel en un parque temático y ha alertado del riesgo de impacto ambiental en un entorno de alto valor simbólico y natural para Jaca. CHA reclama que la inversión prevista se destine en cambio a la recuperación del Parador y del restaurante, así como a medidas de protección y conservación del espacio natural.

Desde el área de Turismo, impulsora del proyecto, se defiende que la iniciativa se enmarca en un plan global de rehabilitación y puesta en valor del entorno del Parador, abandonado desde hace años. El consistorio insiste en que se trata de un proyecto con “mínimo impacto ambiental y máxima sostenibilidad”: 15 módulos de juego de madera, sin talas ni movimientos de suelo, sin apertura de nuevos senderos y con baños secos como medida higiénica.

“No se plantea como un parque de atracciones, sino como un espacio recreativo para familias”, sostienen. El Ayuntamiento recuerda además que la propuesta fue trabajada en la comisión de Turismo, donde se replanteó y rediseñó a partir de las aportaciones de todos los grupos políticos, y que está sujeta a evaluación ambiental del INAGA. Como ejemplo, ponen la zona de juegos de San Juan de la Peña, también en un espacio protegido, que se instaló sin generar polémica.

Carlos Serrano (PP), alcalde de Jaca, ha recordado durante el pleno que el Ayuntamiento “no tiene capacidad legal, ni competencias para paralizar el proyecto”, ya que es la Mancomunidad el organismo responsable, que lo sacó a licitación a finales de agosto con un presupuesto de 370.000 euros, en su mayor parte financiados con fondos europeos. Serrano ha añadido que “se va a dar traslado de la propuesta a la Mancomunidad” y ha subrayado que el Oroel Park está condicionado a obtener la declaración de impacto ambiental del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA). “Si no la obtiene, no se hará ahí y se buscará otra ubicación”, ha apuntado al responder a la decena de preguntas planteadas por vecinos y representantes de la plataforma ciudadana Oroel no se toca, presentes en la sesión.

Por su parte, la portavoz de CHA, Laura Climente, ha insistido en que su formación “mantendrá el no a Oroel Park”, incluso si el proyecto cuenta finalmente con el aval del INAGA. “Nos preocupa la evolución del proyecto”, ha señalado la concejala, que ha defendido “un Oroel libre y natural” frente a iniciativas que, según ha denunciado, buscan “masificar y explotar” el espacio protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel con medidas como “un aumento de las plazas de parking o un restaurante gourmet”.

La portavoz del PSOE, Olvido Moratinos, ha defendido la enmienda presentada por su grupo, en la que se incluye la celebración de una asamblea ciudadana “para explicar el proyecto” y la posterior consulta a sus participantes. Moratinos ha reclamado asimismo “escucha activa y reflexión” ante el malestar social generado por la iniciativa.

Desde Aragoneses, la concejala de Turismo, Lucía Guillén, ha avanzado que “se va a hacer una presentación pública del proyecto en fechas lo más cercanas posibles” y ha reconocido “no esperar esta contestación ciudadana”. También ha querido precisar que Oroel Park “comenzó en agosto de 2023” y que “está recogido en las actas de la comisión de Turismo”, a la que se llevó hasta en once ocasiones.

El futuro del proyecto dependerá ahora de la declaración de impacto ambiental del INAGA y de la respuesta de la Mancomunidad, organismo competente, por lo que la suspensión acordada en el pleno tiene carácter temporal.