¿Por qué elude el Gobierno de Aragón declarar especie protegida al lobo?
Hay poca discusión acerca de que haya quedado o no, que es que no, “acreditada la reproducción de manera continuada actualmente en el territorio aragonés” del lobo, aunque ese consenso no existe en cuanto a que su poblaciones en el territorio de la comunidad carezcan de “una relevancia a nivel general para la conservación de la especie”.
Esta última es la tesis que defiende el ejecutivo autonómico, pese a que los expertos en la conservación del lobo señalan a Aragón como uno de los territorios propicios, si no el que más, para que se produzcan la unión y el mestizaje entre la raza alpina que está colonizando el Pirineo y el Levante y la ibérica que puebla el cuarto noroccidental de España.
La Consejería de Agricultura que dirige Joaquín Olona se basa en esos dos argumentos para justificar la decisión de no incluir al lobo en el Laespre el Listado Aragonés de Especies Silvestres en Régimen de Protección Oficial y en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, que se encuentra en vigor desde el pasado 15 de septiembre.
La decisión, que ha sido aplicada por el mismo argumento al buitre negro, el ave de mayor envergadura de la península ibérica y varios de cuyos ejemplares han muerto engullidos por las aspas de los aerogeneradores, y al pico mediano, el pájaro carpintero europeo, se enmarca en la ‘guerra cultural’ que mantienen los partidos políticos, las organizaciones agrarias y los grupos ecologistas sobre la conservación de los grandes carnívoros, en especial la del lobo y el oso, y acerca de su convivencia con la ganadería extensiva, aunque sus efectos parecen más declarativos que prácticos.
Protección de ámbito estatal pero no específica en Aragón
“Especies como [el] buitre negro (aegypius monachus) o el pico mediano (dendrocopos medius) no se han incorporado por estas mismas razones” al Laespre, explica el director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, en la carta en la que le indica a Ascel, una de las principales entidades dedicadas a la conservación del lobo, los motivos por los que ha sido rechazada su propuesta para incluir a ese gran carnívoro en ese listado de especies a proteger.
Bayona explica cómo el lobo fue incluido en septiembre del año pasado en el listado estatal (Lespre) es de aplicación a todo el territorio del Estado español, “por lo que automáticamente se incluye en el listado aragonés” de especies protegidas, aunque a renglón seguido, y en una afirmación cuando menos desconcertante, apunta que eso no ha sido así por los motivos señalados.
“Si bien es cierto que algunas especies del Lespre han sido incluida también en el Laespre este hecho se ha producido en especies en los que ha quedada acreditada la reproducción de manera continuada actualmente en el territorio aragonés y cuyas poblaciones en Aragón tienen una relevancia a nivel general para la conservación de la especie”, explica, antes de señalar que la normativa habilita a las comunidades para “establecer listados de especies silvestres en régimen de protección especial” y para determinar “las prohibiciones y actuaciones suplementarias que se consideren necesarias para su preservación”, así como “incrementar el grado de protección de las especies del Catálogo Español de Especies Amenazadas, incluyéndolas en una categoría superior de amenaza”.
Ninguna de esas opciones han sido ejercidas por el Gobierno de Aragón con el lobo, el buitre negro, el pico mediano ni, tampoco, con el lince, pese a que todos ellos figuran en los listados de aplicación obligatoria en todo el Estado.
“Resulta imprescindible adaptar la normativa aragonesa en materia de conservación de especies amenazadas a las categorías vigentes en la normativa básica anteriormente señalada”, indica el director de Medio Natural y Gestión Forestal, que apela a la disposición de “nueva información más precisa, obtenida a partir de los estudios y seguimientos realizados durante estos últimos años, tanto para especies del catálogo como para otras consideradas de interés para Aragón”.
“Requiere de una protección estricta”
La alegación de Ascel, una de las entidades que promovieron la reforma del listado estatal y que ha logrado la inclusión del lobo en varias normas autonómicas, a la que responde Diego Bayona en su carta basa la propuesta de incluir al lobo en el Laespre en cuatro aspectos.
Por una parte, recuerda que se trata de “una especie protegida por la Directiva Hábitats”, que figura en el Convenio de Berna y que “requiere de una protección estricta” en Aragón, donde su estado de conservación resulta “desfavorable/inadecuado en las dos regiones biogeográficas” donde está presente, que son el Pirineo y el sur de la comunidad.
A eso se le suma que, según los datos que maneja Ascel, “los lobos llevan en Aragón más de 40 años intentando colonizar y asentarse permanentemente, sin éxito por la elevada mortalidad no natural generada por la caza ilegal”.
La alegación añade, por último, una serie de factores como “la importancia ecológica del lobo como depredador apical social”, es decir, que se trata de una especie que se encuentra en la cima de la cadena trófica; las “características potenciales favorables” para su dispersión por Aragón, la “precariedad demográfica” que presenta pese a “la elevada potencialidad del territorio” y la certeza de que se ha asentado “en territorios vecinos franceses y catalanes”.
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