El pequeño municipio de Alcaine, en las Cuencas Mineras, vivió el pasado domingo un trágico suceso. F. G., un vecino de 63 años de Zaragoza pero con estrechos lazos con la localidad turolense, falleció víctima de las picaduras de un grupo de abejas, que le atacaron cuando trataba de poner la medicación a estos insectos en una explotación del núcleo turolense.
Así lo ha confirmado este jueves el alcalde de la localidad, Carlos Pardo, quien ha querido expresar su “pesar” tras el “infortunio” vivido por este vecino, “muy querido” en Alcaine y que, aunque residía en la capital aragonesa, se desplazaba “casi todos los fines de semana” al pueblo para estar con su familia.
Al parecer, según ha explicado a este periódico el primer edil, F. G. se desplazó a primera hora del domingo a la explotación de abejas de un conocido suyo en la localidad para ayudarle a medicar a los insectos. En un momento dado, fue atacado por una decena de estos animales. Dos de los picotazos fueron en la cara, lo que le provocó daños que a su vez le imposibilitaban respirar.
Fue trasladado de manera inmediata al centro de salud de Muniesa, a menos de veinte minutos del lugar. Al consultorio llegó ya en estado inconsciente, según han confirmado fuentes del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. Allí le fue administrada adrenalina por vía intravenosa y le practicaron reanimación cardiorrespiratoria, pero no llegó a estar consciente en ningún momento . Incluso se activó un helicóptero del 112 Aragón medicalizado que no llegó a despegar por el fallecimiento. “No hubo nada que hacer”, lamenta el alcalde, que también es consejero de Sanidad en la comarca de Cuencas Mineras.
En el centro de salud se personaron agentes del cuartel de la Guardia Civil en Muniesa y un forense desplazado desde Teruel que certificó la muerte.
En Alcaine solo hay empadronados 46 vecinos, por lo que la noticia ha causado una gran conmoción. Se da además la circunstancia de que el día anterior, sábado, se celebraba un homenaje impulsado por el Ayuntamiento, gobernado por Teruel Existe, al anterior regidor, el popular Cipriano Gil. “Hubo 150 personas, gente que vino incluso de Barelona. Era un fin de semana de alegría, de reconocimiento a una persona que siempre ha ayudado a quien lo ha necsitado, y se convirtió en uno de tragedia. Ha sido un palo”, resume Carlos Pardo.