“Las personas con discapacidad intelectual se han incorporado a la sociedad como ciudadanos de pleno derecho”
El Teatro Principal de Zaragoza acoge el próximo miércoles un concierto solidario de Begut y 84 en beneficio de Fundat, la Fundación Aragonesa Tutelar. Nacida en 2012 como satélite de Atades, es la mayor fundación dedicada a la tutela de personas en Aragón. Elicio Herrera (Salamanca, 1953) es miembro del patronato de Fundat y padre de una persona con discapacidad intelectual.
¿Por qué surgió Fundación Aragonesa Tutelar?
Fundat se crea en 2012 en el seno de ATADES. Hace muchísimos años, en los 60, había inquietud entre familias con personas con discapacidad. Se unieron para mejorar su calidad de vida y nació ATADES, que es la asociación tutelar aragonesa de discapacitados. Gracias a esos esfuerzos y desvelos, el grupo de familias estaba intentando es responder a la falta de políticas que había en el ámbito de la discapacidad: entonces no había ninguna institución, ni pública ni privada, que atendiese a estas personas. Con el paso de los años, afortunadamente, la vida de las personas con discapacidad intelectual ha mejorado muchísimo, igual que el resto de la sociedad. Ahora sí hay políticas públicas y privadas que atienden a la discapacidad: se ha creado un tejido social que les apoya en el ámbito educativo, sociolaboral, de ocio y de tiempo libre, asistencial… Es decir, hemos conseguido que las personas con discapacidad intelectual se hayan incorporado a la sociedad como ciudadanos de pleno derecho. Pero, ¿qué ha pasado? La consecuencia lógica ha sido, como en el resto de la población, que las personas con discapacidad hayan aumentado su esperanza de vida. En el año 2011, que es cuando se crea Fundat, lo habitual ya era que las personas con discapacidad intelectual sobrevivan a sus progenitores. Esto genera en las familias una nueva preocupación, una nueva necesidad, al plantearse la pregunta de qué será de nuestros hijos cuando no estemos nosotros. Ante esta necesidad, hay una respuesta por parte de ATADES, creando Fundat, con lo que ATADES cierra el ciclo vital de apoyos a las personas con discapacidad. ATADES ya tenía centros de atención temprana, tiene colegios de educación especial, centros ocupacionales, centros especiales de empleo, empresas donde se desarrollan trabajos por personas discapacitadas, tiene residencias… faltaba esa respuesta a qué pasaba cuando un discapacitado, por fallecimiento de sus progenitores o porque ya no le pueden atender, se quedan solos en el mundo. La voluntad de Fundat es ofrecer servicios de atención, apoyo y protección, para lograr que estas personas tengan mayor calidad de vida.
¿Qué pasaba hasta hace unos años, antes de que existiese Fundat, con estas personas con discapacidad intelectual que se quedaban solas?
Nosotros lo que hacemos es proveer los apoyos que establece la sentencia de un juez, es decir, el juez dictamina qué tipo de herramientas de protección se aplican, como puede ser la tutela o la curatela. Antiguamente, intervenía también el juez y había tutelados, por ejemplo, de la DGA.
¿Cuál es ahora el cambio gracias a Fundat?
Gracias a Fundat en Aragón y a otras fundaciones similares en otras comunidades, ahora, cualquier familia puede dejar en su testamento que, cuando fallezca, Fundat se haga cargo de la tutela de una persona con discapacidad. Es un proceso que iniciamos con los juzgados.
Cuando se dan estos casos, ¿cómo viven estas personas?
Normalmente son personas que viven en centros o en residencias de Fundat; algunos también viven en pisos. Fundat se basa en tres patas fundamentales. La primera es el patronato, el órgano de gobierno y de representación de la fundación, que le corresponde cumplir y hacer cumplir los fines fundacionales y administrar los bienes y derechos que integran el patrimonio de la fundación. El patronato está formado por nueve personas: cinco de ellas somos designados por la junta de gobierno entre socios de la asociación y otros cuatro son miembros, también a propuesta de la junta, elegidos entre personas relevantes del ámbito social, económico y cultural aragonés. Otro pilar fundamental es el equipo profesional del ámbito del derecho, de servicios sociales, de integración social... que coordina el resto de los servicios. Este equipo es el alma de Fundat; ellos son los que llevan el día a día de los tutelados. Hemos llegado a tener hasta 70 tutelados y cada uno de ellos es una vida. Yo tengo un hijo con discapacidad y cada día todavía me encuentro con una novedad. Esas novedades diarias son las que gestiona este equipo de profesionales, que lo hacen maravillosamente y que, además, entre otras cosas, hacen labores de asesoramiento tanto a los tutelados como a los familiares en el ámbito socio-jurídico, psicológico, jurídico-administrativo... Es el corazón de Fundat. Y hay una tercera pata, que a mí me encanta destacar, que son los voluntarios. Cualquier persona con discapacidad tiene sus padres. Entonces, la tutela por parte de Fundat se basa en que hay una serie de personas mayores que se involucran con la Fundación para intentar ofrecer el mayor bienestar posible a estas personas con discapacidad. Hemos llegado a tener 35 voluntarios, que se dedican a ello. Sobre todo, hay un apoyo a nivel físico, emocional y social. Por ejemplo, estas personas, que son maravillosas, se dedican a llevarlos al médico, a realizar cualquier compra, a visitarles en las residencias para darles compañía… lo que haríamos cualquier padre con alguno de nuestros hijos. Ellos lo agradecen muchísimo. Para mí, los voluntarios son los verdaderos héroes de Fundat, son los tutores de campo que están con ellos y que, gracias a ellos, nuestros tutelados tienen la sonrisa en la cara, que es lo que pretendemos todos nosotros con nuestros hijos, que sean felices.
Atienden aproximadamente a 70 tutelados, ¿hay más personas con discapacidad solas a las que ya no pueden atender?
Sí, ahora mismo estamos en 70; imagino que próximamente intentaremos atender a más. Podemos tener un techo porque también dependemos de los voluntarios. Si está dentro de nuestras posibilidades, Fundat no va a dar un paso atrás. Todo depende también de las sentencias judiciales; no podemos dar un paso si no hay una sentencia.
¿Todos estos servicios tienen un coste alto?
Las plazas de las residencias de ATADES están concertadas con la DGA, con lo que no nos supone un gasto. Siempre hay gastos porque cuando hay algún tutelado que, por ejemplo, no ha conseguido todavía la plaza concertada por la DGA, Fundat corre con esos gastos. También si algún tutelado no tiene suficientes medios económicos para sus pequeños gastos diarios, como alguna excursión. Nunca dejamos a nadie tirado por falta de medios.
¿Se financian sólo con donaciones o con actos solidarios, como el concierto de la semana que viene?
Claro, necesitamos financiación, por eso se realizan estos actos solidarios.
¿Han conseguido cumplir con el objetivo de que los padres ya no sufran pensando en que será de sus hijos discapacitados cuando falten?
Sí, recuerdo que, antiguamente, un amigo me decía que sólo le pedía a la vida que le diese un minuto más de vida que a mi hijo. Eran tan grande la preocupación... Hay muchas familias que tienen sólo un hijo y, entonces, al morir los padres, se queda solo en el mundo. Entonces, esa preocupación se ha paliado bastante con este tipo de atención y apoyo de Fundat, evidentemente.
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