Verano crítico en el Pirineo aragonés: miedo a las cancelaciones y a la masificación
Se presenta un verano de desarrollo incierto en el Pirineo aragonés. La temporada turística se ha abierto con numerosos interrogantes que probablemente no obtengan respuesta hasta que se lleven a cabo los balances de fin de curso. La incidencia del coronavirus lo marca todo. En un doble sentido: la hostelería y los servicios temen que se reduzca drásticamente la afluencia de visitantes y, al mismo tiempo, ayuntamientos, comarcas y vecinos temen que la masificación propia de estas fechas ponga en peligro de nuevo a los mayores y convierta en vanas las medidas de prevención del COVID-19. De momento, han menguado las reservas en hoteles y casa rurales pese a que ya se han registrado importantes afluencias en localidades como Jaca o Aínsa.
Con una perspectiva quizá más benigna que la que se estimaba en los meses de marzo y abril, Aragón se agarra a la ocupación de los fines de semana y un incremento del turismo a partir de la segunda quincena de este mes en los puntos clásicos del Pirineo. Las asociaciones turísticas realizan un llamamiento a “dejar el miedo en casa”. Aluden a los rebrotes detectados semanas atrás en las comarcas de La Litera, Cinca Medio, Bajo Cinca, y Bajo Aragón-Caspe, que se dejaron notar en la actividad a pesar de la relativa lejanía con el norte de la provincia de Huesca y la ausencia de nuevos casos detectados a diferencia del inicio de la pandemia, cuando Sabiñánigo y Biescas contuvieron dos focos preocupantes.
60% de la ocupación
Las estimaciones en los diferentes valles se elevan más allá del 60 % de la ocupación, con visitantes que procederán sobre todo de Madrid, País Vasco, Cataluña o la Comunidad Valenciana. Los meses de inactividad a causa del coronavirus generaron un agujero que ahora se quiere tapar, acaso de manera parcial para poder concluir el ejercicio 2020 de una manera decorosa. En ningún caso las fuentes consultadas esperan igualar los números de 2019, que fueron “muy buenos”. “Contamos con todas las medidas de seguridad establecidas y los atractivos no han cambiado; estamos seguros de que nuestro público agradecerá el esfuerzo e irá venciendo el miedo”, señalan desde un ayuntamiento de Sobrarbe.
La ausencia de eventos culturales como Pirineos Sur a 2021 también se dejará notar. Para tratar de paliarlo, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) ha impulsado el nuevo Festival Sonna Huesca ‘Sonidos en la Naturaleza’, 31 conciertos desde el 25 de julio hasta el 20 de septiembre que tendrán lugar en espacios singulares de toda la provincia de Huesca, la mayoría al aire libre. Los aforos oscilarán entre los 50 y los 400 espectadores, como máximo.
Frente al temor a las cancelaciones por los rebrotes de la COVID-19, una realidad palpable en los días posteriores a las noticias llegadas desde las cuatro comarcas, se posicionó incluso el presidente aragonés, Javier Lambán, para asegurar que “no habría merma de la seguridad sanitaria de las principales zonas turísticas de Aragón” y que el sector está “en perfecto estado de revista”. Sin embargo, las asociaciones de hostelería han confirmado que numerosos visitantes se han echado atrás desde el mes de junio y echan en falta “una mayor firmeza en la promoción de los atractivos del Pirineo después de la pandemia y de lo sucedido en el Aragón oriental y el Bajo Aragón-Caspe. A menudo ”se confunden Huesca capital y las comarcas de la montaña, a menor información menos motivación por venir“, indican fuentes de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca.
“No bajar la guardia”
Algunas localidades han dado un paso adelante y ubicado carteles para instruir a sus visitantes acerca de las buenas costumbres sanitarias. “Aunque haya menos población que donde viven, y exista más naturaleza, deben seguir utilizando mascarilla, mantener la distancia mínima de seguridad, asegurar los hábitos higiénicos recomendados y colaborar manteniendo un entorno limpio”, es el mensaje que se puede leer en Boltaña (Sobrarbe), que hace gala de ser uno de los pocos municipios donde no ha habido ningún caso de coronavirus y quieren seguir manteniéndose en esta condición “durante la apertura de fronteras y el paso de turistas en la época estival”.
En la página web de su Ayuntamiento se recuerda que “No podemos bajar la guardia y tampoco hacernos eco de comentarios falsos o alarmistas. Seamos responsables y recordemos las medidas de seguridad por nuestra salud y la salud de todos. Recordad, y por favor, respetad la distancia mínima de 1,5 metros, el uso obligatorio de mascarilla en lugares cerrados, establecimientos y cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad y el lavado frecuente de manos complementado con uso de hidrogel”.
Biescas, una de las poblaciones más azotadas por el coronavirus, recibe a los turistas con el siguiente mensaje: “Tenemos ganas de veros, os hemos echado de menos y estamos seguros que vosotros también. Cuando vengáis a vernos, solo os pediremos tres cosas: que os cuidéis, que nos cuidéis y que disfrutéis a tope de Biescas y todo nuestro entorno. Mil gracias por vuestra colaboración”.
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