Los tambores de Calanda 'rompen la hora' desde los balcones
Los tambores y los bombos han vuelto a sonar en Calanda como cada Viernes Santo en la tradicional Rompida de la Hora, en esta ocasión desde los balcones, ventanas o terrazas de los vecinos.
Un silencio más vacío que nunca esperaba a que el reloj de la iglesia diera las doce campanadas, señal de inicio del evento y en el que por primera vez la plaza de España de la localidad estaba prácticamente vacía con apenas presencia de agentes de la Guardia Civil y periodistas que trabajaban para transmitir el acontecimiento.
La Rompida de la Hora es una tradición que se extiende por toda la provincia de Teruel, en especial en el Bajo Aragón histórico, donde nueve municipios se reúnen en torno a la ruta del tambor y bombo. Un evento declarado patrimonio cultural de la humanidad.
El coronavirus no ha apagado el sonido de bombos y tambores, que han retumbado en las calles de Calanda y de otras siete localidades del Bajo Aragón.
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