De cervezas por Aragón
Conocer una localidad o una comarca también es sinónimo de disfrutar de su gastronomía. Y, ¿quién no se toma una cerveza cuando está disfrutando de unos días de vacaciones? En Aragón hay una gran variedad de cervezas artesanas repartidas por todo el territorio que ofrecen sabores únicos y muy cuidados.
Por ejemplo, de los Pirineos no hay que irse sin probar la Pirineos Bier. Elaborada en Hecho, ofrece cinco variedades: rubia, tostada, negra, de trigo y roja. Esta última lleva en el mercado apenas dos meses. “No son cervezas excesivamente fuertes y todas ellas están elaboradas sin aditivos. Tan solo tienen agua, malta, lúpulo y levadura”, destaca uno de los promotores de Pirineos Bier, Fernando Borruel.
Una de las características que hace única a esta cerveza es el agua: “Es muy importante en la elaboración de la cerveza, es prácticamente el 95%. En Pirineos Bier el agua confiere un sabor extra a la cerveza porque estamos en pleno Pirineo. Con los mismos ingredientes pero sin este agua saldrían unas cervezas completamente diferentes”, remarca Borruel.
También en Huesca, pero en Los Monegros, se elabora la República Monegría. En este caso, los que opten por la rubia podrán saborear dos tipos de malta con un aroma a caramelo y frutas; y los que prefieran la negra se encontrarán con tres maltas y notas de regaliz y café.
En Belver de Cinca (una localidad que se ubica a una media hora de Monzón) se elabora Gisberga. La de trigo es una cerveza fresca con aroma de frutas cítricas mientras que la Porter es negra y junto con el regaliz y el café contiene notas de chocolate y frutos secos.
Y en el caso de recorrer la Comarca de La Litera hay que degustar Seelen, una pequeña cervecería artesanal localizada en Vencillón que ofrece cuatro variedades. La primera de ellas es la Bitter, de color marrón y aromas de fruta madura. También tienen cerveza roja, la Red Ale, que destaca por su carácter dulce. La Seelen estilo Kölsch es de alta fermentación con notas de cereal y la Porter es negra con aroma a chocolate y café.
Y en el Sobrarbe, en la localidad de La Cabezonada, se produce la Cerveza Rondadora. La empresa, creada por seis amigos, utiliza el agua de un manantial a mil metros de altitud y con un importante carácter mineral. La Rondadora Blanca se define como una cerveza fresca, refrescante y frutal.
En la provincia de Zaragoza tampoco faltan las cervezas elaboradas de forma artesanal. De Mequinenza sale la Picarda. Esta cerveza se puede disfrutar a través de dos variedades, la rubia (que cuenta con tonos florales) y la tostada (con cuerpo y aroma a regaliz).
Una de las cervezas más conocidas de la provincia de Teruel es Ordio Minero. Elaborada en la localidad de Blesa, esta cerveza negra busca guardar en un botellín la esencia minera de la zona. Para saber si lo consigue, lo mejor es probarla.
Por su parte, la localidad de El Pobo de la Sierra también cuenta con su propia micro-cervecería, que capta el agua de un manantial de la sierra de El Pobo, a unos 1.700 metros de altitud. Rebeca Jordán es una de las creadoras de Cerveza Castel, que puso a la venta sus primeros botellines en otoño de 2012. Elaboran cerveza rubia, tostada, “Ipa” (con más carga de lúpulo) y “More Taste” (tipo belga, con más sabor y graduación).
“No paramos de hacer pruebas. Hace unos tres meses también hemos puesto a la venta cerveza negra y ahora estamos trabajando en la de trigo”, detalla Jordán, que define las cervezas Castel con dos palabras: “Aroma y sabor”.
Y los que quieran conocer más de cerca cómo se elaboran estas cervezas no tienen por qué quedarse con las ganas. Por ejemplo, las instalaciones de Ordio Minero y de Rondadora ofrecen visitas guiadas previa reserva.
Seguro que alguna cerveza se ha quedado en el tintero por lo que lo más recomendable es, en cada pueblo de Aragón, preguntar por las cervezas artesanas de la zona.
