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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

Cataluña acapara la precampaña electoral

Los presos independentistas en el Tribunal Supremo.

Arsenio Escolar

Cataluña se ha adueñado de la precampaña electoral. Había hechos objetivos que lo hacían previsible: el segundo aniversario del 1-0, la inminencia de la sentencia del procés, las detenciones de la semana pasada y sus ramificaciones policiales, judiciales y políticas... A ello se le ha añadido que muchos de los partidos ven en Cataluña una oportunidad electoral. Para unos, como Ciudadanos, Vox y de algún modo Junts per Catalunya, la oportunidad de cambiarle el signo a las encuestas que dicen que les va a ir regular o mal el 10 de noviembre. Para otros, como PSOE / PSC, Partido Popular y de alguna ERC, la oportunidad de mostrarse como partidos institucionales que ofrece sensatez, pragmatismo, poco histrionismo, moderación en las respuestas y –con matices e intensidades distintas entre las tres formaciones citadas– pensarse bastante o incluso mucho cada paso antes de darlo.

“Cometeré nuevas equivocaciones, pero las mismas no”, decía hace poco más de dos años Pedro Sánchez, cuando logró volver al liderazgo del PSOE tras haber sido defenestrado por un golpe de Estado interno unos meses antes. Se refería a la gestión del partido. Ahora se podría referir con las mismas palabras a los independentistas catalanes. Desde que a primeros de año le tumbaron los Presupuestos en el Congreso, Sánchez se ha ido alejando de ellos, ha perdido con ellos casi toda la confianza que tuvo mientras fue presidente del Gobierno a todos los efectos, sin el “en funciones”.

Tanto en el tema catalán como en el resto de grandes asuntos de la campaña, el PSOE de Sánchez va a jugar a partido institucional, a estabilidad, a moderación. Lo hemos visto este lunes en la presentación de su campaña y de su lema: “Ahora, Gobierno. Ahora España”. Ese “o yo o el bloqueo” ha recordado mucho al “o yo o el caos” de otros tiempos. Están los socialistas a un paso de tomar para sí aquella expresión de san Cipriano de Cartago de “Extra Ecclesiam nulla salus”, que traducido quiere decir “fuera de la Iglesia no hay salvación”. Sin el PSOE, no hay solución al parón político, vienen a decir uno tras otro los principales dirigentes socialistas, con Sánchez a la cabeza.

También el PP de Pablo Casado se ha vestido de institucional. Casado va a ser más de nuevo estas semanas el del primer debate a cuatro de las elecciones del pasado 28 de abril. En Cataluña, contundencia, pero moderación. Intervenir por todo lo que se va sabiendo sobre los CDR detenidos, sí, pero por ahora con la Ley de Seguridad Nacional o con la Ley de Partidos, no con la aplicación de nuevo del artículo 155 de la Constitución.

ERC, el tercer partido del tablero con algún viso de intención institucional, lo muestra solo a veces. Aún oscila entre dos almas, la de apoyar algunas de las propuestas más extremas de la CUP en el Parlament, como hizo la pasada semana, y la de alejarse cautelarmente del activista Quim Torra, como ha hecho estas últimas semanas atrás cuando debatían entre los dos grandes partidos independentistas catalanes la reacción a la sentencia del procés. Previsiblemente, Esquerra tardará en decantarse del todo por un papel o por el otro. Quizás, hasta que pasen las próximas elecciones catalanas, sean cuando sean. 

En el otro lado, el de los apocalípticos, Ciudadanos insiste en el 155 para Cataluña y anuncia una moción de censura contra Torra en el Parlament que le dará al menos muchos minutos de visibilidad en los telediarios, Santigo Abascal (Vox) pide directamente no que se le llame a declarar a Torra sino que sea detenido y encarcelado, y Junts y el propio Torra y Puigdemont desde Waterloo tensan la cuerda cuanto pueden, con la esperanza de que una reacción popular muy activa tras la sentencia del procés logre lo que ellos no han logrado hasta ahora: que Madrid, el Gobierno central, se siente a negociar algo, una salida.

La sentencia aun se va a hacer esperar. Unas dos semanas. Se hará pública, probablemente, entre el día de la fiesta nacional, el 12 de octubre, sábado este año, y el 16 de octubre, fecha en que se cumplen dos años de las primeras prisiones provisionales del procés. Es decir: o el lunes 14 o el martes 15. Estaremos en ese momento a ya menos de cuatro semanas de la jornada electoral. No sería raro, por tanto, que las reacciones y movilizaciones tras el fallo del Supremo alargaran hasta el 10N el monocultivo electoral del tema Cataluña. ¡Y mira que hay muchos otros asuntos por debatir! La desaceleración económica, la desigualdad que no cesa, el Brexit, la fragmentación de la izquierda, las políticas de la derecha en las comunidades y ayuntamientos que gobiernan con el nuevo ciclo... Quizás no haya tiempo para todo.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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