Una empleada de hogar se enfrenta a los okupas de un Palacete en Asturias

María Elena Menéndez se encarga del mantenimiento de un Palacete en el concejo asturiano de Muros de Nalón. Ayer, domingo, acudió a su puesto de trabajo como hace habitualmente y se encontró con un hombre que aseguraba que era el dueño. No era su jefe. Ella no lo dudó: le instó a él y a las otras dos personas que le acompañaban a que abandonaran voluntariamente el inmueble. Tras cinco horas de tensión, la okupación ilegal se frustraba.

La jornada de ayer no fue un día normal para María Elena Menéndez. Acababa de entrar a trabajar cuando encontró a tres personas en el interior del Palacete, que es propiedad de una familia que habitualmente reside en Madrid y se traslada a Asturias habitualmente en los períodos de vacaciones.

“¿Pero qué dueño es usted, ni qué nada”

Al primero que vio María Elena fue a un hombre que salía de la zona de despachos llevando en su mano unos papeles.

Ella misma lo ha relatado a cámara ante los micrófonos de la Radiotelevisión del Principado de Asturias (RTPA) como se puede apreciar en la siguiente imagen.

“Ví a un hombre con unos papeles diciendo que era el dueño. Dije yo: ¿pero qué dueño es usted, ni qué nada. ¡Usted salga de aquí, ahora mismo!, porque usted no es nada aquí”, le exigió.

“Si ustedes se quedan, yo también”

Al comprobar que no estaba solo e iba acompañado de un hombre y una mujer les preguntó: “¿Ustedes se van a quedar?”. Y ante su respuesta afirmativa, María Elena les contestó: “Pues entonces yo también, porque soy la empleada y tengo más derecho a quedarme que ustedes”.

Seguidamente, la empleada pidió a una amiga que avisase a la Guardia Civil.

Los agentes de la Guardia Civil

Un portavoz de la Zona/Comandancia de Asturias de la Guardia Civil ha confirmado los hechos a elDiario.es Asturias.

“Sobre las 10.30 horas de la mañana de ayer, agentes del puesto de Cudillero y Soto de Luiña se trasladaron hasta Muros de Nalón”, explica el portavoz.

Al llegar al Palacete, los agentes procedieron a identificar a los tres ciudadanos de nacionalidad ucraniana. A continuación comprobaron cómo, la víspera, éstos habían roto el candado de la finca y habían estacionado en su interior el vehículo con el que se habían desplazado.

Exigían dinero para irse

Además, en una primera inspección ocular pudieron constatar que habían accedido a través de una ventana por la parte posterior del Palacete.

“Ellos decían que se irían si les pagaban algo. Mis jefes les dijeron que en el caso de que se fueran les pagarían un albergue, pero creo que ni siquiera fueron al albergue”, apostilla María Elena.

La denuncia de los propietarios

Ante la presencia de los guardias civiles y la firme actitud de la empleada, los tres ciudadanos ucranianos decidieron entregarse tras hablar con un abogado.

Tras conocer lo sucedido, la propietaria ha interpuesto una denuncia en una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid, que ha sido remitida a la Guardia Civil de la Zona/Comandancia de Asturias.