Primera concentración del año del Equipo Masculino de Alpinismo
La concentración que estaba prevista en Gavarnie, Francia, para principios de marzo se trasladó finalmente a Centro Europa porque las condiciones de la montaña (con un alto grado de riesgo de avalanchas en el Pirineo) y la previsión desfavorable del tiempo, así lo aconsejaron, por lo que el grupo puso rumbo a Kandersteg, Suiza, del 1 al 7 marzo, para completar la primera concentración de este nuevo equipo compuesto por 6 deportistas de gran nivel tal y como demostraron en las pruebas de selección. Hablamos de Mikel Inoriza, Ander Zabalza, Rubén Sanmartín, Nil Alcubilla, Bernat Vilarrasa y Javier Guzmán, acompañados por Mikel Zabalza, el director del Equipo.
En Kandersteg encontraron, como ya se imaginaban, fruto de la experiencia del director del equipo, una zona idónea para cumplir con los objetivos de la primera concentración pese al aumento de las temperaturas con respecto fechas anteriores.
Las vertientes norte aún disfrutaron de la inercia del potente frío siberiano que, durante semanas se instaló en la Europa Central, formando estructuras de hielo en lugares poco habituales y, también, reforzando las estructuras clásicas más conocidas, por lo que las condiciones no pudieron ser mejores para la escalada en hielo.
En seguida se puso de manifiesto la calidad deportiva de los miembros del nuevo Equipo Masculino de Alpinismo 2018 a 2020 con la realización de escaladas, algunas de ellas grandes referentes de dificultad en hielo y mixto en Europa, como pueden ser las vías Flying Circus (M10 sin expansivos) y Beta Block super (WI7), por lo que fue sorprendente el resultado deportivo al final de la concentración.
Los miembros del equipo tecnificaron de una manera superlativa el ámbito de la escalada en hielo y el dry tooling, subiendo varios listones la dificultad de lo que habían escalado hasta la fecha, lo cual nos indica y nos da pistas sobre la fuerza del grupo con respecto a las individualidades. La motivación y el talento bien dirigidos dieron como resultado una bulímica semana de escalada al máximo nivel.
Las condiciones acompañaron y el ambiente de camaradería, unión, motivación y espíritu de equipo no faltó desde el primer minuto, algo que en la FEDME se valora muy satisfactoriamente y nos da idea de lo lejos que estos chicos pueden llegar.
