Simond, historia de una gran marca

Muchos de vosotros, como escaladores, conoceréis los orígenes de esta marca. Son muchas las voces en los pies de vía que en los últimos años han hablado de Simond como la marca de escalada y alpinismo de Decathlon, pero, sin ir más lejos, Simond lleva caminando sola en el mundo de la escalada y el alpinismo desde 1860, aunque fue incluso 40 años antes cuando empezaron a fabricar, de manera rudimentaria, material para ascender a las cumbres de los Alpes.

La familia Simond, o muchos de los hermanos, se dedicaban a la herrería y a la búsqueda de piedras preciosas en el río Arve, en el precioso valle de Chamonix. Para ello diseñaban sus propias herramientas, con madera y hierro. Así que los primeros aventureros del valle de Chamonix encontraron, en la familia Simond, la ayuda que necesitaban para conquistar las altas cumbres. En 1860 había bastante demanda de utensilios para la montaña, por lo que François Simond se encargó de la fabricación de los equipos de montaña (en su mayoría piolets y crampones) mientras que Adolphe, otro de los hermanos, se hacía cargo del resto de utensilios. Una misma fragua para dos fines diferentes.

En 1925, Claudio, el hijo de François, entró a trabajar en la fragua, y mejoró la estructura que heredó de su padre. Y fue él mismo el que, en 1948, fabricó el primer mosquetón ligero. Simond ya era por entonces el fabricante líder en equipos de alpinismo. Muchos de los alpinistas del momento fueron los que confiaron en los productos diseñados y fabricados por la familia Simond.

El mundo de la montaña empezaba a despegar a lo grande en 1960, momento en el que se incorporó a la fábrica Ludger, el nieto de François. Ludger supo innovar en un momento en el que la actitud de los escaladores y los avances tecnológicos estaban experimentado cambios sustanciales, manteniendo el nombre de Simond en la vanguardia de la creación de material para el alpinismo.

En 1988, Lugder vio la necesidad de reubicar la fábrica de Simond, y se trasladó a los pies del Mont-Blanc, a un pueblecito llamado Les Houches. Allí, con un espacio más amplio y moderno, ampliaron la gama de productos y la velocidad de fabricación, ya que la demanda de productos era muy grande. En 2004, Ludger decidió vender la fábrica a Wichard, una empresa francesa líder en accesorios marítimos. Sin embargo, tras cuatro años de colaboración, Wichard decidió volver a su pasado y re-enfocarse en los accesorios marinos, por lo que fue en ese momento, en 2008, cuando Simond se incorporó a la red Decathlon, ampliando de esta manera su catálogo de productos deportivos. Desde entonces, Simond ha disfrutado de un renombre internacional, añadiendo incluso líneas de ropa deportiva, heredadas en sus primeros años de los modelos de Quechua, y en el 2020 se trasladó la fábrica al mismísimo Chamonix, a los pies del glaciar des Bossons, para dar mayor capacidad a la producción y a todo el equipo de Simond.

Así que, ahora ya conoces realmente cuáles fueron los orígenes de Simond, una fábrica que tiene la certificación ISO 9001, y una empresa con una larga experiencia en el mundo de la montaña, y que supone un seguro de que las cosas se hacen bien y los procesos son revisados constantemente para crear productos seguros y satisfactorios, siempre testados en laboratorio y en el terreno, para todos los escaladores y alpinistas.

A lo largo de todos estos años, los productos de Simond han cosechado numerosos éxitos y reconocimientos. Estos son algunos de los principales logros en los que Simond ha estado presente:

1950. Primera ascensión del Annapurna, primer 8.000 escalado (Herzog & Lachenal).

1952. Primera ascensión del Fitz Roy (Terray & Magnone).

1953. Primera ascensión al Everest – 8.848 m. (Hillary & Tensing).

1966. Primera ascensión del Huascarán (Paragot, Seigneur, Jaccoux, Payot).

1970. Primera ascensión del Couloir Norte de los Drus (Jager).

1971. Primera ascensión del pilar oeste de Makalu (Terray).

1974. Drus - Couloir central en la cara norte. Primer ascenso integral y primero en invierno (Cecchinel, Jager).

1982. Kangchenjunga. Ascenso en solitario de la cara SW (Beghin).

1985. Cara norte de las Grandes Jorasses. Primera ascensión invernal en 13 horas (Escoffié).

1989. Everest. A la cumbre y regreso en 22 horas 29 minutos (Batard).

1991. K2 por la cresta NO (Profit & Beghin).

Pero éstas son solo algunas porque hay muchas más ascensiones y escaladas que no cabrían si tuviésemos que ponerlas aquí... Si quieres puedes verlas todas en www.simond.com/the-history-of-simond