Un atípico Día de Cantabria por la COVID homenajea al pueblo cántabro por su compromiso y solidaridad en la pandemia

Cabezón de la Sal ha acogido este domingo un Día de Cantabria “diferente” y en formato “reducido”, tanto en programación como en público, debido a las limitaciones del COVID-19, pero que, en esta ocasión, no solo ha servido para “exaltar” las tradiciones de la comunidad y reivindicar sus raíces, sino también para homenajear al pueblo cántabro “por su compromiso y solidaridad durante la pandemia”.

Así reza la dedicatoria del monolito instalado en el parque Conde San Diego de Cabezón de la Sal y que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha descubierto este domingo tras la celebración de un breve, y sin apenas público, acto institucional.

En dicho acto, no ha habido, al contrario de lo que es habitual otros años, intervención del presidente regional, solo unas breves palabras del alcalde, el regionalista, Víctor Reinoso (PRC).

Además, como es habitual, se ha procedido al izado de las banderas de España y de Cantabria, que ha correspondido al presidente del Parlamento regional, Joaquín Gómez, a Revilla, respectivamente, mientras sonaban el himno nacional y regional.

En declaraciones realizadas tras el acto, Revilla ha reconocido cierta “sensación de tristeza” al comparar el Día de Cantabria que se celebra hoy con el de años anteriores.

El presidente ha opinado que el Día de Cantabria es la fiesta “de más arraigo” de la comunidad y ha recordado que, habitualmente, este día las calles de Cabezón suelen estar llenas de gente, el acto institucional es seguido por multitud de público y hay diferentes actividades festivas para exaltar las costumbres, tradiciones y folclore de la comunidad autónoma.

Sin embargo, Revilla ha lamentado que, este año, las calles estén “prácticamente vacías” en comparación con otras ediciones al no haber actos festivos por el COVID-19, algo que, según ha reconocido, le produce “tristeza” y le ha generado “un cierto bajón moral”.

El presidente regional ha señalado que, sin embargo, pese a las actuales circunstancias marcadas por el COVID-19, y “que hay que ir superando”, no se ha querido renunciar a celebrar el “simbolismo” que, a su juicio, tiene este día.

En esta fiesta de exaltación de la tradiciones de Cantabria se conmemora “el origen de la autonomía” y se recuerda el hecho ocurrido en Cabezón de la Sal el 30 de abril 1979 cuando la Corporación municipal presidida por el entonces alcalde Ambrosio Calzada aprobó una moción solitando el autogobierno de la región, una petición a la que, posteriormente, secundada por otros 87 ayuntamientos que sumaban dos tercios de la población.

La autonomía irreversible

Esto dio origen a lo que, posteriormente, desembocó en que Cantabria se convirtiera en una comunidad autónoma, algo que, según Revilla, es algo ya “irreversible” y “para siempre”.

Revilla ha destacado que Cantabria es, a la vez, una comunidad defensora de sus raíces y tradiciones, con sus reivindicaciones pero “fiel” a la unidad nacional, algo que, según ha dicho, es una característica que distingue a Cantabria.

A preguntas de los medios de comunicación, Revilla ha reconocido que la labor de reivindicación de Cantabria no ha cesado ante el Gobierno central con el que -ha dicho- se está “en una pelea constante” por las deudas con la comunidad que “no acaban de pagar”.

Por su parte, el alcalde ha destacado el papel de Cabezón como “símbolo y cuna de la Cantabria moderna” y “germen del hecho autonómico”.

Ha señalado que a pesar de que, en esta ocasión, el Día de Cantabria se celebra en un formato “diferente” se mantiene “invariable” en cuanto a su espíritu.

“Seguimos reivindicando nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra forma de ser y de estar en el mundo. Somos cántabros y por ello destilamos orgullo por nuestros poros en cualquier lugar del mundo y a su vez somos un pueblo tremendamente solidario, forjado así mismo y que no se cree más que nadie pero tampoco menos que nadie”, ha dicho.

Reinoso ha puesto en valor el “ejemplo” dado por la sociedad durante la “cruda realidad” que ha supuesto el COVID-19.

Al acto, han acudido también el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, los consejeros del Gobierno de Cantabria, diputados del Parlamento y miembros de la Corporación local.