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Entrevista Ainoa Quiñones, delegada del Gobierno en Cantabria

“Algunos han querido derrocar a un Gobierno en plena pandemia sin pensar en las consecuencias para la población”

La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones.

Laro García

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Ainoa Quiñones (Madrid, 1982) fue nombrada delegada del Gobierno en Cantabria solo unas semanas antes de que se declarara el primer estado de alarma en España a consecuencia de la pandemia del coronavirus. Le tocó ponerse al frente en el peor momento posible: medidas excepcionales, hospitales colapsados, policías y militares vigilando las calles, ciudadanos encerrados en sus casas, máxima incertidumbre y todo un país pendiente de las decisiones que se tomaban en el Consejo de Ministros de un día para otro. Reconoce que su aterrizaje no fue suave, precisamente. Pero lo asume, e incluso lo valora como lo que ha sido: una situación sin precedentes. Y también muestra su rechazo rotundo a la actitud de buena parte de los partidos de la oposición al Ejecutivo integrado por PSOE y Unidas Podemos: “Algunos han querido derrocar a un Gobierno en plena pandemia sin pensar en las consecuencias que eso iba a tener sobre la población”, critica. Además, la dirigente socialista adelanta que el próximo 9 de mayo se levantará el estado de alarma, aunque aclara también que “eso no quiere decir que no vaya a haber ciertas limitaciones y restricciones”. Para dar esa cobertura jurídica a las comunidades autónomas y que puedan tomar sus propias decisiones, el Gobierno de Pedro Sánchez buscará una alternativa legal que les sirva de paraguas en esta nueva desescalada.

En el plano personal, Quiñones es consciente de que su nombre suena en algunas de las quinielas que la sitúan en la carrera por dirigir el Partido Socialista en Cantabria o por ocupar puestos de responsabilidad en el plano orgánico, aunque prefiere echar balones fuera. “Yo, lo que digo dentro lo digo fuera. Estoy volcada en mi trabajo en la Delegación del Gobierno y en la ponencia del próximo Congreso Federal del PSOE. Es en lo único que estoy, y en lo único que voy a estar próximamente”, subraya. “El PSOE es un partido tremendamente democrático, que tiene sus tiempos y tiene sus plazos. Evidentemente, tenemos un Congreso Federal, todo el mundo lo sabe, y cuando pase, comenzarán los procesos en las diferentes comunidades autónomas. Y será ahí cuando cada uno decida si quiere presentarse o no a liderar el partido, pero creo que hoy no toca”, zanja cuando se ve cuestionada por su carrera interna.

Su primer año como delegada del Gobierno en Cantabria ha coincidido casi de manera íntegra con la gestión de la pandemia y la crisis sanitaria provocada por la COVID. ¿Ha sido el peor año de su vida política?

Ha sido un año diferente a lo esperado, sí. Pocos días después de tomar posesión como delegada del Gobierno se decretó el estado de alarma y hemos vivido una situación muy complicada como Gobierno y como país, la verdad. Pero también tengo que decir que estoy tremendamente orgullosa, aunque lo hemos pasado mal, de formar parte de este Gobierno porque creo que todo lo que se ha hecho, a pesar de que lógicamente se han podido cometer errores porque se ha afrontado una situación sin precedentes en la historia, siempre se han tomado las decisiones centrándose en la protección de la salud de las personas, y todas las políticas que hemos llevado a cabo han puesto en el centro a los ciudadanos. Este Gobierno ha creado un escudo social sin precedentes, y lo vemos reflejado en las cifras que tenemos aquí, en Cantabria, donde ha habido más de 115 millones en prestaciones por ERTE, más de 220 millones de euros para prestaciones por desempleo, las líneas de avales ICO han sido de más de 1.000 millones de euros y han repercutido en unas 6.600 empresas. Además, unos 6.700 cántabros se están beneficiando del Ingreso Mínimo Vital y hay 25.000 autónomos en nuestra comunidad que han recibido algún tipo de prestación. También se han transferido cerca de 177 millones de euros del Fondo COVID: 94 millones en dos tramos para sanidad, 22 millones para educación y 60 millones por reducción de actividad económica. Las cifras están ahí y en esto es en lo que va a seguir trabajando este Gobierno, buscando el mayor consenso social y, sobre todo, en poner a las personas en el centro de la acción política.

Y a nivel personal, en estos meses tan difíciles, ¿cuál ha sido el momento más complicado?

Los primeros días del estado de alarma, sin ninguna duda. Siendo sincera, yo llevaba muy pocos días y no conocía siquiera el nombre de algunas de las personas con las que iba a tener que afrontar momentos difíciles, realmente duros, de trabajo intenso. Esos primeros días de desubicación, que fueron generalizados, también entre la ciudadanía. Pero tengo que agradecer al conjunto de los trabajadores y trabajadoras de esta Delegación del Gobierno, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ese trabajo y esa coordinación, porque me lo han puesto realmente fácil. Si hemos hecho las cosas bien ha sido por ellos y se lo tengo que agradecer.

Los fondos europeos son una oportunidad para todas las comunidades autónomas, ayuntamientos y para el conjunto de la población. Es un hilo de esperanza para esa recuperación tan deseada

Como delegada del Gobierno le toca trabajar en coordinación con el resto de administraciones públicas, tanto con el Ejecutivo regional como con los ayuntamientos, y esta crisis sanitaria ha puesto en tensión en algunos momentos las costuras del Estado de las Autonomías. ¿Está funcionando esa cogobernanza de la que habla Pedro Sánchez?

Creo que está funcionando y que está funcionando bien. Hemos vivido en nuestro país un hito histórico, algo que no tenía precedente. Cuando se decretó el estado de alarma, muchos decían, como el Partido Popular, que se estaba coartando la libertad de las personas. Cuando se levantó el estado de alarma, que estábamos dejando solas a las comunidades autónomas... Ahora hay comunidades gobernadas por el PP que piden que se prolongue el estado de alarma y otras que reclaman que se levanten estas restricciones. La ciudadanía ya no cree este tipo de mensajes de los que han utilizado la pandemia para hacer oposición. Ahí están los datos y las intervenciones en el Congreso de los Diputados. Algunos han querido derrocar a un Gobierno en plena pandemia sin pensar en las consecuencias que eso iba a tener sobre la población.

¿Y qué va a ocurrir a partir del 9 de mayo cuando se levante el estado de alarma? ¿Se pueden mantener restricciones como el toque de queda o el cierre perimetral, limitando derechos fundamentales, sin ese paraguas? ¿Cómo va a ser el día después?

Todo hace indicar que el próximo 9 de mayo se levantará el estado de alarma, lo que no quiere decir que no vaya a haber ciertas limitaciones y restricciones. El Gobierno de España está buscando la alternativa legal para dar esa cobertura jurídica a las comunidades autónomas y que puedan tomar sus propias decisiones. Pero creemos que tenemos que ir dando pasos, poco a poco, hacia esa tan esperada normalidad. Ahora mismo el foco está puesto en la vacunación y los objetivos se están cumpliendo según los tiempos que había anunciado el presidente del Gobierno. Se han vacunado ya más de diez millones de personas y avanzamos en ese horizonte de tener vacunado al 70% de la población a finales del mes de agosto. Por lo tanto, hay que ser optimistas. Llevamos más de un año de pandemia, todos conocemos cómo actúa el virus y sabemos que si aumentamos esa interacción social vuelven los contagios. Teniendo en cuenta esa responsabilidad individual de cada uno de nosotros, tenemos que avanzar para recuperar pronto la normalidad.

Una queja generalizada, sobre todo en los lugares más turísticos o con mayor número de segundas residencias, ha sido la escasa vigilancia para que se cumplan las normas sanitarias y las restricciones de movimiento de los ciudadanos. ¿Se han visto desbordados en las Fuerzas de Seguridad del Estado a la hora de aplicar estas medidas?

No, para nada. Para ser franca, en Semana Santa o en el puente de San José, que hubo mucha alarma social en cuanto a la posible llegada masiva de gente de otras comunidades autónomas, la realidad es que no fue así. En los diferentes controles que se pusieron en marcha esos días se detectaron algunos ciudadanos que llegaban de fuera, sí, pero la inmensa mayoría lo hacía con una justificación. Al final, hay motivos para justificar el viaje a la comunidad autónoma. Igual en otro momento te hubiera dicho lo contrario, pero a lo largo de este año la responsabilidad de la ciudadanía ha estado muy por encima de cualquier otra sensación.

¿Y cuántas multas se han impuesto a lo largo de este tiempo en Cantabria por saltarse las normas sanitarias?

A lo largo de 2021, en estos primeros meses del año, la Guardia Civil y la Policía Nacional han actuado mediante diferentes controles. La Policía Nacional ha instruido 2.752 actas de sanción y ha desarrollado 1.667 controles. Por su parte, la Guardia Civil ha realizado 3.391 controles y ha propuesto para sanción a 2.889 personas en total. Esos son los datos que tenemos a día de hoy de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Y aquí sí que quiero destacar el papel que están jugando desde el primer día del estado de alarma. Han estado al pie del cañón. A los sanitarios les debemos la vida, porque han estado curándonos y velando por nuestra salud, pero las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también. Es un trabajo poco agradecido, se han visto en situaciones muy comprometidas, pero todo lo que han hecho siempre ha sido para salvaguardar nuestra salud. Además, en ningún momento han descuidado su trabajo de seguridad ciudadana. Han visto duplicadas sus tareas y tengo que destacar que me siento tremendamente orgullosa de su trabajo en todo este tiempo.

Hablando de seguridad, en los últimos días ha habido una denuncia pública por parte de una ONG como Pasaje Seguro por un dispositivo policial que califican de “desproporcionado” contra un grupo de personas sin hogar y en una situación de exclusión social en un edificio abandonado de Santander. ¿Qué ha ocurrido exactamente? ¿Se ha podido profundizar en los motivos de esa operación?

Sí, sí. Esta asociación me pidió una reunión el pasado viernes y yo les cité el lunes, con la máxima urgencia. Creo que he dejado claro mi compromiso y mi preocupación por el tema. Desde el primer momento, en Delegación del Gobierno hemos estado trabajando muy de cerca, dentro de nuestras competencias, con las personas vulnerables, al igual que con estos ciudadanos. Tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como las personas que integramos la Delegación del Gobierno velamos siempre por el cumplimiento de los derechos humanos. En ese encuentro con Pasaje Seguro intercambiamos opiniones, pusimos algunas alternativas encima de la mesa y vamos a trabajar conjuntamente. Pero quiero dejar claro que, evidentemente, cualquier ciudadano tiene que cumplir la normativa y la legalidad vigente, independientemente de su origen, y cada uno tenemos que hacer nuestro trabajo dentro de las competencias que tenemos atribuidas, respetando los derechos humanos. En la reunión, desde Pasaje Seguro me vinieron a hablar de los ciudadanos albaneses que están en este edificio abandonado, porque no se sabe muy bien si viven o se reúnen allí. Desde el primer momento, cuando empezó el confinamiento, a través de Cruz Roja y la Consejería de Políticas Sociales se les ofreció una alternativa habitacional porque estaban en condiciones muy vulnerables, y se les trasladó a Soto Iruz, a un albergue en Solórzano. No quisieron estar ahí y a los dos o tres días marcharon. Se les ha ofrecido a través de Delegación del Gobierno y del Organismo Europeo de Inmigración trabajar con ellos para que puedan volver a su país de origen, pero tampoco quieren. Hemos estado colaborando también con la asociación Nueva Vida para hacer algún tipo de mediación, y seguimos trabajando para que esa vulnerabilidad se pueda ir revirtiendo. Eso es lo que queremos desde todas las administraciones, sin duda ninguna, pero más allá de eso, cualquier ciudadano o ciudadana, no preguntamos el origen, tiene que cumplir la ley.

¿Y cuál era el objetivo de la operación policial que se llevó a cabo la semana pasada en ese edificio abandonado?

Era una operación habitual de la Policía de identificación por el intrusismo que está habiendo en el Puerto de Santander, que llevamos una época trabajando en ello. Se trata de una operación que se encuentra dentro de ese marco.

¿Esos problemas de seguridad en el Puerto de Santander se han conseguido solucionar?

Estamos trabajando para revertir esa situación y ofrecer otras alternativas a las personas que saltan la valla para viajar a Reino Unido.

También respecto a las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cantabria, se han producido críticas desde algunas organizaciones sociales, como las plataformas antidesahucios, por algunas intervenciones en estos lanzamientos. ¿Se está actuando con proporcionalidad en situaciones como estas, teniendo en cuenta la actual crisis sanitaria?

Entiendo que la ciudadanía lo sabe, pero me gustaría repetir que una orden de desahucio viene firmada por un juez y no tiene nada que ver con la Delegación del Gobierno. Por lo tanto, no voy a entrar ahí. A las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en función de sus competencias, les llega un requerimiento judicial para actuar y no se pueden negar, evidentemente. No es un trámite que tenga que pasar por Delegación, y creo que algunas personas, de manera interesada, lo quieren mezclar...

Le preguntaba por la proporcionalidad de las operaciones policiales en estos casos de desahucio...

Creo que se actúa con proporcionalidad.

Cambiando de tercio totalmente, en los próximos meses se tendrán que tomar decisiones clave para la distribución de los fondos europeos. ¿Qué efectos puede tener esta inyección económica en la hipotética recuperación de Cantabria?

Los fondos europeos son una oportunidad para todas las comunidades autónomas, ayuntamientos y para el conjunto de la población. Es un hilo de esperanza para esa recuperación tan deseada. Habrá que evaluar los proyectos con el objetivo de aprovechar ese cauce que viene de la Unión Europea para apostar por iniciativas viables, que generen empleo y, además, que puedan perdurar en el tiempo.

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado hace unos meses han permitido que se pongan en marcha, o al menos cuenten con asignación económica, proyectos importantes y muy esperados en la comunidad autónoma en relación con las infraestructuras, desde la financiación de Valdecilla a las obras del Desfiladero de La Hermida o el futuro tren de alta velocidad. Además de estos proyectos, ¿qué le queda pendiente y espera que salga adelante a lo largo de la legislatura?

Estos presupuestos son viables y piensan en nuestra comunidad autónoma, dando respuesta a muchos proyectos que a otros gobiernos de derechas se les ha llenado la boca hablando de ellos pero que luego siempre se quedaban sin financiación... Tenemos 66 millones de euros para el buque insignia de nuestra Sanidad, inversión en alta velocidad, inversión en Cercanías, en carreteras, como las obras del ramal de Sierrapando-Barreda, con una obra de más de 100 millones de euros, que lleva ya un 40% de ejecución. También la obra de acceso al Puerto de Santander, con 23 millones y que está ejecutada al 70%. O la adjudicación de ese tramo de alta velocidad entre Osorno y Amusco, o el Desfiladero de La Hermida, que es una reivindicación histórica de la comarca y va a facilitar el acceso y la seguridad vial, teniendo en cuenta el entorno tan maravilloso en el que se encuentra, con una obra de 96 millones de euros. Hay que poner en valor todas esas obras tan importantes para nuestra comunidad, pero también otras que van surgiendo en el día a día, como la actuación en la Biblioteca Menéndez Pelayo, el Museo Enaire o en el Palacio de Cortiguera, todas ellas en Santander. Y además de estas grandes infraestructuras hay otras intervenciones más pequeñas que sin embargo cambian mucho el día a día de los ciudadanos. Es un Gobierno que está cerca de las personas y que conoce sus necesidades.

Y un proyecto pendiente como Vuelta Ostrera... ¿cuándo tendrá una ubicación definitiva?

Lo último que sabemos es que se ha encontrado una ubicación que está cerca de la anterior, pero aún siguen los estudios para determinar si va a ser finalmente ese el emplazamiento.

Antes mencionaba una de las medidas estrella del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos dentro del llamado escudo social como ha sido la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, que alcanza ya a cerca de 3.000 hogares en Cantabria. Sin embargo, cerca del 50% de las solicitudes son denegadas. ¿Por qué ocurre esto?

Ahora mismo, más de 6.700 cántabros están recibiendo el Ingreso Mínimo Vital, y creo que es una cifra a tener en cuenta. Sobre tu pregunta, no querría adelantarme, pero entiendo que tiene que ver con que no se cumplen los requisitos o que no se facilita la documentación necesaria. Este es un trámite informatizado y no hay margen para la interpretación. Ocurrió al principio con los ERTE, que se rechazaban porque contenían errores, pero se ha demostrado que funcionan.

El PSOE es un partido tremendamente democrático, que tiene sus tiempos y tiene sus plazos. Será tras el Congreso Federal cuando cada uno decida si quiere presentarse o no a liderar el partido en Cantabria, pero creo que hoy no toca

Ya a nivel político, este próximo otoño va a participar como ponente en el Congreso Federal del PSOE en Valencia. ¿Cómo afronta esta tarea que tiene por delante?

Yo ahora mismo estoy centradísima en mi tarea como delegada del Gobierno en Cantabria, pero tengo que serte sincera: para mí es un impulso y un orgullo que el Partido Socialista haya pensado en mí como ponente, sobre todo en un tema tan candente y tan importante como es la ciencia y la sanidad. Ahora más que nunca ha quedado claro que ciencia y sanidad tienen que ir de la mano y la importancia de la inversión en este terreno. Estoy muy contenta, muy ilusionada, estoy teniendo charlas muy interesantes con muchos expertos que me están permitiendo seguir aprendiendo. Y para mí, seguir aprendiendo día a día me da ilusión para seguir adelante. Además, saber que el PSOE cuenta conmigo dentro de las 12 personas que a nivel nacional han elegido me resulta muy gratificante.

Entiendo que esa designación no es una casualidad y que indica también su buena valoración interna dentro del partido. ¿Cómo se plantea su carrera a nivel orgánico dentro del PSOE?

Ya he dicho que estoy centradísima en mi trabajo de delegada del Gobierno. Creo que no es el momento de otra cosa. La ciudadanía necesita que las personas que estamos al frente de las administraciones estemos a lo que hay que estar y ya llegarán tiempos en los que haya que tomar otro tipo de decisiones. Pero puedo decir muy claramente que hoy por hoy ni estoy ni me van a encontrar en eso. Esto lo digo para todas aquellas personas que no dicen una cosa, pero luego la dicen... Yo, lo que digo dentro lo digo fuera. Estoy volcada en mi trabajo en la Delegación del Gobierno y en la ponencia del próximo Congreso Federal del PSOE. Es en lo único que estoy, y en lo único que voy a estar próximamente.

Interpreto que se refiere a las personas que la sitúan como posible aspirante a la Secretaría General del PSOE de Cantabria. ¿Habla de eso?

Bueno, me refiero a todos los dimes y diretes... Otras personas nunca podrán decir que de mi boca ha salido nada de eso, porque ni lo he hecho ni lo voy a hacer. El PSOE es un partido tremendamente democrático, que tiene sus tiempos y tiene sus plazos. Evidentemente, tenemos un Congreso Federal, todo el mundo lo sabe, y cuando pase, comenzarán los procesos en las diferentes comunidades autónomas. Y será ahí cuando cada uno decida si quiere presentarse o no a liderar el partido en Cantabria, pero creo que hoy no toca.

Forma parte de la Ejecutiva autonómica del PSOE de Cantabria y fue miembro de la candidatura del actual secretario general, Pablo Zuloaga. ¿Cuál es su relación actualmente con el vicepresidente del Gobierno?

Tenemos una relación cordial, de compañeros, de trabajo diario. Y así es como debe de ser. Cada uno de nosotros estamos al frente de una institución, él desde la Vicepresidencia y yo en la Delegación, y tanto con él como con el resto del Gobierno de Cantabria, y esto lo tengo que dejar claro, hemos estado muy coordinados y hemos trabajado muy a gusto todos estos meses.

Llama la atención que, al margen de sus responsabilidades en Delegación de Gobierno, no ha dejado de lado su presencia en Santander y su perfil político como vicesecretaria general del partido en la ciudad, con una actividad pública constante junto al diputado nacional Pedro Casares y el portavoz municipal, Daniel Fernández. ¿Cómo se compagina esa dicotomía entre el cargo institucional y el orgánico?

Estoy también en la Ejecutiva del partido en Santander, soy la vicesecretaria general, y yo asumí un compromiso con mis compañeros y con los militantes del PSOE en Santander cuando fui elegida en una lista junto a Pedro Casares. Tenemos un trabajo intenso por delante y así lo vamos a seguir haciendo. Por primera vez en Santander hay un grupo municipal cohesionado, totalmente alineado con la dirección del partido, y creo que ese buen trabajo y ese buen hacer se está reflejando en la ciudad.

La última pregunta, aunque no tiene que ver directamente con Cantabria. ¿Cómo ve desde fuera el nivel de agresividad que se está viviendo en la campaña de las elecciones a la Comunidad de Madrid? ¿Le preocupa?

Rechazo totalmente esa forma de hacer política, y creo que la inmensa mayoría de la ciudadanía también. Los ciudadanos lo que esperan de nosotros es que estemos a lo que hay que estar, y no a desprestigiar a las instituciones, a las personas, a todo. No se puede hablar por hablar sin tener datos, mintiendo. Eso no beneficia a nadie. Lo que hacen algunos es generar más desconfianza en la política y en los políticos. Y a mí, como persona, me afecta, y como política, también. No es el reflejo de una sociedad civilizada como somos. Mi rechazo absoluto a esa forma de actuar y de hablar. No sabría ni cómo explicarlo. Es ir a lo más bajo de lo más bajo para conseguir... ¿el qué? No sé si podrán dormir por las noches. Desde luego, yo no podría. Soy totalmente contraria a esa forma de hacer política.

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