Miguel Ángel Revilla: “El presidente del Gobierno tendrá que mojarse si quiere contar con el PRC”
Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943) llega a la entrevista con el tiempo justo. Durante la campaña electoral sus jornadas se prolongan 15 y 16 horas. No hay tiempo que perder. Está implicado al máximo desde hace meses: mítines, actos sectoriales, presentaciones de candidatos... Primero, en las elecciones generales, donde el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) consiguió su primer representante en el Congreso de los Diputados. Ahora, en los comicios autonómicos y municipales que se celebran este domingo. Se le ve pletórico. No duda ni un instante en dar por segura su victoria en las urnas, algo que conseguiría por primera vez en su dilatada carrera este 26 de mayo. Y no será por falta de experiencia, ya que concurre por décima ocasión como cabeza de cartel del PRC, la formación política que fundó hace cuatro décadas y que lidera desde entonces.
“La sucesión ya está en marcha. Revilla tiene veinte relevos”, asegura confiado. Eso sí, antes de ceder el testigo promete acabar la próxima legislatura completa como presidente: “Si ninguna de las dolencias que tengo deriva en algo malo, yo aguanto aquí como un titán. Y con más ilusión que nunca, que conste”, subraya. Además, está empeñado en hacer valer el voto del diputado regionalista en la investidura de Pedro Sánchez, pero pone condiciones. “Que sepan que ese voto que dan fijo en los 'pactódromos' no es seguro. ¡De eso nada!”, insiste. Lo primero que pide: una llamada del presidente del Gobierno, al que exige que se implique en la búsqueda de un acuerdo global. “Toda la negociación que se haga aquí va a depender de la negociación nacional. Y en qué actitud se haga esa negociación. Están en juego un montón de ayuntamientos, el Gobierno de Cantabria y el Gobierno de España”, advierte. Según sus cuentas, esta legislatura no necesitaría al PSOE como aliado para garantizar su reelección como presidente de Cantabria por cuarta vez: “Puede haber varias opciones de pacto, algo que antes no ocurría”, sentencia.
Los regionalistas cántabros han tenido esta semana una jornada que han calificado de “histórica” con la toma de posesión de su primer representante en el Congreso de los Diputados. ¿Cómo lo ha vivido en el plano personal?
Para mí ha sido la mayor alegría política en 43 años. ¡Fíjate si no han pasado cosas! He sido presidente durante 12 años, que para mí, una persona que nació en Polaciones, que empezó desde abajo, con todo en contra, es impresionante. Sí, somos el partido que más alcaldes tiene en Cantabria, pero esto es casi una heroicidad. ¡Es muy difícil colocar a un diputado en Madrid! Salvo las comunidades que tienen un componente histórico, lingüístico, que llevan muchos años teniendo representación… El abrir un hueco para nosotros, en un territorio que no tiene un rasgo diferencial, porque somos cántabros y españoles, somos un partido más, democrático, pero sin una lengua o una distinción que marque esa diferencia, es increíble.
¿Por qué considera que es tan importante la presencia de un diputado del PRC en las Cortes?
Es un hecho diferencial tener una voz allí, que ha jurado por Cantabria y por España, que vaya a defender cosas que nos deben, no porque nos tengan manía, sino porque somos pocos. Un territorio pequeño como el nuestro tiene una gran dificultad frente al grande, que tiene capacidad de amenaza, de envite, de enfrentamiento. Es muy difícil. Los gobiernos de Madrid tienen la tendencia de dar más a aquellos que más votos les pueden aportar o a aquellos que saben que pueden generar un conflicto, suponer un problema. Por la gobernabilidad se hacen cesiones, concesiones. Por eso, a Cantabria la han dejado descolgada de cosas que tiene todo el mundo.
Ahora se abre una vía, más allá de que nuestro diputado puede ser importante en la gobernabilidad, en los presupuestos, que ha sido algo coyuntural, es una voz en el Parlamento que acompaña a mi voz aquí como presidente de Cantabria. Ya somos dos, y hay cosas tan sangrantes que las tienen que poner en marcha. Si no, vamos a denunciar muy seriamente lo que ha ocurrido, aquí y en Madrid. Pararon un tren en 2010 y prefirieron pagar a la compañía para anular la obra. Eso se lo hacen a cualquier otra comunidad y provocan un estallido social.
Y si creen que era fundamental tener presencia regionalista en Madrid, ¿por qué han renunciado en otras ocasiones a presentar una candidatura en las elecciones generales o lo han hecho a regañadientes?
¡Yo me he presentado y no he salido! ¡Por eso tiene más mérito esto! ¡Yo lo intenté y no salí elegido por 2.000 votos! Y ahora era más difícil por la polarización en dos bloques, no ya de partidos. Me decían: “Yo no quiero que gobierne el trío de las Azores, así que votaré al PSOE”. Y por el otro lado: “Yo no quiero que el PSOE gobierne con los independentistas, me voy al otro extremo”. Hemos conseguido sacar un diputado sobrando 12.000 votos. Para mí, es nuestro mayor éxito. Lo digo porque he tenido que patear esa campaña muchísimo más que la mía.
Es mucho más difícil llevar a un diputado al Congreso que el hecho de que yo pueda ganar las elecciones el día 26. Dado el desconocimiento que hay, muchos en Cantabria pensaban que José María Mazón se enfrentaba a Casado, a Sánchez, a Iglesias, a Abascal… Ha sido un éxito extraordinario, que evidentemente nos viene bien. En Madrid me he llevado una alegría enorme, y hemos tenido una gran cobertura mediática. Lo han dado como un hecho histórico y he venido muy satisfecho. Y eso que hemos tenido averías en el tren, hemos llegado tarde…
Le salió bien eso, fue muy oportuna esa avería…
Bueno, salió como le sale a los ciudadanos de Cantabria una vez de cada cinco… Y cuidado, que estuvieron haciendo todo lo posible para que no pasara. Ya sabían que yo iba en tren. Me llamó el ministro cuando estábamos parados y ya me dijo que no iba a volver a ocurrir, que ahora iba a poner en marcha esas obras. Ya le dije que no le creo, que son esas cosas que se dicen... Pero bueno, somos noticia. Ya saben que si ese voto es necesario, tiene una contrapartida: que Cantabria tenga lo que tienen los demás, no más. No pedimos ninguna cosa especial.
En cualquier caso, la voz de Miguel Ángel Revilla se ha escuchado en Madrid mucho y muy a menudo. Usted ha sido presidente de Cantabria durante tres legislaturas, doce años en total, y ha ejercido como vicepresidente y consejero de Obras Públicas otros ocho años. ¿Asume como un error propio no haber conseguido sacar adelante esas reivindicaciones históricas que considera imprescindibles para la comunidad autónoma?
Claro, ahí está la diferencia. Yo puedo ir a El Hormiguero, puedo ir a La Sexta Noche, puedo ir a cantidad de programas, pero ahí no se decide la gobernabilidad de España. Donde se decide la gobernabilidad de España, donde se elige al presidente, donde se decide el reparto del dinero en el presupuesto, es en el Parlamento. Yo puedo decir lo que me dé la gana como presidente. Se lo toman a broma. Ahora bien, si un diputado en Madrid es importante para aprobar unos presupuestos y para elegir a un presidente, tiene mucha más capacidad de presionar de la que tengo yo en un programa que ven cinco millones de españoles. La gente tiene una conciencia, saben que a Cantabria no nos pagan lo que nos deben, y que hubo un tren que adjudicaron en 2010 y que no han hecho, pero no pasa de ahí. Revilla seguirá denunciando eso donde corresponda, pero tenemos a un diputado que se llama José María Mazón que va a estar recordándolo permanentemente con su actividad parlamentaria.
La socialista Meritxell Batet ha sido nombrada presidenta del Congreso de los Diputados con 175 votos a favor, incluido el voto del diputado del PRC.
Claro, 175, los que hay. Pero no para todo. Nosotros no votamos al PSOE para la Vicepresidencia y ni al Secretario de la Mesa. Que sepan que ese voto que dan fijo en los 'pactódromos' no es seguro. ¡De eso nada!
¿Ya han iniciado las conversaciones para buscar el apoyo del PRC a la investidura?
No, pero las tiene que haber después del día 26. Hasta ahora solo ha habido llamadas de segundo nivel. Importantes, pero nada más.
Entre otros, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. No parece un segundo nivel.
Sí, pero es a otro nivel. Aquí es de 'gallo a gallo'. Quiero decir que aquí tendrá que mojarse el presidente del Gobierno de España si quiere contar con el PRC. No solo en Madrid, de cara a la investidura, sino también aquí, con lo que va a pasar después del día 26. Hay muchas cosas que pactar aquí…
¿No ha hablado con Pedro Sánchez después de las elecciones del 28 de abril?
No, no. Yo supongo que no ha hablado con casi nadie. Él, en primera persona. Está esperando a que pase el 26 de mayo para no perjudicar a sus barones con pactos. No ha habido ni una llamada, de momento.
Lo tuvo muy cerca esta misma semana en Santander. ¿Sabe que estuvieron a punto de encontrarse haciendo campaña?
Sí, sí, lo sé. Pero cuando se enteraron de que estaba yo, dieron un giro. Yo tenía una gran cola de gente en la Plaza del Ayuntamiento… Creo que hubiera sido un tema de cortesía, la verdad. Yo siempre que voy a una comunidad autónoma, llamo al presidente de turno. No tiene nada que ver que hubiera llamado, aunque viniese en campaña electoral.
Usted fue una de las personas que más defendió a Pedro Sánchez públicamente cuando fue defenestrado por sus propios compañeros de partido por defender el 'no es no' a Mariano Rajoy. ¿Cómo es su relación con él en estos momentos?
Lo defendí a muerte, a muerte. Y sin pedir nada a cambio, por un tema de conciencia. Yo actúo siempre así. A mí me intentaron meter en la operación contra él. La operación anti-Sánchez fue un desembarco de Normandía, donde participó casi todo el mundo. Y no digo todo el mundo por si acaso. Pero insistían e insistían en que no era de fiar. A mí me vino a ver y me llamó gente muy poderosa para que entrara en ese contubernio, pero dije que no había ninguna razón, yo no tenía nada contra él.
Gente muy poderosa, ¿como quién?
Gente muy poderosa, todos los que mandan en España. De la economía, de la política y de los medios de comunicación. Personas que consideraron que yo tenía un criterio en España y que intentaron que me sumara a esta operación para trasladar que Sánchez era peligroso para España. Yo no tengo ninguna razón. ¿Ha robado a alguien? No. ¿Dijo que no a Rajoy y lo cumplió? Sí. Yo, ante una injusticia como esa, me posicioné a su favor. Y no para que nadie me lo agradeciera. Pero lo hice. Me fastidian mucho los contubernios, buscar un chivo expiatorio sin que hubiera razones de peso para ello. Yo no las vi en aquel momento. Él podría haber ido al Congreso a votar 'no' a Rajoy, pero hubiese ido en contra de su partido, que tiene más de cien años de historia, y no hubiera sido lógico. Se fue a casa y comenzó un periplo que acabó ganando. Yo estuve ahí, apoyándolo.
Incluso comiendo anchoas juntos en un restaurante muy cerca de aquí… ¿Cómo ha evolucionado esa relación?
Bueno, cuando llegan las elecciones… Yo pongo siempre un ejemplo que es la berrea. En Cantabria hay muchos venados. Viven aislados, son amigos, se lamen… Pero cuando llega la berrea, oyes los golpes, los choques de cuernos, empiezan a bramar… Los políticos, cuando llegan las elecciones, se transforman, entran en berrea. Se convierten en rivales, en enemigos. Yo no soy así. Las formas no hay que perderlas. Una llamada no hace daño a nadie.
¿Y qué necesitan para comprometer su apoyo a la investidura de Sánchez?
Muy fácil: quiero ver este año adjudicado, y lo pueden hacer el mes que viene si quieren, la doble vía entre Santander y Torrelavega, que es parte del proyecto del tren de altas prestaciones hasta Palencia, y un tramo más puede haber entre Monzón de Campos a Villaprovedo, también este año. Que se vea una obra que empieza y que se tendrá que acabar. También un estudio informativo de la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao. Ahí ya estoy seguro de que antes de cuatro meses está aprobado. ¿Sabes por qué? Porque somos siete diputados los que defendemos eso.
¿Cuenta con el apoyo del PNV?
¡Claro! Ay, amigo. Siete diputados en Madrid que hemos llegado a un acuerdo porque ese tren nos interesa a todos...
Entonces, no parece muy complicado para desbloquear una negociación de investidura.
¡Ah! Y otra cosa, de 'chichinabo' si quieres: que en el polígono de La Pasiega hagan un apartadero de un kilómetro para el tren, para que las empresas que se instalen ahí puedan cargar y descargar. ¡Fíjate lo que pedimos! ¡Lo que tiene todo el mundo! Ni más, ni menos.
¿Le es indiferente que haya un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, con ministros de este partido, o tiene alguna preferencia al respecto?
Eso es un problema de ellos. Yo ahí no me meto.
El PRC ha formado parte de cinco gobiernos de coalición, tanto con el PSOE como con el PP. ¿Es el momento de que en España también se formen ejecutivos bipartitos?
Para cintura política, la nuestra. Hemos gobernado con el PP y con el PSOE, y hemos aprobado los presupuestos con Podemos y con Ciudadanos.
¿Cree que el PSOE debería llegar a un acuerdo de legislatura con Unidas Podemos para garantizar la estabilidad o Pedro Sánchez puede gobernar en solitario?
Yo ahí no lo sé… Yo no voy a sacar mayoría absoluta, no creo, es casi imposible, con siete partidos peleando por entrar en el Parlamento de Cantabria, pero mi objetivo siempre, lo primero que intento en cada legislatura, es garantizar la gobernabilidad, y la gobernabilidad es que puedas tener aprobados los presupuestos a tiempo. Para mí eso es una deformación profesional como economista. Donde yo esté, los presupuestos tienen que estar en vigor el día 1 de enero. Y para eso hay que tener mayorías. Hay que hacer pactos. No sé lo que pensarán el PSOE y Podemos, pero yo creo que hay que dejar espacio al otro y alcanzar un programa de gobierno si lo que buscas es estabilidad. No sé lo que van a hacer, la verdad.
Volviendo a Cantabria, este domingo 26 de mayo parte como favorito en todas las encuestas e incluso sus rivales lo ven como más que previsible ganador. ¿El PRC lo tiene hecho?
¿Ganar? Está mal que yo lo diga, pero creo que sí. Pero hay que sacar un número de votos y de diputados importante. No es lo mismo ser el más votado con 12 que con 13, con 14 o con 15 diputados. No es lo mismo. A mí me gustaría tener una fuerza que me permita disponer de una capacidad de negociación para que el eje del próximo Gobierno sea fundamentalmente del Partido Regionalista, con sus políticas y con la experiencia que tenemos de gestión. Yo he tenido que lidiar con una legislatura en la que se me ha partido el socio a la mitad, y he sobrevivido. Y en esta mesa [la del Consejo de Gobierno de Cantabria, donde se realiza la entrevista] no ha faltado nunca nadie. Han intentado trasladarme la crisis de fuera a dentro. Yo eso no lo consiento. Prefiero cesar a todos. No me tiembla la mano.
¿Lo llegó a pensar? ¿Barajó la posibilidad de acabar la legislatura en solitario y romper con el PSOE?
Si no entran en razón, sí, claro. No, no, no. Con las cosas de comer, que son las cosas de los ciudadanos, no se puede jugar. Hemos vivido una legislatura en la que en ningún partido se hablaban entre ellos. Que eso pase en la oposición me preocupa relativamente. Tampoco es bueno. Pero cuando quien se rompe es el socio, eso ha sido lamentable. Me ha costado muchos dolores de cabeza.
Podría darse la paradoja de que la primera vez que Miguel Ángel Revilla gana las elecciones no es presidente, si la suma de PP, Ciudadanos y Vox fuera suficiente, por ejemplo. ¿Le preocupa o cree que no está en riesgo su reelección?
No, no, no. Ahora mismo te digo que eso no va a pasar. No, no, no.
¿Descarta totalmente esa posibilidad?
Ahora mismo se podría sumar mayoría con otro. No hay problema. Con uno ya se podía, pues ahora… con otro. Además de con el PP, que siempre se puede… si quieres. Puede haber varias opciones de pacto, algo que antes no ocurría. Esta legislatura, entre dos partidos, nos faltaba un diputado para la mayoría. Y eso es un problema, es un quebradero de cabeza para aprobar los presupuestos, sobre todo el último año. El último año nadie te da nada. Y yo siempre lo he dicho: un mal presupuesto es mejor que no tener presupuesto. Lo dije a nivel nacional con el PP, cuando lo sacó con el PNV, y lo he dicho con el PSOE cuando le tumbaron las cuentas.
¿Se compromete a acabar la legislatura pase lo que pase?
Sí. Si no tengo ningún problema físico, y mis problemas de salud ahora van bien... Hace tres meses tuve una revisión para que el médico pudiera garantizarme que voy a poder seguir levantándome a las siete menos cuarto, menos estos días de campaña, que me estoy levantando a las cinco y a las seis de la mañana y vengo al despacho a las ocho y no vuelvo a casa hasta las once y media, y no me siguen el ritmo… Si yo no puedo hacer eso, no seguiría. Ahora mismo, como estoy, lo puedo hacer. Si no hay ningún inconveniente mayor, si ninguna de las dolencias que tengo deriva en algo malo, yo aguanto aquí como un titán. Y con más ilusión que nunca, que conste.
Ha reiterado que, por una cuestión de edad, estas son sus últimas elecciones como candidato. ¿Es el momento de poner en marcha la sucesión?
Ya está en marcha.
En ese sentido, ¿está tranquilo?
Garantizado. El partido tiene banquillo. Le dije a Mazón: “Vete a Madrid”. Y al día siguiente estaba hecho el relevo con otro incluso mejor que él. El pobre Rafa [de la Sierra, exconsejero de Presidencia y Justicia que acaba de ser relevado por una enfermedad] está en unas condiciones terribles, se ha tenido que producir un cambio en el Gobierno, y nadie lo ha notado. Cada uno tiene su relevo. Y Revilla tiene veinte relevos.
Y puesto que da por hecho que seguirá en el Gobierno otros cuatro años y que descarta la mayoría absoluta, falta conocer quién será su socio. ¿Por qué no muestra sus cartas? ¿No sería más justo para el votante conocer sus preferencias?
Porque tenemos que esperar a ver el número de diputados. Toda la negociación que se haga aquí va a depender de la negociación nacional. Y en qué actitud se haga esa negociación. Están en juego un montón de ayuntamientos, el Gobierno de Cantabria, el Gobierno de España… Fíjate, quién lo iba a decir. Tenemos la carta de ese diputado 175…
Le dará rabia que no sea el 176, que sí hubiera sido determinante…
Bueno, vamos a ver. De momento, igual un par de ellos no pueden votar. Ese sueño que yo tanto he repetido en los mítines se ha dado. Se ha producido y lo hemos visto en la votación para elegir a la presidenta del Congreso. Es histórico y una baza, no para el PRC, para Cantabria. Ahora tenemos una fuerza. En Madrid estaban todos los medios detrás de nosotros, de una región con 580.000 habitantes, la más pequeña después de La Rioja. Hemos puesto a Cantabria en el mapa.
Ha dicho en alguna ocasión que su sintonía con la actual dirección del PSOE de Cantabria “no es buena”, pero reconoce que, después de compartir Gobierno en los últimos cuatro años, sería su socio natural. ¿Se pueden limar las asperezas o le gustaría poder explorar otro tipo de coalición con socios diferentes?
Les veo ahora 'moderaditos' estos días… Han bajado el tono, sí. Si llegan a seguir por la línea de aquella rueda de prensa, que no llamen. Yo lo tengo claro: cuando insultan, que no llamen después. Yo ya sé que soy viejo, pero llamarte viejo, decrépito, tiene una segunda lectura. Viejo lo soy, tengo 76 años, pero, ¿estoy mal del coco? ¿Me va a seguir ese a sus años el ritmo que llevo yo? No. Decir que se vaya, que es un viejo… no.
¿Qué opina del secretario general del PSOE, Pablo Zuloaga?
No lo conozco bien. No he comido nunca con él, no he tenido una conversación de dos horas con él, no tengo mucho trato. Sí puedo hablar de otra gente del PSOE con la que he convivido más, como Dolores Gorostiaga o Rosa Eva Díaz Tezanos, con las que son años de convivencia, pero bueno, no sé. Veremos a ver. Todo va a depender de las doce de la noche del domingo y cómo dan los números.
¿Y su opinión del líder de Ciudadanos, Félix Álvarez, con el que tuvo muchos enfrentamientos en el pasado?
A ver, de verdad te lo digo… Yo tengo escrito un libro y me atrevo a decir lo que no soy. Tengo muchos defectos: soy muy desorganizado, por ejemplo, pero no conozco la palabra envidia. Me considero un privilegiado. Nunca he soñado con tener una fortuna o un chalé. Vivo mejor que el 85% de la gente. Y dos: no tengo rencor. La prueba está en un dato que te voy a dar. A mí quien intentó hundirme, echarme de Cantabria, fue Juan Hormaechea. Y yo fui quien pidió su indulto a Zapatero de seis años de cárcel. ¿Por qué? Vi que andaba delicado de salud. Me intentó hacer daño, pero no tengo rencor. Entiendo que hay ocasiones en la vida, influido por otros, por mala información, por lo que sea, que se pueden llegar a decir cosas gruesas, pero el rencoroso no vive. No conozco esa palabra.
María José Sáenz de Buruaga ha dicho esta semana que ambos, Zuloaga y Álvarez, compiten por ser sus vicepresidentes, pero que ella no será la muleta del PRC. ¿Cierra la puerta entonces a cualquier tipo de pacto con el PP?
No sé, esta muchacha… ¡La veo muy desfondada! No ha ido ni al debate. El Partido Popular, que ha tenido aquí en 2011 una mayoría absoluta y ahora ande peleando por seis, siete, ocho diputados como mucho, yo entiendo que es una papeleta. Y más con la humillación que ella misma ha sufrido de su partido, que han tenido que recurrir a ella después de haberla despreciado. Es una papeleta difícil, no me alegro, fíjate. Es un paquete lo que le ha caído ahí. Entonces, ella tendrá que hacer un papel en campaña, decir cuatro cosas, pero con voz baja, porque está en un partido que ahora va a ahondar en el batacazo de las elecciones generales. El PP va a volver a darse un batacazo. Cuando estás en marea descendente, es muy complicado. Ella, además, llega de rebote. A mí me hacen una cosa así en el partido y, salvo que necesite estar ahí para comer, yo digo 'goodbye'.
¿Y hasta dónde llegará esa marea descendente del PP en Santander, que es donde más apurado parece que va a estar el resultado?
Sí, pero también puede perder la mayoría. Y te voy a decir una cosa: ahí sería bueno, porque no puede estar un partido eternamente. En Andalucía, que parecía imposible, ha sido. Llevaban 36 años. Eso crea unas dependencias, unas estructuras que necesitan que se remuevan. Pues en Santander ha gobernado la derecha desde Primo de Rivera, el padre. Ha sido un feudo, pero… ¿por qué va a ser distinto a la corriente general? Mira, el gran resultado del PRC va a consolidarse en Santander.
Le iba a preguntar por eso. Ha centrado una parte importante de su campaña en Santander, que hasta ahora ha sido su talón de Aquiles. ¿Cree que le dará resultado? ¿Cómo detecta los ánimos de los santanderinos?
De aquí me voy a la calle Burgos. No hay ninguna diferencia de estar en Santander a estar en Torrelavega, ninguna. He estado esta mañana tres horas en el Ayuntamiento. He ido ahí cinco días. Eso solo lo puede hacer una persona muy conocida como yo, e incluso, bastante querida. Los que no me votan, los que no me ven bien, tienen un respeto. No he tenido ningún incidente nunca. He estado en El Sardinero. Alguno no para, pero todo el mundo es muy correcto. Yo creo que ahora hemos logrado entrar en Santander. No podía ser de otra manera, porque es parte de Cantabria, la joya de la corona, la capital. Esto no tiene precio.
Si dieran los números, ¿es partidario de propiciar un cambio en el Ayuntamiento de Santander, aunque no sea con un alcalde regionalista?
Sí, sí, sí lo sería. Yo creo que es bueno. Cuando hay tantos años de gobernar los mismos, que se creen que tienen derecho de pernada, el cambio es bueno. Como hubo en Cantabria.
Gobernando muchos años en Cantabria lleva el PRC y Miguel Ángel Revilla. ¿Qué proyectos tiene todavía pendientes como presidente, después de dos décadas en el Gobierno?
¡Uy! Muchos. Conseguir nuestras reivindicaciones en Madrid, que las vamos a conseguir seguro. Eso es muy importante. Si me hacen el apeadero y los dos trenes, que vengan de vacaciones. No les pido más. Pero tenemos que poner en marcha el proyecto de La Pasiega, las minas del Besaya, un proyecto en torno a Valdecilla, el Instituto de Biomedicina y la Universidad… Es un 'tinglao' en torno a la industria de la salud que estamos en condiciones de sacar adelante y con el que está todo el mundo muy ilusionado entorno a ese entramado: vamos a ser el único hospital público en tener la prueba de protones en España. Aquí vendrán de todo el mundo. Valdecilla, un centro de referencia. La Universidad, la Facultad de Medicina… Con un aeropuerto que va como un tiro, con un puerto que va como un tiro. Yo quiero culminar esta etapa poniendo a Cantabria a la cabeza de España. Vamos a acabar en julio con 30.000 parados menos que hace cuatro años. Sé que son muchos empleos precarios, pero como en toda España. Ahí están los datos. Probablemente seamos la comunidad con menor tasa de paro de todo el país.
¿Algo de autocrítica? ¿Qué errores asume en su trayectoria o en qué lamenta más haberse equivocado en su etapa como presidente?
Hay cosas que no han salido. Me hubiera gustado haber desarrollado esta legislatura, que no he podido porque Medio Ambiente no lo ha autorizado, y sus razones tendrán, alguno de los proyectos eólicos. Si apostamos por las energías renovables, que no haya salido ninguno… Me dicen que el problema es una legislación que tenemos que cambiar. Y lo vamos a hacer en los primeros meses del Gobierno, pero aquí tiene que haber energía renovable. Molinos que no impacten en el medio ambiente, pero tenemos que hacerlo. Es una asignatura pendiente, que no es poco.
Suele tener bastante ojo con los resultados electorales. ¿Se atreve a hacer una porra para el domingo en Cantabria?
La tengo en mente pero no te la puedo dar. Igual algunos de mis rivales se desaniman y otros se animan demasiado… Espectacular resultado del Partido Regionalista. Un dato: tenemos una sede de 200 metros cuadrados. La misma de siempre, no hemos cambiado. Ahí hemos sufrido derrotas, nos hemos quedado con dos diputados. Y ahí vamos a pasar la noche electoral. Es un piso viejo, pequeño. Ya nos ha dicho el arquitecto que no podemos meter a mucha gente. Me decían esta mañana que habían pedido acreditación 14 televisiones de todo el país. ¿Por qué quiere venir todo el mundo aquí? A lo mejor puede ocurrir algo, y que en medio de un mapa rojo, aparezca algo distinto y la gente se pregunte qué ha pasado en Cantabria, que se ha roto el molde. Cantabria va a ser noticia.