¿Por qué los datos del paro y la EPA reflejan tendencias distintas en Cantabria?
“Cantabria, la comunidad donde menos baja el paro en 2018, un 2,46% frente al 6,1% anotado en el conjunto del país”; “Cantabria lidera el descenso del paro en 2018 con una caída del 30%”. Entre ambos titulares apenas han pasado tres semanas y ambos son ciertos y están basados en datos oficiales, unos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y otros a través de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entonces, ¿cuál es la realidad laboral de nuestra comunidad autónoma?
Más allá de que ambos organismos miden parámetros distintos, los expertos señalan que la precarización y estacionalidad del empleo hacen imprescindible un cambio a la hora de leer los datos. “El mercado de trabajo ha cambiado tanto, no solo cuantitativamente sino también cualitativamente, que se necesita una batería amplia de indicadores para poder tener una perspectiva real de la situación y de la evolución”, explica el economista y profesor de la Universidad de Cantabria (UC), Julio Revuelta.
En su opinión, los datos más relevantes son los que están vinculados a la ocupación y, sin embargo, “normalmente en las noticias sobre empleo suelen quedar escondidos en el cuerpo de la noticia y no tanto en los titulares”. “Ahí es donde se ve la fuerza del mercado laboral”, incide.
En este sentido, tomando como referencia la última EPA, señala que la población parada disminuyó en 11.000 personas, mientras la población ocupada tan solo subió en 4.000. Es decir, “en el descenso del número de parados tiene más peso la pérdida de población activa que el incremento de las personas ocupadas”, una referencia que aún es más pronunciada en el tiempo. “El número de desempleados es muy similar ahora que hace diez años -algo más de 25.000 personas-, pero hay 18.500 personas menos trabajando en Cantabria”, recalca.
Por este motivo, Revuelta advierte que “si solamente nos fijamos en un dato, tendremos una fotografía distorsionada”.
Este economista apunta otro aspecto a tener muy en cuenta, y es que las mediciones sobre el empleo no han cambiado pese a que “el mercado de trabajo no tiene nada que ver con el de hace dos décadas”. Así, “cada vez hay más contratos por horas o días y para la EPA estas personas cuentan como un ocupado más”, explica Revuelta, que destaca que la “precarización del empleo” hace que las mediciones no estén tan pegadas a la realidad social como pasaba hace veinte años. “Habría que mejorar esto o matizar muchísimo la información”, añade.
En la misma línea se manifiesta su 'colega' Marcos Fernández, quien recuerda que “después de Baleares, Cantabria es la comunidad con más estacionalidad en el empleo. Esto hace que siempre estemos encontrando titulares del tipo ‘Somos los mejores’, ‘Somos los peores’ y no sabemos muy bien a qué atenernos”.
“Cuando tenemos el efecto del verano, por ejemplo, somos los mejores; y cuando llega el otoño o el invierno parece que esto es un desastre. Y, en realidad, cuando analizamos series a medio y largo plazo vemos que ninguna de las dos cosas. Estamos en una situación media, media baja. Ni somos un desastre ni somos los campeones estatales”, continúa explicando este docente de la UC.
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